El lago...

- Los nombre no importan, importan las personas - Era uno de los pilares que me sustentaban, se me daba fatal recordar nombres, era más facil acordarse de caras, escenas, gestos, incluso palabras que me hubieran marcado, las cosas importantes, repetí en mi mente - ¿Acaso también está prohibido estar aquí? - pregunté divertido, iba recordando trozos de nuestra conversación - Simplemente seguí el camino, esperando descubrir a dónde me llevaba, me gusta la aventura.

Bueno eso me parece bien y hace mucho que conoses a Ethan le dije a lynx y estaria eternamenta agradecida por ayudarme a calmarme y eternamente era la palabra correcta a lo mejor depues le diria lo que me habia echo por mi ya que me inspirba mucha confiansa y eso era extraño en mi -ethan pareses algo cansado te duele el tobillo despues de decir esto senti que era un error demonios definitivamente este no era mi dia

-Vamos a empezar con eso de nuevo? Vaya que tienes espiritu aventurero, El unico problema seria que no tendrias ni idea de como volver al punto de partida. Me burle. Despues de dirigi a Tanya.
-No mucho que digamos, lo acabo de encontrar en el claro y luego lo envie a la cuidad.

Escuché preguntar a Tanya y esperé la respuesta ansioso. Así que no nos conocíamos mucho, pero yo la había contado mi problema, me pareció extraño, pero quien sabe lo que pasó por mi mente para contarselo. Vi la preocupación en los ojos de Tanya, ¿por qué todo el mundo tenía que preocuparse por mí? - Estoy genial - contesté un poco cansado del tema, en buena hora me había hecho daño en el tobillo. Sonreí ante las palabras de Lynx - Siempre puedo coger el mismo camino de vuelta. - contesté orgulloso .

mmm.....se ve que es una persona nueva aquin en forks o me equivoco??-le pregunte a ethan mmmm..esto no es la ciudad a menos que yo este mal lo dije en tono de broma

Al menos eso parecía, nadie parecía recordarme desde hace más de un día - Sí, llegué hace poco - esperaba no estar mintiendola, no me gustaba hacerlo, pero a veces dejar a la gente sin respuestas era bastante frustrante.

-Bueno Tanya en comparacion al Amazones esto se me hace una Metropoli...

Respondi, ya que era verdad, mucho tiempo en las selvas causa ese tipo de confusiones hasta par ami...

Mientras escuchaba hablar a las chicas no pude reprimir un bostezo, no sabía cuantas horas llevaba sin dormir, pero parecía bastante de noche. Me puse en pie y sacudí la tierra de mis vaqueros, no había sido muy buena idea sentarme en el suelo. Miré a ambas con una sonrisa - Señoritas, me temo que tengo que dejarlas. Espero que volvamos a vernos. - Me giré en busca del camino por el que había venido, lo encontré facilmente, pero antes de echar a andar me coloqué mirando a ellas de nuevo - Y no os preocupeis, estoy seguro de que llegaré sano y salvo - dije divertido. Eché a andar hacia el camino y desaparecí de su vista.

Sigo sin entender como es que no le ha pasado nada a Ethan, Lo escucho cuando decide irse, se va por un senderillo, en seguida tambien se va Tanya. Decido vigilar a Ethan para que no le suceda nada en el camino. Salto de arbol en arbol.

Llegué corriendo sin miedo de ver a nadie ya que no percibía ninguna esencia. Me paré en seco junto al lago. Me quité los zapatos y me disponía a quitarme la chaqueta cuando me dí cuenta de que se me había vuelto a olvidar coger una. Me quité los pantalones para tener más libertad al moverme y sin pensarlo me metí en el agua fría del lago. Me quedé un rato allí sumergida, inmóvil, con el único movimiento de mi blusa suelta. Finalmente decidí salir por si venía alguien, si algún humano me veía sumergida allí mucho rato, se daría cuenta de que algo fallaba. Salí del agua empapada, el pelo me chorreaba y la camiseta se me pegaba al cuerpo. Miré el cielo encapotado, apostaría que tarde o temprano iba a llover, pensé. Me tumbé en el suelo reproduciendo en mi cabeza una y otra vez cada palabra de lo que había ocurrido en la casa Swan.

Era oscuro ya y mi camiseta y mi pelo estaban completamente secos. ¿Cuánto tiempo había estado aquí? pensé. Había estado toda la tarde pensando en él, tenía que volver a verle... Me levante, se podría decir que estaba exhausta de haber estado tantas horas abstraída por un mismo motivo. Observé mi camiseta, estaba bastante arrugada, por lo que decidí pasar por casa antes de seguir con mi vagabundeo. Me puse los pantalones y los zapatos y me fui para llegar lo antes posible.

Entré con Alice de la mano y una sonrisa en mi rostro. La noche estaba oscura y la luna llena se reflejaba en la superficie del lago. LA temperatura era agradable, algo extraño en Forks, pero parecía que la suerte iba a sonreirme esta noche.

Llegué con Ethan de la mano. La noche era perfecta. "¿Y cómo piensas convencerme de que entre en el lago?" le pregunté a Ethan con voz sensual

- No tenía pensado convencerte - dije con una sonrisa traviesa. La cogí en brazos y me descalcé, me metí en el lago con ella, cuando estuvimos a la profundidad adecuada la bajé suavemente, agarrándola de la cintura. - ¿Qué te parecen mis métodos? - pregunté divertido.

"¡Malísimos! mis zapatos se están mojando..." dije divertida. Me salí del lago y me quité los zapatos y los pantalones, quedándome con la blusa larguita que llevaba. "¿Te gustan los míos?" le dije mientras volvía a entrar.

Me quedé mirandola cuando salió del lago, observé cómo se descalzaba y se quitaba los pantalones, con la sonrisa instalada en la cara. Cuando estuvo de nuevo junto a mí, agarré otra vez su cintura, acercando mi cuerpo al suyo - Me encantan tus métodos.

"¡Oh! ¿el chico orgulloso dice que mis métodos son mejores que los suyos? no me lo puedo creer..." pasando mis brazos por su cuello y acercándome más aún.

- Ya sabes qué hacer la próxima vez que mi orgullo salga a relucir - dije divertido - Además tengo que reconocer que esta vez te has lucido - dije con una sonrisa. Me quedé mirandola, estaba preciosa a la luz de luna, acerqué mi rostro al suyo y la besé, con ganas, deseaba sus labios.

Escuché lo que me dijo y le contesté: "No se por qué tenía el presentimiento de que te gustaría mi plan...". Me pilló por sorpresa que me besara así, pero logre calmarme y corresponderle con las mismas ganas.

Me separé para poder mirar sus ojos - Estás guapísima con esta luz - dije sincero. Subí una de mis manos por su espalda y la posé en su cuello, acariciando su mejilla con el dedo gordo.

Escuché lo que me dijo y bajé la mirada algo avergonzada pero con una amplia sonrisa. "Siempre tienes la frase perfecta, ¿eh?"le dije volviendo a mirarle. Llevé una de mis manos a su mejilla lentamente acariciando cada centímetro de su piel que mi mano tocaba. "Espero que mañana te acuerdes de este momento" le susurré "aunque si no lo haces, no me importará volverlo a repetir"

- Sólo cuando tengo la musa perfecta - dije con una sonrisa. Cojí la mano que tenía en mi mejilla y la besé en el dorso suavemente. - Yo tambien espero recordarlo - comente esperanzado - aunque si tengo que olvidarlo para que se repita... - sonreí divertido. Metí la mano que tenía en su espalda bajo la blusa, acariciando su piel.

No pude evitar que una sonrisa dibujara mi cara al escucharle. Noté sus labios sobre mi mano y quise guardar este momento en mente tan pefecto como lo veía ahora. Me reí divertida con su comentario. Noté su mano en mi espalda y no pude evitar estremecerme.

Volví a besar sus labios, esta vez con lentitud. Subí mi mano por su espalda, acariciando cada centímetro de su piel. Su temperatura seguía siendo demasiado baja, pero ya había aprendido a pasarlo por alto, en cambio el tacto suave de su piel aún me traía loco.

De nuevo su esencia inhundaba mi boca. Bajé mi mano por su pecho acariciándolo para luego pasarla por su espalda. Bajándola lentamente hasta meterla bajo su camiseta mojada. Su piel era tan cálida. Ya no tenía el control de mi cuerpo, en mi mente sólo estaba él.