Sala de estar.

Escuché lo que me dijo y bajé la mirada, parecía seguro de su decisión. "Está bien, volveré a alimentarme de animales...". Me dejé caer sobre el respaldo del sofá y cogí su mano, a pesar de todo, no quería que pensara que estaba enfadada.

Observé su reacción y me sentí mal - Lo siento - dije acariciando su mano - No estábamos tan mal, no creo que haga falta que cambies ahora tu alimentación. Aún así, si quieres hacerlo yo lo aceptaré, no quiero que tomes una decisión basandote en mi opinión... - no podía mirar sus ojos, me sentía muy mal por lo que había conseguido, ella quería mejorar y yo la obligaba a estancarse.

"No pasa nada. Cada decisión que tome quiero tomarla contigo, no quiero hacer nada con lo que no estés de acuerdo... Al fin y al cabo, tienes razón, no estamos tan mal..." dije intentando esbozar una sonrisa, aunque la verdad es que no sé cual fue el resultado...

No se la veía muy convencida de sus palabras, ella quería hacerlo, quería conseguir que todo fuera mejor, pero yo prefería que todo siguiera como estaba. Empecé a plantearme si yo haría lo mismo, si dejaría a un lado algo que me hiciera mejorar, sólo porque a ella no la gustara. No encontré respuesta a ello, aún así, yo no podía cambiar mi opinión sobre el tema de la sangre, sabía que por mucho que lo intentara, no podría con ello.

"Bueno, ¿Y qué has hecho este fin de semana?" pregunté intentando dejar a un lado el tema, sin embargo mi voz sonó algo seria...

Noté que aún seguía seria. Pasé un brazo sobre sus hombros - No quiero que estemos mal - dije ignorando su pregunta, no me gustaba dejar las cosas a medias. La apoyé contra mí, acaricié su pelo, no pude evitar imaginarme sus labios llenos de sangre, intenté que mi cuerpo no reaccionara a mi imaginación, busqué algo con lo que entretenerme, así que contesté a su pregunta - Nada interesante, he estado de un sitio a otro, tenía que hacerme el chequeo anual - comenté intentando sonar despreocupado.

Noté como me acariciaba hasta que derepente se tensó. Supuse que algo le habría rondado por la mente, e imaginaba el tema... Yo no podía hacer más para que se sintiera mejor, ya había deshechado la idea de cambiar mi alimentación, por lo que decidí no darle más vueltas... "Suena divertido..." dije intentando sonar irónica, aunque creo que todas las palabras me salían en el misma manera...

No parecía que las cosas fuesen a mejorar rápidamente, y ella no quería seguir hablando del tema, así que yo no seguí intentándolo - Sí, divertidísimo, creo que ha sido uno de los mejores fines de semana de mi vida - dije intentando sonar divertido - El año que viene te llevaré conmigo - bromeé. Las palabras resonaron en mi mente, "el año que viene" ¿estaríamos juntos?. Parecía que hoy no iba a ser un buen día, quizá lo mejor sería que me durmiera y olvidara todo lo que ha pasado. Finjí un bostezo, no quería que ella notara que quería dejar de hablar.

Escuché lo que me dijo. Hablar de el próximo año puede que sea hacer demasiados planes de futuro... pensé. "¿Estás cansado? Es bastante tarde, deberías descansar..." dije al verle bostezar

- Sí, creo que será lo mejor - dije poniéndome de pie, aunque intenté no parecer demasiado ansioso por irme a la cama.

"¿Vas a quedarte a dormir?" pregunté bastante dudosa, parecía que seguía empeñado en verme distinta...

- La verdad es que había pensado en quedarme en mi casa - dije algo dudoso, sabía que iba a hacerla sentir mal, pero no me gustaba lo que había hecho y hoy no me sentiría cómodo a su lado.

Creo que lo que dijo en ese momento me dolió más que toda la conversación de esta noche. Era yo la que dejaba de lado el estar mejor y él el ofendido, yo hacía lo que me pedía pero aún así él se molestaba... En ese momento me hubiese gustado salir de allí lo más rápido posible... "¿Sabes volver?" pregunté un poco altiva, en este momento prefería mostrarme así antes que mostrarme dolida.

- Sí - ella estaba molestaba, no me extrañaba, pero no podía quedarme, no hoy. Le di un beso en la frente, ni siquiera podia besar sus labios - Te quiero, no lo olvides - eso no había cambiado y quería que ella lo supiera.

"Me alegro" dije completamente seria. Ví que me daba un beso en la frente y me decía te quiero. Esta vez sus dos palabras no pudieron conseguir lo que noches anteriores habían conseguido. ¿Cómo podía ser tan hipócrita? ¿Cómo se atrevía a decirme te quiero si apenas era capaz de mirarme? "Adios" dije simplemente antes de salir corriendo. Pasé por la cocina parándome lo justo y necesario para coger el frasco de sangre y las dos copas antes de salir corriéndo de la casa. Quería alejarme de allí, y me pareció buena idea ir a devolverle a Eleazar su sangre. No sabía donde vivía exactamente, pero pensé que no me sería difícil encontrar una gran casa a las afueras cuyo inquilino fuera un vampiro.

La vi marchar, la había cagado, como siempre. No iba a resultarme fácil arreglar esto, no sabía cómo habíamos acabado así, un día estábamos genial y ahora... Suspiré, ya no había nada que me retuviera allí, así que fui hacia la puerta con lentitud, y salí en dirección a mi casa.

Llegué a la sala de estar, la verdad es que es la habitación donde menos me apetecía estar, pero había escuchado a alguien, y no me vendría mal olvidar por unos momentos todo lo que había pasado. En la habitación aún podía percibirse el aroma a sangre, aún así yo había bebido suficiente ayer, por lo que no me sentí para nada sedienta. Ví a Seraphine tumbada en el sofá y me desplomé en otro de los sofás que había. "Tenemos mal día, ¿eh?" dije sin mucho entusiasmo.

"Nada, complicaciones entre Ethan y yo...". Me quedé pensativa unos segundos, sabía que Seraphine no era vegetariana, ¿Qué opinará ella de todo esto?. A pesar de mi curiosidad, me apetecía más dejar el tema de lado, al menos de momento... "Te fuiste muy rápido ayer...", ni siquiera llegué a escuchar si ayer dio algún motivo para marcharse así, ayer no escuché a nadie que no fuese a Ethan...

"Gracias, pero llevo toda la mañana hablando de ello, preferiría hablar contigo de ello otro dí..." contesté sincera. "Por cierto, ¿Cómo lleváis el tema de la fiesta?" pregunté sin mucho entusiasmo, la verdad es que le preguntaba para cambiar de tema, no tenía muchas ganas de fiesta últimamente...

"La verdad es que en este momento, me temo que yo tampoco asistiría, no son fiestas lo que me apetece..." contesté. La verdad es que parecía bastante hundida, pero no parecía querer hablar del tema, por lo que de momento lo dejé estar.