Sala de estar.

Respiré bien hondo para tranquilizarme, sabía que tenía mucho carácter cuando me enfadaba, y eso no solía ayudar a arreglar las cosas... Volví mi mirada hacia él. No podía dejar el enfado de lado, pero al menos intentaría no ser cruel, puede que tuviese grandes motivos... "¿Vas a explicarme al menos qué te pasó?" dije aún seria.

Aún seguía enfadada, pero al menos ahora me miraba. Escuché su pregunta, ¿qué iba a hacer ahora? Si la contestaba puede que se enfadara más, pero si no lo hacía, igual no me perdonaba - Preferiría no tener que hacerlo, pero si es la única manera de conseguir que me perdones... - Sabía que iba a tener que contárselo, pero me venía bien algo de tiempo para afrontar la conversación con más seguridad.

Escuché su respuesta y mi cabeza empezó a chillarme de nuevo ¿Qué? ¿Sin explicaciones? Increíble... Pero por un momento me dí cuenta de que él había aceptado mi silencio en cuanto a mi secreto, sería un poco hipócrita por mi parte no respetar el suyo... Mis labios se tensaron y mi boca no quería hablar, pero al final conseguí contestarle a regañadientes "Es igual, supongo que te lo debo...". No sé si iba a poder dejarlo pasar tan fácilmente, mi carácter me mataba, pero al menos lo intentaría...

Fdr: tengo que irme un momento, voy a volver, no creo que tarde, pero si quieres irte no pasa nada.

Me quedé alucinado, ¿no tenía que decírselo? ¿Iba a dejarlo pasar? No podía creerlo, eso sí que era tener suerte. Me quedé mirándola, no parecía que me hubiera perdonado aún, no sabía qué tenía que hacer ahora. Di otro paso hacia ella, quedando frente a ella - ¿Me perdonas? - necesitaba oirlo, necesitaba saber si las cosas estaban bien - Lo siento de veras - iba a pedirla perdón todas las veces que hicieran falta.

FDR: Te debo una espera

Bajé la mirada con el ceño fruncido. ¿No era sufuciente con dejarlo pasar? ¿Tenía que decírselo tal cual?. De nuevo estaba furiosa... Levanté la mirada mientras me sentaba de nuevo en el sofá abrazándo mis piernas flexionadas. "Ya te he dicho que es igual, tu silencio por el mío, ¿no?" dije como si estuviera cerrando un trato con él.

Fdr. Gracias^^

Me quedé mirandola, seguía enfadada, no me había perdonado, pero quería dejar el tema ¿me bastaba eso a mí? Ella sólo quería dejarlo pasar, quizá era lo mejor, pero si ella seguía enfadada las cosas no serían como antes. Tenía que comprobar si eso bastaba, me senté a su lado y rodeé su cintura con mi brazo, quería ver su reacción, quería saber si todo iba ser igual que antes. Además, si aceptaba ese trato ¿me quedaría sin saber su secreto para siempre?

Asunto zanjado, pensé cuando ví que se sentaba a mi lado. Noté su brazo por mi cintura y no pude evitar mirar su brazo de reojo, como si este fuese a notar mi mirada fulminándolo y, ajeno a Ethan, fuera a apartarse... Froté mi frente con la yema de mis dedos y cerré los ojos, de veras quería calmarme... "Me duele la cabeza, voy a por una aspirina" dije mientras me levantaba, necesitaba un momento para pasar página... Fuí a la cocina. Noté mi mandíbula apretada y la relajé. Había un vaso en la encimera, lo cogí y lo apreté hasta romperlo, por suerte mi piel no se rasgaba con tanta facilidad.... ¿Por qué me molestaba tanto que no me lo contara? Definitivamente mi reacción estaba de más. Puede que sea cualquier estupidez, no debería darle tanta importancia... me decía una y otra vez. Al final volví al salón y me senté junto a Ethan "Perdona, no te he preguntado si querías algo de la cocina, ¿quieres algo? pregunté forzando a mi boca a sonreir.

Me quedé mirandola mientras se iba, sabía que no habíamos zanjado el asunto. Cuando salió de la sala suspiré, iba a tener que contarla lo que me pasó, no podía soportar que estuviera enfadada, pero no estaba seguro que contárselo fuera a arreglar el problema. Cuando volvió la seguí con la mirada hasta que se sentó junto a mí - No quiero nada, gracias - Me crucé de brazos, si la tocaba de nuevo igual me salía con que tenía que ir al baño.

Me mordí el labio con fuerza y suspiré. Apoyé mi espalda contra el respaldo del sofá y mi cabeza en su hombro, me tocaba mover ficha para calmar el ambiente. "¿Cómo has encontrado la casa? No es del todo visible..." pregunté intentando sonar despreocupada.

Noté su cabeza en mi hombro, parecía que se la iba pasando poco a poco, pasé un brazo por sus hombros, me alegraba tenerla de nuevo junto a mí. Escuché su pregunta - Ya deberías saber que no hay camino que se me resista si quiero llegar a alguna parte - bromeé. De verdad me hábía costado llegar, pero tenía que verla, era muy importante, así que al final había conseguido encontrarlo.

Noté su brazo en mi hombro. Bien, al menos el ambiente se empezaba a normalizar, pensé. Conseguí esbozar una ligera sonrisa al escuchar su broma. "Bueno, ¿qué te parece la casa?"

Al menos esta vez no se había apartado, estábamos en el buen camino - Grande - era la primera impresión que había tenido cuando había llegado. Eché un vistazo a la sala - Todo esto parece muy caro - Comparado con donde vivía yo, esto parecía un palacio. Ya me había parecido que ella tenía más nivel que yo, pero no había pensado en ello, ahora que lo hacía me hacía sentir aún menos importante a su lado.

"Vivimos muchos aquí" dije intentando dar una explicación a su impresión. "Supongo que nos hemos acostumbrado demasiado a las comodidades..." dije con una sonrisa. "¿No te gusta?"

Acaricié su hombro distraído - Al contrario, me encanta - dije con una sonrisa. No mentía me parecía una casa increible, una de las mejores casa que había visto, muy lejos de los sitios en los que yo había vivido. - Al lado de esto, el lugar en el que vivo parece una pocilga - estaba algo abrumado, ahora que ya no me preocupaba por su enfado podía prestar mi atención en los detalles. No podía creerlo, me estaba poniendo nervioso de nuevo. ¿Qué me pasaba ultimamente? Intenté calmarme, no quería cagarla de nuevo.

Eché a reir cuando escuché lo que dijo. "Son simples caprichos..." dije intentándo restarle importancia a la casa, "...pero me alegro de que te guste" añadí.

¿Simples caprichos? ¿SIMPLES CAPRICHOS??? No podía creer lo que oía, si esto eran simples caprichos... No me imaginaba el resto de la casa. Intenté no pensar en ello. - De verdad que no sé qué haces con alguien como yo - le di un beso en el pelo. Pensar que un rato antes estaba desesperado por volver a tocarla y que ahora por fin podía hacerlo me tranquilizó bastante.

"No suelo estar con la gente dependiendo de su economía, puedes estar tranquilo..." dije divertida "Me gusta valorar más otras cualidades" añadí. En mi voz no había resquicio alguno de enfado, pero sabía que eso era ahora, cuando se fuera, me tocaría exprimirme la cabeza pensando que le pudo pasar ayer.

La apreté contra mí - ¿Y qué cualidades son las que más te gustan de mí?- pregunté divertido - Mi belleza, mi inteligencia, mi sentido del humor... - empecé a enumerar orgulloso - o mi gran humildad - dije entre risas. Me alegraba poder bromear de nuevo, que el ambiente entre nosotros fuera de nuevo distendido. Sonreí, no podía evitarlo, estaba feliz de que se la hubiera pasado el enfado.

"Tu humildad, sin duda..." le contesté divertida. El ambiente estaba de nuevo como siempre, tranquilo, despreocupado, como si nada hubiera más que nosotros.

- Ya lo sabía - dije divertido. Me revolví el pelo despreocupado - ¿Qué estabas viendo en la tele? - pregunté al ver que la televisión estaba encendida. Bajé mi mano hasta su cintura, empecé a hacer círculos en su cadera, me encantaba acariciar su piel, era suave y perfecta.

Escuché su pregunta e instintivamente volví la mirada hacia la tele. Sólo la encendí para olvidar tu gran salida de ayer... estuve a punto de contestar, pero preferí que el ambiente no se volviese a tensar. Al fin y al cabo hemos llegado a un trato que también me favorece a mí, me recordé. "Nada en concreto... sólo ojeaba lo que había en cada canal..." contesté.

Claro tendrían cientos de canales, para qué molestarse en ver sólo uno. ¿Por qué me molestaba tanto que tuvieran dinero? A ver si yo iba a ser un clasista... La miré de nuevo a ella, al menos si me concentraba en ella me olvidaría del resto de la casa - ¿Y vive mucha gente por aquí? - pregunté mirandola con picardía.

"Bastante, pero como ves. no suele notarse la concurrencia... suele ser un sitio tranquilo" contesté. "No te he preguntado si querías ver algo en la tele..." dije ofreciéndole el mando distraída.

- Me alegro de que no haya mucha gente por aquí - dije con una sonrisa. Cogí el mando y lo dejé sobre la mesa - Si no te importa preferiría mirarte a ti - dije sin apartar la mirada de su rostro.