El lago...

Me quedé pensativa. "Siento preguntrte esto, pero es que no lo puedo evitar... Si no quieres no me contestes. ¿Perdiste el control con ellos?" bajé la mirada avergonzada, era una pregunta incómoda, pero no pude evitarlo...

Llegué al campo paseando, vi a las dos chicas hablando, me acerqué a ellas, despacio, no quería interrumpir - Hola - saludé tímidamente. Caminé hasta donde estaba Alice y le di un beso en la frente.- Siento interrumpir - dije con una sonrisa amable. Me coloqué junto a Alice.

Negué con la cabeza. "Venir a Forks ha sido un gran cambio para mí... Hasta entonces siempre he vivido con mi familia, solíamos vivir sin tener apenas contacto con los humanos, por lo que nunca llegué a estrechar ninguna relación con ninguno...". Ví llegar a Ethan y le saludé, "Hola". Cogí su mano cuando se sentó a mi lado y le dí un beso en la mejilla.

"Bueno, ¿Qué has hecho hoy Ethan?" dije rompiéndo el silencio que se había formado.

Escuché lo que decía Serphine. "Me ha gustado mucho hablar contigo, espero que nos veamos pronto de nuevo. Adios"

Cogí la mano de Alice, la acaricie distraído. Vi que se quedaban calladas a mi llegada, supuse que estarían hablando de algo que no me incumbía, aún así, la curiosidad me invadió. - Adios - dije a Seraphine cuando se iba - ¿De qué hablabais antes de que llegara? - pregunté despreocupado.

Me quedé pensativa por lo que Ethan me preguntó. No sabía si era bueno contarle la historia de Seraphine, y teníamos las cosas bastante difíciles como para hacer que se preocupara más... "Cosas de chicas..." dije riéndome. "Por cierto, ¿Dónde has estao desde ayer? Ya creía que´habías huído de mí..." contesté entre risas.

¿Cosas de chicas? Sonreí divertido. Escuché lo que me decía, no recordaba mucho de lo que había hecho - Ya sabes, he estado con todas mis novias, pero no me satisfacían lo suficiente, así que he vuelto contigo - bromeé. Pasé mi brazo por su cintura y la abracé contra mí, le di un beso en el pelo e inspiré su aroma.

FDR: Si tardo, lo siento, que las noches de fiesta no pasan en balde xD

No me hizo tanta gracia como a él su broma, pero sabía que lo decía en serio. "Ja ja ja. ¿Sabes? No me gusta ser segundo plato de nadie..." dije haciendo intención de separarme.


Fdr: Que poco agüantas, yo llevo dos días así y no has notado la diferencia...

- Ni siquiera si eres MI segundo plato. Mira que todas estarían encantadas de ser mi segundo, tercer plato y hasta el postre - dije divertido, volviendo a apretarla contra mí. - Pero sabes que tú eres mi preferida - sonreí ampliamente.

FDR: No es eso, a ver qué te vas a creer! Es porque estoy hablando con todo el mundo, recordando la jugada.

Intenté con algo más de fuerza quitar sus manos de mi cintura, pero con cuidado de no hacerle daño. "¡Oh! ¡Qué privilegio, soy tu favorita...!" dije en tono irónico.


Fdr: Ya, ya, claro...

Solté mis manos de su cintura - Como quieras - dije riendo. Me tumbé boca arriba con los bazos tras la nuca - Pero deberías saber que tú eres la única que recibe el postre - sonreí y acaricié su espalda - No seas tonta - dije esperando que no se lo tomara en serio.

FDR: No me creas, tú verás xD

"¡Qué tonto eres!" dije cruzándome de brazos. "Bueno, si el postre es bueno, puede que te perdone, al fin y al cabo, no soy el mejor ejemplo para reprocharte algo así..." contesté divertida. "¿Y cuál es el postre?" dije disfrutando de sus caricias.

Escuché lo que me decía ¿Que no era el mejor ejemplo? ¿Qué quería decirme con eso? Mi cuerpo se tensó con esas palabras y mis caricias cesaron - ¿A qué te refieres con que no eres el mejor ejemplo? - pregunté algo celoso. Me incorporé un poco, apoyándome sobre los codos.

Sonreí por dentro al notar sus celos. "¿Es que estás celoso?" pregunté con una sonrisa a medias. "No te preocupes, si eres mi favorito..." dije haciendo eco de sus palabras mientras me volvía para mirarle.

Me estaba pagando con la misma moneda, ¿quién me mandaría a mí abrir la boca? Pero aún me quedaba la esperanza de que fuera mentira y lo húbiera dicho sólo para picarme. Me tumbé de nuevo - Tú verás lo que haces, a mí me da lo mismo - dije despreocupado. - Siempre soy el favorito, de todas - añadí orgulloso.

"Vaaya, parece que vamos tener más en común de lo que pensaba..." dije mirándole aún. "Bueno, ¿No vas a decirme cuál es el postre?" dije girándome mientras le miraba de manera pícara.

- Sí, somos iguales - dije intentar no mostrarme enfadado ni molesto - Tendré que decírtelo otro día, la nevera se ha estropeado - dije en tono irónico. No debí haber dicho nada, la situación se había vuelto contra mí, no me había dado cuenta de lo que me molestaba pensar en ella con otros tíos, si le sumábamos que ella llevaba existiendo desde hace tantos años...

"Estás muy mono cuando te pones celoso..." dije mientras me acercaba quedando tumbada sobre él. Pasé mi mano bajo su camiseta, "¿No me vas a dar postre?"

- Me alegro de que te guste - dije aún en un tono serio. Me mantuve quieto, en la misma posición - Ya te he dicho que no - esperaba poder mantenerme tranquilo, aunque con ella ahí, iba a costarme. - Estoy demasiado cansado después de tanto trajín, aunque tú seas la preferida, esto de que llegues la última... Soy humano, mi cuerpo no aguanta tanto.