Bosque al lado de la casa Swan.

Cuando se puso a mi lado, pasé mi mano por su cintura, ya que, a parte de que me gustaba tenerle cerca, en esta posición me resultaría fácil agarrarlo por si se caía, además podría hacerlo de manera disimulada, por lo que no se enfadaría tanto... "Estás muy mono cuando te enfadas..." le dije en tono cariñoso y dejando las risas a un lado.

Pasé una mano por sus hombros - Estoy mono de todas las maneras - dije orgulloso. Una de las ramas que estaba apartando para pasar se me escapó y me golpeó en la cara.- Joder - dije mientras me ponía la mano sobre la mejilla, era un buen arañazo, estaba sangrando - Hoy no es mi día - dejé de caminar sin quitar la mano de mi cara, me giré para mirarla a ella - ¿ahora estoy más mono? - pregunté irónicamente.

Ví como la rama le golpeaba en la cara y estuve a punto de estallar en risas hasta que lo olí, su sangre... Me aparté rápidamente de él mientras daba gracias por haber salido esta mañana de caza."El olor de la sangre no me sienta demasiado bien... ¿Podríamos volver para que te cures eso?". Su olor era tan dulce... Tuve que cerrar los ojos frunciendo el ceño mientras me frotaba la frente con la yema de mis dedos.

Observé su reacción, cuando escuché su reacción intenté ponerle solución, me quité la sudadera y después la camiseta, volví a ponerme la sudadera, intentado evitar el frío, enrollé la camiseta y la apreté contra mi mejilla, esperaba que eso disminuiría el olor - Lo siento, soy un torpe - dije disculpándome - Puedo ir yo solo a curarme, preferirás no estar junto a mí - su reacción me había puesto nervioso, no me esperaba algo así, se la veía bastante mal.

Tomé aire para respirar lo menos posible y abrí los ojos. Al ver su expresión estuve a punto de pegarme a mí misma por haber reaccionado así. Tenía que haber sabido llevar esto de manera más natural... "Tranquilo, he cazado esta mañana... Me gustaría acompañarte, a no ser que prefieras que no vaya..." pregunté dudosa, teniendo en cuenta el miedo que me tendría en este momento vería bastante lógico que me pidiese que me fuera...

La observaba con detenimiento, fijandome en cada reacción, en cada movimiento - Como quieras, no quiero que hagas algo que es demasiado para ti, no lo hagas por mí - No quería que lo pasara mal, no por mi culpa - Creo que a partir de ahora me quedaré en una sala acolchada para evitar los accidentes - Iba a tenderla mi mano para salir de allí, pero al adelantarla vi que había restos de sangre en ella, así que la escondí en el bolsillo ¿Cómo un corte tan absurdo podía sangrar tanto?

Podía ver que estaba asustado, no sólo por cómo me miraba, sino también por el sonido acelerado que prodicía su corazón. Intenté sacar ese sonido de mi cabeza, normalmente me gustaba, pero en este momento no era lo mejor en lo que podía pensar... Salí delante de él, la verdad es que prefería ir detrás para reaccionar en caso de que fuese a caer o herirse de nuevo, pero supuse que no le tranquilizaría saber que un vampiro le acecha por detrás...

La seguí a una distancia prudencial, no sabía cuánto podría aguantar, ni qué pasaría si perdía el control, aunque intentaba no pensar en ello no podía obviar el hecho de que ella se había alejado de mí, lo que me hacía pensar que el asunto no iba muy bien. Caminé entre las ramas, intentando no caerme de nuevo, cosa algo difícil, porque ella iba muy rápido, seguro que no se daba cuenta de ello.

Sonrío complacido al haber conseguido sorprenderla. Era bastante difícil pillar a un vampiro desprevenido. Cuando la escucho, una sonrisa tonta se forma en mi rostro.
- Ah, sí? Y qué estabas pensando? -pregunto con una media sonrisa.
Paso mis brazos pro su cintura rodeándola. Doblo un poco las rodillas para quedar a su misma altura, pegando mi frente a la suya.