Cima de la montaña

"Eso espero..." contesté con una leve sonrisa que cotestara a la suya. Escuché lo que dijo, de volví su beso y me separé lo justo para susurrar, "Eres increíble"

Rocé con suavidad sus labios durante algunos segundos, embriagandome con su aliento. Volví a mi posición original, pero mirandola a ella todavía - No te creas, tampoco es para tanto - bromeé tratando de quitarle importancia al asunto. Me quedé mirando sus labios, los que acababa de besar, era de un rojo intenso, de un color atrayente, no sabía cómo era capaz de mantenerme alejado de ellos.

No pude evitar reir levemente. Hoy me miraba de manera especial, de hecho no me quitaba el ojo de encima. "¿Qué?" pregunté divertida sin apartar la vista de él

Escuché su pregunta, al parecer la estaba mirando demasiado, sacudí la cabeza de divertido - Nada - contesté mirando de nuevo hacia la luna, con una sonrisa divertida en el rostro. Me parecía divertido haberme quedado embobado mirándola y que ella se hubiera dado cuenta, normalmente no lo hacía, ¿o es que normalmente, yo no la miraba de esa manera? Me parecía imposible no mirarla, ella era simplemente perfecta.

Reí de nuevo al ver su reacción, parecía un adolescente al que acababan de pillar... "En serio, ¿qué te pasa hoy?" insistí con la misma sonrisa boba de antes

Escuché su pregunta ¿Que qué me pasaba? Que estaba totalmente enamorado de ella - Será la luna, que me afecta - bromeé - O quizá que ya es demasiado tarde... - dije fijándome en el reloj. Había salido a dar un pequeño paseo y había acabado aquí, en la cima de la montaña, cosas del destino supongo - Pero sobretodo que estás guapísima y no puedo resistirme a tus encantos - dije con una amplia sonrisa, mirando de nuevo en su dirección.

Escuché lo que dijo divertida y miré la hora en mi reloj, era muy tarde. Escuché lo último que me dijo, y una amplia sonrisa cruzó mi cara. Levnaté la mirada y me abalancé sobre él dándole un fuerte abrazo, "Me encantas"

Respondí al abrazo con la sonrisa instalada en mi cara, como siempre que estaba con ella. Apreté el abrazo acariciando su espalda, planté un beso en su pelo, aprovechando para inspirar su olor, que me tenía atrapado - Te quiero - dije junto a su oído, aún no podía creerme que esas dos palabras salieran con tanta facilidad de mí, pero con ella todo era distinto, todo era mucho más fácil, la quería y no me costaba nada demostrárselo.

Escuché esas dos palabras que tanto me gustaba oir de entre sus labios y sonreí. Me separé ligeramente para mirarle, "Me alegro de que de eso nunca te olvides..." contesté sin apartar mi mirada de él

- No podría, y menos teniendote a ti delante, mi cuerpo por completo reacciona ante tu presencia. Incluso creo que el cerebro me deja de funcionar - bromée. Le di otro dulce beso y me quedé mirandola - Creo que deberías acostarme ya, es muy tarde - dije poniendome en pie. Tendí mi mano para que ella se ayudara de mí para levantarse - ¿Te vienes? - pregunté al darme cuenta de que no sabía si ella querría venir.

Me encantaba él. Aún no podía creer que pudiéramos estar así de bien. Me reí al escuchar su broma. Cogí su mano y me levanté, "Sí, es tarde... Los niños buenos ya están en la cama..." bromeé mientras salía de allí con él de la mano

- Entonces por eso yo aún no me he acostado, porque yo no lo soy - dije riendo saliendo de allí agarrado a su mano.

*Apareci corriendo rapidamnte nre las sombras de los arboles buscando esas a la qu alimentar oliendo esencias dfierentes herbivoras y carnivoros oliendo e aqui aves y demas animales oliendo el olor a Oso mayor orriendo le vi parano de correr y se levanto su fuerte cuerpo grunyiendome corriendo le di un golpe al estomao reventandolo hasta provocar una horrible muerte y beber en su urpas las venas ricas bebiendo hasta que deja de atelear y moverse hasta que sus movimientos son lentos y fallidos sintinedo su carozn parar y cuando ya eh bebido consegui mas fuerza por el momento y decidi salir de alli corrieno y tirando el cuerpo por la cima viendose una sombra marron cayendo en picado hasta que revienta el cuerpo*

Tengo un extraño presentimiento, algo me dice que tengo que subir a la montaña... Subo, me encuentro a Agatha, me sorprendo por su estado animico, se siente... como vacio...
-Que te ocurre? Le pregunte cuando la vi.

La mire y le sonreí. No respondí a eso. Seguí coleccionando flores, caminando, haciendo que Lynx me siguiera. Quería que ella viera donde quedaría por ultima vez. Ella sabría lo vacía que me sentía aquí y todos los recuerdos que pasaban por mi mente en ese momento.

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