Gruta subterránea

Volví a mirar sus manos, alí no había nada, me quedé mirandola con el ceño fruncido - Nada...... - contesté desconfiado.

Solté una risita mientras acomodaba mi cabello, que hasta ese momento había tenido amarrado a una coleta, por lo que la solté. Ladeé ligeramente la cabeza y vi el estanque de agua que había. -Bueno, ¿tu que has hecho en todo este tiempo?- le pregunté a Ethan para que no se formara un silencio incómodo; y solo habíamos hablado de Alice...

- Ya sabes, yo he seguido con mi monótona vida - contesté con rintintín, recordando lo que ella había dicho minutos atrás - ¿Y tú? - pregunté.

Me encogí de hombros -La mía es más monótona, creeme -le dije con tono dramático. Ciertamente, no había efectuado una gran variedad de actividades ultimamente...

Miré el reloj, era muy tarde, y yo aún tenía que regresar hasta casa - Creo que voy a marcharme ya.... - dije levantandome de la piedra en la que me había apoyado - Nos vemos otro día - me despedí.

-Adiós -le dije con una sonrisa. -Supongo que nos vemos después- le dije encogiéndome de hombros. Me quedé un rato ahí, pero a la larga tuve que salir.

A que lugar habia llegado, era de ensueño... no sabias que habia abajo realmente ya que el techo se reflejaba en la cristalina agua que parecia un espejo.... me acerco al agua me quito las botas que cargaba.... me siento la toco estaba un poco fria.... estaba casi oscuro el lugar pero habia una luz que no sabia de donde provenia que hacia que se pudiera observar todo el interior....

Se escuchaba el goteo del agua, en que parte sera ese... me intrigaba el sonido... comienzo buscar de donde provenia, al momento de levantarme siento el piso frio y un poco molestoso para mis pies, me coloco las botas... y sigo mi busqueda... era como una excursion en el lugar

Consegui el sonido que buscaba era una corriente de gotas que salia de la misma piedra... como si estuviera hueca y llena de agua... era extraño verlo... me di cuenta que ya era tarde, retrocedi el camino recorrido para volver al punto de inicio... tuve que encender la luz de mi telefono ya que la luz externa que hacia que todo se alumbrara ya casi estaba extinta... sali de alli directo a casa

Había oído hablar de este sitio, pero nunca antes desde que estaba en Forks me había decidido a venir. Después de deambular por la zona, finalmente la encuentro. Me quedo observándola durante unos minutos, era tal como me la habían descrito. Sonrí satisfecha al haber decidido venir, me gustaba el sitio, y últimamente siempre frecuentaba los mismos. Comienzo a encaminarme hacia ella con paso decidido. Me siento frente al límite que marcaba el agua y dejo que mi vista se pierda observándolo todo con detalle

Había decidido volver a aquél lugar, me había empeñado en disfrutar de él en soledad, escuchando el eco que causaba el movimiento del agua. Entré teniendo cuidado, apoyando mis manos en la pared rocosa, pero finalmente me resbalé, no podía evitarlo, siempre sería el que no puede siquiera mantenerse de pie sin sufrir un accidente. Me pusé de pie rápidamente, y empecé a sacudir el polvo de mi ropa. Solté un quejido de dolor y miré mi mano derecha, me había torcido la muñeca, estaba seguro, había aprendido a distinguir esas cosas. Suspiré, aliviado en el fondo porque me hubiera pasado estando solo.

Escuché que alguien llegaba a la cueva. Me sorprendió bastante coincidir con alguien en un sitio así, no era el típico sitio al que vas a la hora del café... Olfateé un poco el ambiente, pero la persona aún estaba alejada y el ambiente húmedo me dificultaba el poder determinar de quién se trataba, o al menos de si podía ser alguien peligroso, por lo que preferí mantenerme callada y expectante por el momento. Escuché el rodar de unas cuantas piedras y el consiguiente quejido de alguien. Su voz me fue muy familiar, pero un quejido lejano no me era suficiente para saber quién era. Me puse en pie con la vista fija al sitio de donde había venido el ruido y esperé a que mi vista lograra ver de quién se trataba

Me masajeé la muñeca unos segundos, constatando su estado, tenía que decidir si quedarme o ir al hospital. Obviamente decidí quedarme, no me había roto nada, no era nada importante. Terminé de arreglarme la ropa como pude, tampoco me importaba que no quedara perfecta. Eché a caminar hacia el interior de la gruta, esperando no caerme una segunda vez, porque eso sí sería un problema, ya que mi mano no estaba del todo bien. Estos pensamientos desaparecieron completamente cuando vi que no estaba solo dentro de la gruta, que allí había una persona, que miraba espectante el lugar por el que yo acababa de aparecer. Era Alice.

Instintivamente andé unos pasos lentos hacia la oscuridad y comencé a vislumbrar la silueta de un chico, y un chico conocido. Aseguré mis pasos y me acerqué a él con la sonrisa ya instalada en el rostro. Esta última temporada apensa nos habíamos visto, entre los proyectos que llevaba y los viajes que había tenido que hacer para asegurarme de que marchaban bien, habíamos tenido que tirar del móvil para poder seguir sabiendo el uno del otro. "Ethan, ¿qué haces aquí?" pregunté cuando iba acercándome hasta llegar a él, sin pensar en que mi voz de la nada podría sobresaltarle.

Me había quedado totalmente en shock al verla, no me la esperaba, ni siquiera sabía qué hubiera vuelto del último viaje. Escuché su pregunta, aún perplejo - No, ¿qué haces tú aquí? - Mi voz sonó un tanto brusca, hasta que recordé que se me había acabado la batería del movil aquella mañana, y que no había podido cargarle aún. Mi rostro se relajó y di un paso hacia ella - Me alegro de que estés aquí - dije en un tono mucho más suave, el que tenía que haber usado desde el principio, porque fuera como fuera, la había echado de menos, y ahora estaba aquí.

Llegué hasta él emocionada hasta que escuché lo que me dijo, haciendo que me parara en seco, sorprendida por ello. "No conseguí localizarte para avisarte de que venía... Lo siento..." me disculpé. Realmente tenía derecho a estar enfadado, no le había dedicado todo el tiempo que me hubiese gustado, y mucho menos todo el tiempo que se merecía. Observé como se acercó a mí y me relajé, no quería hacerle enfadar, después de las ganas que tenía de volver a verle... "Te he echado de menos..." dije con una tímida sonrisa volviendo a resurgir en mis labios

Escuché sus disculpas, sabía que no había sido culpa suya, si no de mi perjudicada memoria. - No te preocupes, ha sido culpa mía, no debí olvidarme de cargar el movil. - Estos días había estado totalmente pendiente del móvil, siempre cargado, siempre a mano, siempre esperando una llamada suya. Coloqué la mano buena, la izquierda en su cintura y besé sus labios suavemente, un beso corto. - ¿qué tal todo por allí? ¿Mi arquitecta ha puesto orden? - pregunté divertido, había intentado que no se notara que lo pasaba tan mal con sus viajes, aunque no estaba del todo seguro de que estuviera funcionando.

Sonreí más ampliamente cuando noté su mano en mi cintura y me pegué más a él. "El hotel me está trayendo muchos problemas... Estoy deseando terminar ese proyecto..." contesté dejando escapar un suspiro. "No he dejado de tenerte en mente... Estoy cansada de viajes..." añadí subiendo mi mirada hacia él y pasando mis manos tras su cuello rodeándolo

Sonreí cuando se acercó más a mí, aunque perdió fuerza cuando escuché su respuesta, aún tendría que volver, tendría que marcharse de nuevo. Intenté que la sonrisa volviera, aunque sus palabras no ayudaban - Bueno, algún día terminarás y podremos disfrutar de un montón de tiempo juntos - Deslicé mi mano hasta la parte baja de su espalda y la pegué totalmente a mí - Yo tampoco he podido dejar de pensar en ti. Deseando que llegara el momento de poder hacer esto - dije mientras acercaba mis labios a los suyos, besándola, deseaba sus besos. Me separé con una sonrisa - Te quiero.

Noté como se perdía su sonrisa al decir que aún no había terminado. Me puse de puntillas y le dí un beso en la mejilla. "Lo siento... últimamente no he estado contigo tanto como debería, pero estoy algo agobiada con este proyecto..." me disculpé. "No sé como sigues conmigo... Te quiero". Besé sus labios de manera tranquila, y en ese momento escuché a alguien allí, pero era nuestro momento, no lo iba a estropear. Se separó y me quedé embobada viendo su sonrisa, no sabí cómo había aguantado tanto sin estar con él. Ví que alguien se acercaba y pasaba por nuestro lado. No la reconocí a primera vista, pero ví que no tenía buena cara, aún así, no la conocía, no era de mi incumbencia, por lo que no le presté demasiada atención. "Buenas noches" saludé de soslayo y volví a centrarme en Ethan

Escuché sus disculpas, ya sabía que esto iba a ser difícil, pero no imaginaba que tanto, que pasaría tanto tiempo lejos de mí, pero eso no era lo que iba a decirle a ella. - No importa, lo entiendo, es importante para ti, tienes que hacerlo - quité la mano de su espalda y la subí para acariciar su mejilla - Nunca podría dejarte, me tienes totalmente enganchado. - Escuché a Alice saludar a alguien, estaba tan absorto con ella que no me había dado cuenta de que había alguien más allí, ni siquiera sabía si estaba allí cuando había llegado o acababa de aparecer - Buenas noches - saludé al igual que Alice.

Cada vez me era más difícil separarme de él, cada vez me costaba más. "Tú sí que eres importante para mí, y no lo estoy haciendo bien contigo..." contesté. Me acerqué más a él, bajé las manos hasta su cintura y estreché el abrazo hundiéndo mi cara en su pecho. Inspiré profundamente su esencia y casi llegó a ser dolorosa al pasar por mi garganta, me recordó a cuando le conocí y no pude evitar sonreir. Me resultó un dolor realmente placentero, había pasado demasiado tiempo sin tenerle tab cerca.

- No te preocupes por mí, puedo aguantarlo, sólo quiero que seas feliz y hagas lo que te haga feliz - respondí mirandola a los ojos. Respondí al abrazo, colocando ambas manos alrededor de su cuerpo, ignorando el dolor que desprendía mi muñeca, en ese momento sólo me importaba ella, su cuerpo junto al mío, al fin la tenía cerca después de tantos días. Apoyé mi barbilla sobre su cabeza, inspirando el olor de su pelo, ese que tan loco me volvía, el que tanto había echado de menos.

Cerré los ojos concentrándome sólo en él, en estar de nuevo a su lado. "Cada vez me planteo más seriamente si me merece la pena. Me gusta trabajar en ello, pero los viajes sin tí... me matan."contesté sin moverme lo más mínimo de su pecho, me encantaba estar así. "¿Y vienes mucho a aquí? Espero que no, porque las rocas cayendo me dicen que no estás muy seguro viniendo aquí sólo..." comenté. En ese momento recordé el quejido. Me separé de él observando cada parte de su cuerpo, "¿Te hiciste mucho? ¿Qué te hiciste?"