Sala de estar.

Suspiré y me abracé a ella - No pasa nada, siento haberme puesto así - dije acariciando su pelo. Sentía un nudo en el estómago, no podía soportar verla mal - Ya te he dicho que no me gusta estar enfadado - dije con la esperanza de que ella se sintiera mejor. - Ya está, ¿vale? Olvidemos el tema.- Cogí su rostro con las manos y besé su frente - No quiero que estés mal.

Al principio me limité a decirle que sí con la cabeza. No me atrevía ni a mirarle a la cara... Había sido tan egoista con él... y sin embargo él tan bueno conmigo... "Lo siento de nuevo, no era mi intención presionarte...


Fdr. siento las pausas oy mi día está lleno de percances , vuelvo en 10 min

- Me temo que sí era tú intención - dije con una sonrisa - Pero lo entiendo, a la gente no le gusta que la dejen plantadas sin ninguna razón. - De verdad la entendía, no era algo que la gente normal hiciese, pero claro, yo no era normal. Y aún así ella estaba conmigo, a pesar de que yo no fuera normal, ella seguía a mi lado, tenía que perdonarla cualquier cosa que hiciera.

"Por favor, no me lo perdones tan fácilmente... me hace sentir peor persona de lo que he sido...". ¿Cómo podía ser tan comprensivo después de lo que había pasado? "Al menos ya te he demostrado que no soy perfecta... Dime algo que pueda hacer para intentar equilibrar la balanza... me siento fatal..."

Escuché lo que decía ¿que la dijera algo? La miré confuso - ¿Qué quieres que te diga? - pregunté - No puedo decirte nada malo - No me gustaba que ella se sintiera mal, y menos hacerla sentir mal yo. Y lo que la había dicho era verdad, casi nunca me enfadaba, me parecía poco productivo, prefería pasar el tiempo que tenía con ella de cualquier otra manera.

"Quiero decir, que si hay algo que pueda hacer por tí, me gustaría compensarte por haber sido tan comprensivo..." contesté

- Dejar de estar así - dije mirándola con una sonrisa - Sólo quiero que sonrías - besé su frente, inspiré su olor, me encantaba, podía pasar horas perdido en él. Volví a mirar sus ojos - Sigues siendo perfecta a pesar de todo - bajé las manos en su cintura. Me acerqué lentamente a besarla, deseaba sus labios.

"Qué difícil me lo pones... ¿No podrías haberme pedido un coche nuevo o algo así?" dije divertida. Ví que se acercaba y subí mis manos a su cuello mientras terminaba de acortar la distancia que quedaba entre nuestros labios, dándole un beso tranquilo, disfrutando de sus labios... Me dió la sensación de que llevaba mucho tiempo sin ellos...

Acerqué más mi cuerpo al suyo, me encantaba volver a tenerla cerca, poder disfrutar de ella de nuevo. Me separé mirandola - Aún no me has dado mi sonrisa - dije divertido - Aunque ahora que lo pienso... igual es mejor un coche - puse cara pensativa.

"¿Ferrari o Porsche?" contesté con una sonrisa. Pasé mi mano por debajo de su camiseta y empecé a acariciar su espalda. ¡Qué estúpida he sido! hubiese sido mucho más fructífero haber dejado mi carácter a un lado... pensé

Miré al techo pensativo - Mmm ¿cuál crees que es mejor? Yo creo que me pega más un Porsche, es más elegante - contesté divertido. Noté su mano por mi espalda, lo que hizo que sonriera. Puse mis manos en su cadera, pegándola a mí. Por fin estábamos bien de nuevo, por fin podía disfrutar de ella, claro que sin pasarme.

"¿Otra vez leyendo mi mente? Prefiero Porsche con diferencia. ¿Lo quieres para algún día concretamente?" contesté divertida. Pasé una de mis manos por su hombro acariciándole.

- Es que tu mente me encanta - la besé la frente - Cuanto antes mejor, esta claro. - dije siguiendo la broma - Que sea negro metalizado, es el color que más me gusta - Metí una de mis manos bajo su camisa, acariciando su espalda, su tacto frio hizo que se me erizaran los pelos del brazo, esa sensación me gustaba.

"Tengo una mente demasiado perversa como para que te guste... No creas que no he anotado que te debo un Porsche... ¿Ves? si al final sales ganando con mi enfado...". Ví como se le erizaba la piel y aparté rápido mi mano. "Lo siento, estoy demasiado fría..."

- Ya ves, tengo unos gustos extraños - contesté con una sonrisa - Bueno, el Porsche te lo perdono, pero a cambio me quedo contigo - la apreté fuerte contra mí. Noté cómo quitaba su mano - No vuelvas a hacerlo - la reñí - quiero que tus manos estén sobre mí cada segundo. Cogí sus manos y volví a colocarlas rodeando mi cuerpo.

"Lo de tus gustos extraños ya lo sospechaba... te gusta estar conmigo... ¡No sabes aprobechar las oportunidades! a mí ya me tienes desde hace tiempo..." contesté divertida. Sonreí cuando volvió a poner mis manos en su cintura. "Dicho y hecho"

- Ves, ya te he demostrado que tengo un gusto horrible - eché a reir. Escuché lo que dijo - Así que te tengo... - dije sensualmente - No es la imprensión que me das... tendrás que hacer algo para convencerme - dije para picarla. Me quedé mirándola sonriendo de lado.

Me acerqué lentamente a él mientras le decía: "¿Qué no te lo demuestro? si yo te trato perfectamente, ¿Cómo puedes tener queja de mí?". Me acerqué a su cuello y le di un ligero beso. "¿Mejor?" le pregunté divertida.

Fdr: Lo sientooooo, tengo q irme otra vez... mira si ves ya q tas artico vete, q no pasa na, yo volveré en unos 20 minutillos... Sorry!!

Noté cómo se acercaba a mí y sonreí. Sentí su beso en mi cuello - ¿Eso es todo? - pregunté divertido. Cogí su rostro y la besé con pasión, después me separé - Esto está mejor - sonreí ampliamente.

FDR: Traquila, no te preocupes.

Noté su beso y se lo devolví con las mismas ganas. Deseaba sus besos... "Es que necesitaba inspiración, hoy estoy poco acertada..." dije divertida. Lo senté en el sofá y me senté encima de él con mis rodillas a cada lado de su cintura. "¿Ves? ya empiezo a estar inspirada..."

Fdr: Lo siento de nuevo y gracias por esperar!! es q llevo un día de perros ¬¬

Sonreí cuando oí lo que decía. Me dejé llevar cuando me sentó en el sofá, al ver que se sentó sobre mí una sonrisa pícara cruzó mi rostro. Puse mis manos en sus caderas - Sí, parece que lo vas pillando - acerqué mis labios a su cuello y empecé a darle besos - No me digas que esto no es mejor que un Porsche - susurré a su oído entre besos.

Cerré los ojos disfrutando al máximo de sus besos, me volvía loca. Sonreí ligeramente cuando bormeó, estaba muy concentrada en sus besos. Cogí su rostro y le besé con ganas, saboreando sus labios

Respondí a sus besos concentrándome al máximo. Después de lo que había pasado esta tarde los había echado de menos. Bajé mis manos por sus piernas, acaricié sus muslos con suavidad, me encantaba estar así de bien con ella, poder disfrutar de su cuerpo.

Noté sus manos en mis muslos y me estremecí. Enredé una de mis manos en su pelo mientras con la otra acariciaba su pecho perfecto, repasando cada parte una y otra vez.

Sentí su mano por mi pecho, estaba seguro de que podía sentir mi corazón latiendo desbocado. Subí mis manos por su cuerpo, metiendolas bajo su camisa, acaricié su espalda de arriba a abajo.