Campo de trigo

Entré dentro de ella nada más escuchar esas dos palabras, solté un gemido, aún estaba junto a su oído, así que ella pudo oirlo perfectamente. Seguí moviendome entre jadeos mientras mi mano recorría su cuerpo hasta llegar a su pierna.

Le noté entrar en mí y escuché su gemido. Me había costado mucho reprimirme, pero había merecido la pena. Estaba totalmente excitada, lo cual se mostraba en los gemidos que salían libremente de entre mis labios

Busqué sus labios para besarla, mis movimientos fueron haciendose más enérgicos cada vez. Su cuerpo me encantaba y el mío sabía cómo desmostrárselo.

Devolví sus besos intercalando algún que otro mordisco entre ellos. Bajé mis manos y las pasé por su cintura, hundiéndolas ligeramente en su espalda conforme sus movimientos se aceleraban

Apoyé mi frente sobre la suya, rozando sus labios, dejando que nuestros alientos se entremezclaran, dandola de vez en cuando besos cortos.

Su dulce aliento se colaba en mi boca inundándome con su aroma. Bajé las manos hasta su trasero, acariciando su piel con suavidad por el camino

Noté a donde dirigían sus manos y sonreí. Besé de nuevo sus labios, dejandome llevar por completo.

Le agarré con fuerza mientras devolvía su beso. Sin embargo necesitaba más. Posé mis manos sobre su cintura y giré para quedar sobre él sin romper el beso

Dejé que girar hasta quedarse sobre mí, mis manos recorrieron su cuerpo hasta posarse en sus caderas agarrandola con fuerza. Esto era mejor de lo que había soñado.

Me separé de él y posé mis manos sobre su pecho. Me moví sobre él acelerando el ritmo lo más lentamente que pude. Me costaba mucho controlarme estando con él

Me quedé observandola entre jadeos y gemidos, era increible. Mis manos subieron por su cuerpo hasta llegar a su pecho, donde disfruté propiciandola un montón de caricias.

Sus manos recorriendo mi pecho me conseguía excitarme cada vez más. Seguí aumentando el ritmo de mis movimientos mientras que mis gemidos inundaban el silencio del campo

No me importaba que alguien pudiera descubrirnos, el placer que sentía era tal que estaba totalmente descontrolado.

Seguí aumentando el ritmo de mis movilmientos, no podía más. Me acequé de nuevo a él y besé sus labios con desesperación

Respondí a sus besos, estos llegaron justo a tiempo para ahogar el grito de placer que solté cuando llegué al extasis. Mis manos se deslizaron por su cuerpo hasta quedarse sobre sus caderas.

Separé mis labios de los suyos para dejar escapar un sonoro gemido, llegando al clímax. Apoyé mi frente sobre la suya dejando que mi respiración agitada golpeara sus labios

Rodeé su cuerpo con mis brazos mientras mi pecho subía una y otra vez por culpa de mi agitada respiración - Ha sido... genial - dije con la voz entrecortada.

Escuché lo que dijo y sonreí ampliamente, "Sí... ha sido increíble" contesté de la misma manera entrecortada, "...Increíble..." volví a repetir con un suspiro

Sonreí ampliamente y me quedé mirandola, le di un corto beso y volví a perderme en su mirada - Te quiero - dije mientras colocaba un mechón descontrolado de su pelo.

Devolví su beso y sonreí ampliamente cuando colocó mi pelo, "Yo tembién te quiero" contesté antes de quitarme de encima de él. Me acomodé a su lado entrelazando nuestras piernas y apoyé mi cabeza sobre su pecho

- No te vayas muy lejos - dije cuando vi que se quitaba de encima mío, me abracé a ella, para que no se separara mucho de mí. Entrelacé nuestras piernas y acaricié su cuerpo desnudo de manera distraída.

Escuché lo que dijo y me acerqué a él quedando casi encima de nuevo. "¿Apenas me separo unos centímetro y ya me echas de menos?" bromeé

- Cuanto más cerca de mí, mejor - contesté con una sonrisa, dándole un beso en el pelo.

"Me pondré tan cerca de tí como me pidas" contesté devolviendo su sonrisa antes de apoyar mi cabeza en su pecho y comenzar a acariciar su costado

- ¿Te he dicho que así estás muy guapa? - bromeé mirando su cuerpo desnudo.