Supermercado

Dejé que sus labios empezaran a recorrer mi cuello haciendo que mi sonrisa se hiciera aún más amplia hasta el momento en el que se separó. Escuché lo que me dijo y negué divertida con la cabeza. Noté como sus manos bajaban hasta mi trasero, si antes ya estaba convencida, con esto, ya no podría perder ni un segundo más... Me acerqué de nuevo y comencé a besarle de manera desenfrenada mientras mis manos se deshacían con prisa de la chaqueta que llevaba puesta. "¿De verdad crees que iba a poder parar?" pregunté entre besos. Pasé mis manos por su cintura y empecé a acariciar sus costados intentando calmar mi prisa, intentando ocultar que el verdadero motivo de colar mis manos bajo su camiseta era que me moría de ganas por quitársela

Respondí a sus besos, siguiendola el ritmo, era el ritmo que yo necesitaba llevar, estaba totalmente fuera de mí. Noté que se quitaba la chaqueta y sonreí interiormente - Menos mal, porque yo sí que no podía aguantar sin esto - sentí sus manos por dentro de mi camiseta, agarré el borde de esta y tiré hacia arriba, quitándomela con rapidez, la lancé por ahí sin fijarme en donde caía. Volví a besarla, con más ganas aún, ni siquiera quería pasar unos segundos lejos de sus labios. Mis manos volvieron a colocarse en su trasero, pero poco a poco fueron bajando por sus piernas, colándose por debajo de su vestido, para poder acariciarla como de verdad quería hacerlo..

Escuché lo que dijo y sonreí satisfecha. "¿Seguro? No me ha quedado claro con eso de que sobornaras al chico del super para que nos dejara entrar en el almacén..." comenté divertida, me encantaba que fuera tan impulsivo. Me quedé embobada con una sonrisa al ver como se quitaba la camiseta, su cuerpo me volvía loca, y saber que tenía las mismas ganas que yo aún más... Bajé mis manos por su tripa, hasta llegar a su pantalón y comencé a desabrocharlo con la misma prisa. Noté sus manos bajando hasta mis muslos y mi respiración empezó a acelerarse. Comencé a andar empujándole hasta un estante que había tras él sin dejar de besarle, unas cuantas cajas tambalearon, pero yo solo podía pensar en él

- Habría sobornado a quien hiciera falta para poder disfrutar de ti - contesté entre besos. Noté cómo sus manos bajaban por mi tripa y cómo desabrochaban mis pantalones. Me encantaba sentirla tan ansiosa por tener lo que ambos tanto deseábamos. Dejé una de mis manos en su trasero mientrras la otra subía por su cuerpo en busca de la cremallera, Enseguida su vestido dejó de ser una molestia, y pude acariciar su cuerpo desnudo con mayor libertad. Una de mis manos volvió a su trasero, agarrándolo con fuerza, y la otra subía por su cuerpo, hasta llegar a su pecho. Mis besos bajaron por su cuello, dandole pequeños mordiscos, recorriendolo con desesperación.

Sonreí al escuchar su respuesta antes de volver a besarle de manera desesperada. Terminé de deshacerme de sus pantalones mientras notaba como mi vestido caía al suelo. Comencé a jugar con el borde de su ropa interior, hasta que finalmente, pasé mis manos por su cintura para hacer que se colaran por ella, agarrando su trasero con fuerza. Noté como una de mis manos subía hasta mi pecho, y como sus labios recorrían desesperados mi cuello. "Me estás volviendo loca..." susurré junto a su oído

Noté sus manos por dentro de mi ropa interior - Tú sí que me vuelves loco - contesté con la respiración totalmente descontrolada. La mano que estaba en su trasero imitó a las suyas y terminó colandose por su ropa interior, y la otra se paseaba por su espalda,. Desabroché su sujetador con una sola mano. Paseé mis besos por su hombro, agarré el tirante de su sujetador con los dientes y lo descilé. Pasé mis besos por el otro lado de su cuerpo para repetir la operación. Bajé mis besos por su pecho, disfrutando de cada centímetro de su piel.

Sus manos colándose por mi ropa interior hicieron que instintivamente me acercara aún más a él. Noté su mano subiendo por mi espalda, en busca del cierre de mi sujetador, y no pude evitar sonreir. "¿Buscas algo?" pregunté de manera pícara. Dejé que sus dientes se deshicieran de los tirantes de mi ropa interior con esa sonrisa pícara aún instalada en mis labios. Me encantaba la manera en la que hacía todo. Mi respiración se agitaba con cada beso que bajaba por mi pecho, disfrutando de la huella caliente que estos dejaban sobre mi piel helada. Quemaban de la manera más dulce que podía imaginar, haciendo que necesitara notar ese quemazón de manera constante

Era increible sentir su cuerpo tan pegado a mí, el contraste de su fría piel con la mía. Mis manos recorrieron de nuevo su cuerpo, disfrutando de esa sensación, acariciando cada centímetro de su cuerpo. Mis besos volvieron desesperados a su boca mientras giraba para apoyar su espalda en la estantería. Me separé durante unos segundos para quedarme mirando sus ojos, mientras mis manos se deslizaban por sus costados hasta llegar a su ropa interior, deslizandola lentamente. Mis ojos empezaron a recorrer su cuerpo, mirándola con deseo, provocando que una sonrisa pícara cruzara mi rostro. Volví a besarla con más ganas, si eso era posible, acercando mi cuerpo al suyo, sin dejar ni un centímetro entre nosotros. Pasé mis besos por su cuello, saboreando su piel, subí hasta su oído a base de mordiscos - Te deso... - susurré casi sin aliento.

Contesté a sus besos de la misma manera desesperada mientras me dejaba girar hasta quedar apoyada sobre la estantería. De pronto sus besos me faltaron, mantuve su mirada mientras notaba como sus manos bajaban lentamente por mi cuerpo, estremeciéndome a cada paso que daban, y haciéndolo aún más cuando mi ropa interior cayó al suelo. Bajé la cabeza junto con mi ropa, mientras mi labio quedaba preso entre mis dientes. Podía notar su mirada clavada en mi cuerpo desnudo, repasando cada una de mis curvas, lo cual me hizo sonreir de deseo, Elevé de nuevo mi mirada haciendo que se cruzara con la suya, mostrándole las ganas que tenía de él. Enredé una de mis manos en su pelo mientras sus labios se acercaban de nuevo a mí. "Yo también te deseo. Te deseo ahora" contesté a su susurro de la misma manera entrecortada

Observé cómo se mordía el labio, me resultaba de lo más sexy y excitante, pero no tanto como escuchar sus palabras. Me quité lo único que llevaba puesto, con prisa, mucha prisa. Yo la deseaba y ella a mí. La agarré del trasero, levantándola del suelo, coloqué una de mis manos en su pierna, haciendo que me rodeara con ella. Entré dentro de ella, totalmente desesperado por sentir ese placer. Mis besos en su cuello se convirtieron en pequeños mordiscos que pasearon por su hombro.Empecé a moverme despacio, dejándola sentir cada movimiento. Volví mis besos a sus labios, necesitaba sentirlos entre los míos. La besé con pasión mientras mis manos agarraban su trasero cada vez con más fuerza, sin darme cuenta de ello. Volví con mis besos a su cuello, subiendo hasta su oído, encerré el lóbulo de su oreja entre mis labios, antes de inundar el lugar con mis gemidos.

Rodeé su cintura tal y como me ordenaban sus manos, yo tampoco podía esperar ni un minuto más. Pasé una de mis manos a su espalda para sujetarme con fuerza mientras la otra seguía jugando con su pelo. Noté como entraba dentro de mí haciendo que de mi boca se escaparan tímidos gemidos. La manera tranquila de sus movimimentos hizo que le deseara aún más cada segundo, agarrando con fuerza su espalda para acercarle lo máximo a mí. Ladeé mi cabeza dejando que sus mordiscos recorrieran mi cuello con libertad, disfrutando de cada uno de ellos, mientras sus gemidos se agolpaban en mi oído haciéndome olvidar toda la situación, concentrándome sólo en él, en su cuerpo, en sus manos agarrando mi trasero, en las mías arañando su espalda... "Me vuelves loca" conseguí susurrar entre jadeos.

Sus palabras me excitaron más aún, ya no podía controlar mi deseo, mi cuerpo había empezado a seguir sus propias órdenes, el ritmo lento que yo había marcado había empezado a acelerarse sin que yo pudiera evitarlo - Tú sí que me vuelves loco... Increiblemente loco... - las palabras salieron de mi boca en apenas un susurro, pero ella habría podido oirlas incluso si mis labios no estuvieran tan cerca de su oído. Sus manos arañando mi espalda me dejaban claro su deseo. Mi boca volvió a recorrer su cuello con besos y mordiscos, con mi aliento descontrolado chocando contra su dulce y fría piel

Subí mi mirada al cielo dejando que mis gemidos inundaran el almacén. Notaba sus ardientes labios bajando por mi cuello, bajando cada vez más. Me encantaba lo que hacía, como me hacía completamente suya. Necesitaba saborear sus labios, quería notar su aliento dulce mezclándose en mi boca. Desenredé los dedos de su pelo y acerqué sus labios a los míos para besarle con pasión. Me volvía loca jugar con su labio, apresarlo entre los míos, pasar mi lengua por ellos y besarlos una y otra vez de manera descontrolada.

Correspondí a sus besos, saboreando sus labios, dejandome llevar por sus deseos. Mi mano subía lentamente por su tripa, acercándose a su pecho, hasta empezar a jugar con él. El deseo crecía dentro de mi, mi cuerpo se movía cada vez más deprisa, volviendome loco con sus gemidos - Alice.. - susurré excitado, acaparando sus labios entre los mios, besandola con pasión.Mis gemidos quedaban ahogados por su boca mientras nos fundiamos en un apasionado beso, su cuerpo estaba completamente aprisionado entre la estantería y yo, podía sentir cada una de sus curvas pegadas a mí, volviendome loco.

Su mano empezó a acariciar mi cuerpo, el cosquilleo de su mano subiendo por mi tripa, acercándose cada vez más a mi pecho, hacía que me excitara al máximo. Notaba como sus movimientos se aceleraban más y más, y cada parte de mi cuerpo se estremecía con él. Su cuerpo ardía contra el mío, su corazón golpeaba mi pecho haciendo que los latido resonaran en mis oídos, acelerándose con nosotros. "Ethan..." contesté a su susurro con la misma excitación antes de volver a sus labios de manera desesperada, ahogando mis gemidos con los suyos.

Mi mano bajó de nuevo a sus caderas, escuchar mi nombre salir de entre sus labios, expresando el placer que la estaba haciendo sentir, me excitó aún más . Ya no controlaba mi cuerpo, el placer se había adueñado completamente de mí, ya no podía pensar en nada que no fuera su cuerpo pegado al mio, el frio de su piel que casi quemaba la mia. Mis labios se separaron de los suyos en busca de aire, se deslizaron por su cuello, llenandolo de besos y bañándolo en mi aliento.

Subí de nuevo mi mirada mientras dejaba que sus labios pasearan libremente por mi cuello. Conseguía hacerme perder la cabeza, que todo a nuestro alrededor desapareciera. Sólo era consciente de sus manos recorriendo mi cuerpo, sus jadeos envolviendo el ambiente... Sólo podía pensar en él... Notaba como el deseo me desbordaba, como se apoderaba de cada parte de mi cuerpo. Mis manos volvieron de nuevo a hundirse desesperadas en su espalda. "Ethan..." volví a susurrar totalmente fuera de mí.

Noté sus manos en mi espalda y me pequé aún más a ella, mi boca repasaba su cuello, escuché de nuevo mi nombre, mi boca se cerró en su cuello, mordiendo esa parte que tanto me gustaba recorrer. Un gemido se escapó de entre mis labios, llegando directo a su oído. El placer inundaba toda la estancia, ya no me importaba donde estábamos ni cómo habíamos terminado allí, solo me importaba ella y nuestro placer. Sentí como la excitación llegaba al punto más alto, llegando al extasis.- Alice - repetí, sta vez más fuerte. Mis movimientos se fueron calmando hasta quedarme todalmente quieto, con la cabeza apoyada en su cuello.

Escuché su gemido junto a mi oído, me encantaba eso... Su cuerpo se descontrolaba, su corazón latía desbocado contra su pecho y yo me volvía loca. Notaba como llegaba al clímax mientras él volvía a llamarme y dejé que de entre mis labios escapara un gemido que resonara en el almacén. Mis suspiros se agolpaban al salir de mi boca convirtiéndose en jadeos. Apoyé mi cabeza en su hombro y dejé que mi la tensión de mis manos se relajara, pasando a ser caricias en su espalda

Podía notar sus caricias en mi espalada, deseaba pasar allí horas. Pero desgraciadamente nos encontrábamos en un lugar en el que no debíamos estar y había perdido la cuenta del tiempo que llevábamos allí - Tenemos que irnos... -susurré antes de darle un último beso en el cuello. Me separé de ella unos centímetros, mirandola con una sonrisa, ella me volvía loco. Junté mis labios de nuevos a los suyos, recuperando la dulzura que había perdido entre tanta pasión. Me separé de nuevo en busca de mi ropa, lanzando miradas furtivas a su cuerpo mientras se vestía - Jamás pensé que lo haría en un supermercado - comenté divertido al terminar de vertirme, mientras la esperaba.

Me gustaba estar así, tranquilos, como si el mundo hubiera parado para nosotros. Pero entonces oí su voz, no me apetecía, pero tenía razón, no era el lugar adecuado... Devolví su sonrisa mientras se alejaba de mí y busqué con la mirada mi ropa. Escuché lo que decía y eché a reir. "Creo que tampoco yo lo tenía pensado..." contesté mientras terminaba de vestirme. Me acerqué de nuevo a él y rocé su mejilla con el dorso de mi mano. "Pero me encanta que sea así... Me encanta que sea contigo..." añadí perdiéndome en sus ojos

-Seguro que lo tenías todo planeado... - bromeé. Sentí su caricia y sonrei, cogí su mano para besarla con dulzura - A mí tambien me encata... Me encanta todo, pero contigo - Conteste mientras bajaba nuestras manos unidas y salíamos de allí.