Discoteca.

Escuché su respuesta, a duras penas, y sonreí - ¿Y cuál es ese motivo? - pregunté sin perder la sonrisa. Alguien tratando de pasar me empujó, tuve que esforzarme por no caerme, pero la mitad de la copa se derramó sobre mi camiseta. Busqué con furia en la mirada a la persona que me había empujado, pero al parecer su táctica de abrirse paso sin pensar en los demás, le había funcionado, puesto que ya no le veía.

Escuché su pregunta, "Pues..." comencé la frase mientras buscaba los extremos de mi chaqueta para quitármela, me agobiaba tener ropa de más. Claro que en este momento el agobio fue psicológico, ya que no la llevaba puesta, "He olvidado mi chaqueta en el reservado..." dije. Alguien empujó a Ethan y yo le cogí de la cintura de manera disimulada para que no cayera, sin embargo no pensé en su copa, la cual cayó sobre su camiseta. "¿Me acompañas de vuelta al reservado? Allí puedes además intentar limpiarte..."

"En el reservado" "De vuelta al reservado" - Claro, vamos - dije intentando pensar en cómo satisfacer mi curiosidad, sin resultar demasiado agobiante con ella - ¿Con quien estabas? - pregunté tratando de sonar despreocupado, mientras atravesaba la masa de gente que había a nuestro alrededor - Porque no creo que vinieras aquí tú sola - añadí con un tono divertido, como si para mí el asunto diera lo mismo.

"Pues con Lizz y Eleazar" contesté a su pregunta. Cogí su mano para que me siguiera, hubiera sido horrible que termináramos cada uno en una punta de la discoteca... Llegamos al fin al reservado de antes y allí estaba mi chaqueta, en el sillón donde la dejé "Podría preguntarle al camarero si tiene quitamanchas..." comenté mirando su camiseta de pie

Con Lizz y Eleazar... repetí en mi mente. La seguí, ella se orientaba mucho mejor que yo, llegué al reservado junto a ella, ahora que tenía espacio volví a mirar mi camiseta, estaba bastante mal - No sé si esto tendrá mucha solución... - dije algo molesto, ya que era una de mis preferidas.- pero al menos habrá que intentarlo, ¿no? - pregunté algo desesperanzado.

"Espera aquí" le dije. Dejé mi bolso junto a mi chaqueta en el sillón y fuí a buscar al camarero de antes. Estaba segura de que se esforzaría en encontrar un quitamanchas, aunque no estaba segura de si en las discotecas solían tener... Le encontré y le agarré levemente por el brazo para que se volviera. Cuando me vió su sonrisa se hizo enorme, lo cual no era de extrañar. "¿No tendríais por ahí un quitamanchas? Le han tirado una copa a mi acompañante..." le pregunté con una sonrisa. El camarero asintió con la cabeza después de agradecerme de nuevo la propina de antes y me dijo que esperase un momento.

La vi marchar, en el fondo no sabía si alegrarme de que ella fuera tan resuelta y tuviera solución para todo, en el fondo me hacía sentir un poco inútil, aunque eso debía ser porque realmente era un inútil. Me quité la camiseta, para que cuando Alice trajera el quitamanchas, que estaba seguro de que ella lo conseguiría, así nos resultaría más fácil limpiar la mancha. Además, estábamos en uno de los reservados, no es que estuviera en medio de la pista de baile...

Ví llegar al camarero de antes con el quitamanchas, "Muchas gracias" le dije con una sonrisa mientras cogía el quitamanchas que me tendía. Me dí la vuelta y me dirigí de nuevo al reservado. Al llegar ví a Ethan sin camiseta, "¿Esperas a alguien?" bromeé mientras cogía su camiseta y la extendía en la mesa. Le eché un poco de quitamanchas y comencé a frotar

Vi llegar a Alice y eché a reir al escuchar su pregunta - Sí, pero bueno, ya que has venido tú, mejor - dije sonriendo. Vi cómo se ponía a frotar, me acerqué y la separé de la camiseta - Déjame, yo lo hago - dije, no me gustaba que ella hiciera todo el trabajo.

Eché a reir, "Querido, deberías saber que yo siempre soy lo mejor..." bromeé con aires de suficiencia. Noté que me echaba a un lado, "No tiene importancia, ya lo hago yo..." contesté volviendo a coger la camiseta y echando un poco más de quitamanchas sobre ella.

- Lo tendré en cuenta para la próxima vez - dije con una amplia sonrisa. Ella volvió a quitarme la camiseta, me quedé mirándola - Puedo hacerlo yo, ¿sabes? Es mi camiseta, y mi mancha, no necesito que me ayudes a frotar. - dije en un tono un poco borde, volviendo a coger la camiseta, esta vez de peor manera que la vez anterior. Me puse a frotar con fuerza, descargando mi furia contra la mancha.

Escuché el tono en el que me habló y la mala manera en la que me quitó la camiseta. Dejé que cogiera la camiseta sin decir nada, pensaba ahcer caso omiso a cualquier respuesta estúpida de hoy, entre él y Eleazar ya había completado el cupo de enfados sin sentido que podía asimilar. Ví pasar al camarero, me dirigía hacia él y acercando mis labios a su oido le pedí otra copa, "¿Me traes otro Martini?". Me separé y le dediqué un sonrisa. Volví de nuevo al reservado y me senté en el sofá a esperar mi copa

La vi acercarse al camarero, no sabía si actúaba así para castigarme o sólo por se amable, aún así, decidí disculparme, ella no se merecía que la tratara mal. Me acerqué y me senté a su lado - Siento haber sido tan borde, es que... a veces me siento demasiado inútil a tu lado - reconocí avergonzado, mirando la camiseta que tenía entre mis manos.

"Está bien, no pasa nada" contesté esbozando una ligera sonrisa. La verdad es que me había molestado bastante que ma hablara así, por lo que por el momento debería conformarse con mi leve sonrisa. Ví llegar al camarero. Definitivamente mi propina le convenció de ser amable conmigo, apensa tardo 2 minutos en servirme... "Gracias" le dije con una sonrisa mientras cogía mi copa y la dejaba en la mesa. "¿Has conseguido quitar la mancha?" pregunté a Ethan mientras cogía mi bolso

Observé su ligera sonrisa, no era mucho, pero algo es algo, y con eso me conformaba. Vi llegar al camarero con su copa, estaba siendo demasiado amable con ella, no pude evitar agarrar la mano de Alice, en un gesto algo posesivo. Escuché su pregunta, una vez que el camarero ya había desaparecido, solté su mano y levanté la camiseta con ambas manos, estirándola en el aire - Bueno, más o menos... - dije mirando la camiseta.

Encontré lo que buscaba en mi bolso, pero en ese mismo momento recordé que ya no estaba con Eleazar, él se limitaba a calificar de repugnante lo que bebía, pero posiblemten Ethan se lo tomaría peor. Sostuve el frasco en mi mano sin sacarlo del bolso. Escuché la respuesta de Ethan y volví la mirada a la camiseta sin soltar mi bolso. "Parece que va mejor..." contesté antes de volver la mirada al bolso intentando decidir qué hacer

- No sé, tendré que decidir entre ir desnudo o ir con una gran mancha en la camiseta - comenté divertido - ¿Tú qué preferirías? - pregunté mirándola con una sonrisa divertida. Esperaba que con alguna broma se olvidara de mi momento borde de la noche, no es que me apeteciera que recordara eso.

"Con una gran mancha, por supuesto... No me apetece tener que quitarte a las niñitas de encima..." contesté sin volver la mirada hacia él. Seguía sosteniendo el frascon en mis manos. Se me ocurrian un par de maneras de echar el contenido en el Martini sin que se enterase, pero pensar en las consecuencias de ese acto me decía que no era la mejor manera de hacer las cosas. Solté el frasco y me volví hacia él, "Nunca te he contado como bebemos alcohol nosotros, ¿verdad?" pregunté intentando introducir el tema

Reí, aunque el hecho de que ni me miraba, me hacía sentirme bastante nervioso por si ella aún seguía enfadada. Volví a ponerme la camiseta, con la enorme mancha en el pecho y me quedé mirando a Alice, cuando al fin me miró, esperé ansioso sus palabras. Éstas me resultaron demasiado confusas - Pues... creo que no... - contesté bastante poco seguro de mis palabras - Ni siquiera sabía que bebierais alcohol.

"No lo necesitamos... De hecho una gran ingesta de él podría sentar mal. Por eso y porque para nosotros las bebidas son prácticamente insípidas, solemos... mezclarlo..." expliqué haciéndo especial énfasis en que lo mezclábamos, de manera que entendiera el doble sentido de mis palabras. Esperaba que su reacción ahora me dijera si podría sacar el frasco de sangre o no sin tener que pedirle permiso explícitamente.

LA escuché atentamente - Entiendo... - contesté, aunque realmente no lo entendía. ¿Por qué tenían que mezclarlo? ¿Y mezclarlo con qué? - Bueno, no, no entiendo - reconocí, mirandola totalmente confuso - ¿Mezclarlo con qué? - pregunté intentando entender lo que quería decirme. Dejé que mi mente vagara por diversas posibilidades, hasta que al fin lo entendí - Ah, claro - dije al darme cuenta de que lo único que ellos tomaban era... sangre. Y eso era lo que ella quería hacer, ponerse a beber sangre, aquí, delante de mí, como si fuera lo más normal, aunque claro, para ella era lo más normal.

Su reacción no fue de lo más tranquilizadora, por lo que decidí deshacerme de la idea de beber estando él delante. Cerré mi bolso y lo dejé a un lado. "Bébete mi Martini" comenté deslizando la copa por la mesa para ponerla a su altura. Sería conveniente que al menos uno de los dos bebiera para disimular que estábamos ahllí con algún fin

Observé su copa, al parecer yo no había reaccionado de la mejor manera posible. Volví a colocar la copa frente a ella - Tómatela tú, haz lo que quieras... Quiero decir, que puedes tomarte lo que tú quieras, no me importa - dije tratando de sonar sincero y tranquilo, yo la había dicho que iba a aprender a soportar todo lo que tenía que ver con lo que ella era, y si tenía que aguantar que bebiera sangre delante de mí, no me importaba, quería que ella fuera ella misma.

Me sorprendió su reacción, de veras era la última que me hubiese esperado. "¿Estás seguro?" le pregunté con el ceño levemente fruncido. "Realmente no es una necesidad..." añadí. No quería que se sintiera presionado. Quería que aceptara cosas cuando de verdad estuviera preparado

- No estoy seguro, pero si es lo que tú quieres hacer... - dije volviendo la mirada hacia ella - Quiero que tú puedas hacer lo que quieras y cuando quieras - agarré su mano, mirandola a los ojos - Te quiero, y tengo que aprender a querer esa parte de ti tambien - intenté que el discurso sonara con firme, aunque no estaba muy seguro de que lo hubiera conseguido.