Sala de estar.

"Bueno, si esi te divierte más..." contesté divertida

- No es más divertido, pero sí más interesante - dije sonriendola. Me levanté y la miré girando la cabeza para verla desde todas las perspectivas, le coloqué las manos sobre el regazo y arreglé su pelo, como si la estuviera preparando para una foto. Me levanté y me senté en otro sofá, me quedé mirándola con una sonrisa - Sí, mucho mejor. - sentencié divertido. Puse la manos tras la nuca y adopté una postura cómoda.

Miré extrañada lo que hacía... Definitivamente tenía algún transtorno... pensé. Ví como se sentaba y escuché su comentario. Enseguida moví mi pelo, a pesar de que lo había dejado perfectamente, y me tumbé en el sofá boca abajo pero mirándole. "Más para mí..." dije con una sonrisa.

Seguí mirándola - Me parece bien que estés tan cómoda - dije divertido - la verdad es que estos sofás tienen buena pinta - me tumbé boca arriba en el sofá en el que estaba. Volví a mirarla a ella - Estoy seguro de que este sofá es más cómodo - dije con la intención de que se viniera a donde yo estaba.

"No sé si lo recuerdas... pero vivo aquí... Los he probado todos..." contesté divertida destrozando su intento de hacerme ir hacia él.

- Sí, pero este sofá lo has probado cuando yo no estaba aquí - dije con una sonrisa - Ahora es mucho mejor - alcé la cabeza orgulloso.- Pero si tú prefieres quedarte ahí, disfrutaré de este estupenpendo sofá yo solo - puse las manos tras la nuca y cerré los ojos mirando al techo, como si no me importara que ella estuviera lejos, como si estar sólo en ese sofá sin ella fuese increible. Aunque lo único que quería es que ella estuviera junto a mí.

"Te advierto que no voy a ceder a tu ego masculino, así que si prefieres quedarte ahí... tú mismo..." contesté divertida. Hoy ya había cedido bastante... pensé.

La miré de reojo, me tocaba ceder a mí. Me levanté y fui hasta donde ella estaba, me tumbé con cuidado sobre ella, aparté su pelo y le dí un beso en la parte de atrás de su cuello - Si es que no puedo negarme a estar contigo - dije en un susurro mientras paseaba una de mis manos por su costado.

"Lo sé" dije con cierto aire de superioridad. Noté como acariciaba mi costado... me encantaba, sin embargo hoy le iba a costar más recibir algo de mí.

Sonreí - A mi tambien me gusta tu humildad - dije divertido. Metí la mano por su camisa, siguiendo la línea de su columna vertebral, acariciándola con el dedo índice, a medida que iba subiendo su camiseta subía y me dejaba ver más porción de su cuerpo. Sonreí de nuevo.

Cerré los ojos y me estremecí al notar su mano recorriendo mi espalda. Al parecer no me iba a saer nada fácil resistirme, por muy resentida que estuviese...

Al ver su espalda desnuda sonreí, empecé a darle besos por la espalda, con suavidad, lentamente. Me encantaba su cuerpo, esta parte en especial aún no la había saboreado.

Noté sus besos por mi espalda y un jadeo se ahogó en mi boca. Estás resentida, estás resentida, me recordaba una y otra vez.


Fdr. Me vuelvo a conectar en 10 minutos.

Subí de nuevo mis besos hasta su cuello, dejando mi mano sobre su cintura - ¿Has decidido que no vas a hacerme caso? - pregunté divertido. No sabía por qué apenas reaccionaba a mis besos, ¿es que aún no estaba enfadada?¿No lo habíamos arreglado? Ya me estaba preocupano de nuevo. Me separé y me senté mirándola - ¿Te pasa algo? - pregunté preocupado.

"Lo siento, soy muy cabezota... y lo de ayer me molestó bastante..." dije mientras me daba la vuelta y me sentaba para estar a su altura.

Suspiré - ¿Sigues con lo de ayer? Ya te he perdido perdón - pensé que lo habíamos zanjado, pero al parecer no - ¿Qué más quieres que haga? - pregunté algo irritado, ¿qué más quería de mí? ¿no se supone que habíamos hecho un trato?. Me crucé de brazos de nuevo, parecía que esto no iba a acabar nunca.

"Lo siento, ¿vale? soy de las de perdonar, pero olvidar... ¡Qué le voy a hacer!" dije algo enfadada cruzándome de piernas y brazos.

Vi lo que hacía, ¿así que perdona pero no olvida? Menuda suerte. Miré al techo intentando no enfadarme por sus reacciones, después de todo era culpa mía - ¿Y no puedo hacer nada para que lo olvides? ¿Vas a estar molesta para siempre? - pregunté intentando no levantar la voz, tenía que permanecer calmado si no quería que ella se enfadara aún más.

"¿Nunca has estado enfadado? simplemente deja que se me pase" dije un poco seca, me ponía de los nervios que me hicieran especificar el tiempo de duración de mis enfados...

Vale, ya había conseguido alterarme - Pues no, no suelo estar enfadado, porque me gusta aprovechar el tiempo. Pero si quieres seguir enfadada allá tú - Me puse de pie, no pensaba quedarme allí si ella estaba enfadada. Me giré bruscamente para mirarla de nuevo - ¿Es porque no te digo por qué me marché? - pregunté como último recurso.

Me levanté furiosa al ver que se iba. "¡Vaya, lo siento! no me acordaba de que tú lo hacías todo perfecto... Pero te recuerdo que fuiste tú el que se fué con un simple "Lo siento, tengo que irme". Y no, no ayuda el que no des explicaciones." dije dejándome caer de nuevo en el sofá. ¿Por qué seré tan bocazas...?

- No me vengas con esas ahora, yo no he dicho que lo haga todo perfecto - dije molesto. Escuché lo que dijo - ¿Quieres que te de una explicación? - empecé a gritar - Me agobié, vale. Era demasiado para mí, demasiado serio, demasiado formal. No pude con ello. - Cogí aire, intentando calmarme - Las chicas suelen dejarme antes de que la cosa sea seria, y me vi allí contigo, en un restaurante en el que solo había parejas. No me vi capaz de cumplir con las expectativas. - Me quedé mirándola - Ahí tienes tu explicación, ¿contenta? - No quería contárselo, me sentía mal reconociendo eso, pero ya estaba hecho. Me di la vuelta y eché a andar de nuevo hacia la puerta.

Te has lucido Alice, pensé. Bajé la mirada al suelo mientras me gritaba, me arrepentía de haber llegado a este punto. Escuché su explicación y me sentí aún peor. Era algo casi comprensible y yo me había dedicado a hacer miles de especulaciones peores... Ví que se iba y me levanté cogiéndolo del brazo. "Lo siento, soy muy cabezota, no tenía que haber reaccionado así, pero por favor, no te vayas... le supliqué.

Me giré, ya había conseguido que me alterara, no sería fácil parar ahora - Ya, lo sientes, yo te digo que hay algo que prefiero no contarte y tú te enfadas. En cambio, si hay algo que tú no quieres contarme yo tengo que aguantarme, ¿no? - dije chillando. No quería hacerlo, no quería presionarla sobre ese tema, pero no podía parar, las palabras salían solas de mi boca, y ahora que lo había dicho me sentía fatal.

Bajé la vista avergonzada cuando escuché lo que me dijo. Tenía toda la razón. "No tenía ningún derecho, lo siento de verdad". Empecé a sentir como si alguien me estuviera estrangulando, la garganta se me hacía cada vez más pequeña... Este sería uno de los momentos en los que no podría evitar ponerme a llorar... Por favor, no te vayas. He sido muy injusta y tienes todo el derecho a irte, pero por favor, quédate conmigo le supliqué una vez más cogiéndole de la mano.