Calle Principal

Escuché lo que dijo y sonreí ampliamente. Devolví su beso de manera suave y me separé dejando que nuestros labios se rozaran, "Me alegro de que coincidamos..."

- Te quiero, hasta límites insospechados - dije perdiendome en sus ojos.

"Yo también te quiero muchísimo" contesté apoyando la cabeza en su pecho y acercándome más a él

Saqué las manos de su pantalón para poder abrazarla con fuerza. Suspiré, profundamente, no podía creer lo que teníamos.

Hice lo mismo que él y estreché el abrazo. Su pecho hacía subir y bajar mi cabeza al ritmo de su respiración. Me encantaba eso, me encantaba él

Cerré los ojos, disfrutando de la situación - Espero que nunca se te ocurra separarte de mí - dije con un hilo de voz.

"No podría separarme de lo que me da la vida..." contesté cerrando los ojos, concentrándome en él, en el momento

Escuché su respuesta y la estreché aún más contra mí. Respiré profundo, sentía un extraño cosquilleo en el estómago.

Me quedé callada, disfrutando la situación sin más.Raras veces teníamos momentos como este debido a que siempre solían interrumpirnos... No quería que acabara...

- Me gustaría que este momento durara siempre - dije abriendo los ojos, la noche estaba oscura, no recordaba la última vez que habíamos pasado tanto tiempo juntos, solos, sin interrupciones.

Sonreí al escucharle y me separé para poder mirarle, "Es justo lo que estaba pensando" contesté

- Ya lo sé, me encanta meterme en tu cabeza - respondí con una sonrisa.

"Si va a ser verdad lo de que todo se pega... Hasta los dones..." contesté entre risas

Sonreí - Espero que no todo... No me gustaría que se te pegara mi orgullo, creo que explotaría todo a nuestro alrededor - contesté divertido.

"Estoy de acuerdo contigo... El mundo tienes bastante con el tuyo..." bromeé entre risas

Negué con la cabeza divertido - Tampoco es para tanto... - dije poniendo morritos.

"¡Ay! que se enfada..." contesté cogiéndole el rostro como si fuera un bebé.

- Sí... - dije siguiendola el juego y haciendo pucheros.

Reí al ver su expresión y le dí un suave beso en sus morritos enfadados. "Con lo que yo te quiero... ¿te vas a enfadar conmigo?"

Sonreí - No podría... sería tiempo perdido - dije acariciando con suavidad su mejilla.

Sonreí al escucharle. ¿Cómo podía ser alguien tan perfecto? Y lo más intrigante, ¿Cómo alguien tan perfecto quería estar conmigo?. Me quedé callada mirándole que una sorisa boba, perdida en sus ojos

Observé que se quedaba callada - ¿En qué piensas? - pregunté con una sonrisa confuso.

"En que eres lo mejor que me ha pasado en 200 años..." contesté aún con la sonrisa estúpida en la cara

Sonreí y volví a besar sus labios, ahora era yo el que se había quedado sin palabras.

Le besé de manera dulce y suave. Sin prisa, disfrutando cada segundo que tenía sus labios junto a los míos. Acaricié su espalda lentamente con la yema de mis dedos, pasando mis manos bajo su camiseta, y dejando un frío caminito por donde pasaba