Baños femeninos

La miré mientras se colocaba la ropa, escuché sus palabras - Pero es que tú te mereces un palacio, un hotel de 20 estrellas, pero no esto... - dije rodenado su cintura con mis brazos, me sentía algo mal por haberme dejado llevar pos mis instintos más primarios.

Escuché lo que dijo y eché a reir. Subí mis manos para rodear su cuello, "Yo no quiero eso, yo sólo te quiero a tí, sea donde sea..." contesté con una sonrisa. Era increíble que pensara así, cuando lo que me seguía sorprendiendo es que después de todo siguiera conmigo, que me eligiera a mí.

Escuché sus palabras, le di un beso suave en los labios - Te quiero, y me gustaría poder darte todo lo que te mereces - dije mirando sus ojos. Me había apoyado en una de las paredes del baño sin darme cuenta, oí ruidos fuera y posé el dedo índice en sus labios, pidiendola que no hablara, escuché atento, hasta que me pareció que el lugar había quedado vacío de nuevo y la miré de nuevo a ella, apartando mi mano.

Abrí la boca para responderle hasta que noté sus dedo en mis labios. Me quedé escuchando el ruido que venía de afuera, procurando no hacerlo nosotros. Una vez que el ruido desapareció comenté en un susurro, "Por poco..." y retomé la conversación que teníamos. "Apenas puedo merecerte a tí, como para que me des palacios y noches en hoteles de 20 estrellas..." contesté

Escuché sus palabras - Soy yo el que no se merece a alguien tan increible como tú, pero tuve la suerte de que me elegiste y aún doy gracias cada día que me levanto a tu lado - coloqué un mechón de su pelo que había quedado algo revuelto después de lo que habíamos hecho.

"¿De verdad crees que he encontrado a mucho chicos que puedan lidiar con todo por lo que hemos pasado de la manera en la que lo has hecho tú?" le pregunté. Verdaderamente tenía tantas cosas que agradecerle... "Además te recuerdo que he vivido casi 200 años, y te aseguro que no hay nadie como tú"

- Cualquiera aguantaría todo lo que pasara con tal de estar a tu lado - escuché lo que decía - Será que no has buscado bien, porque debe haber cientos - Se me hacía realmente raro estar teniendo esta conversación en el baño, no pude evitar sonreir ante estos pensamientos.

Me disponía a replicarle cuando ví que sonreía divertido. Cerré la boca de nuevo y le miré con el ceño ligeramente fruncido, "¿Por qué sonrías?" pregunté curiosa

La miré divertido - Es que estamos en un baño - dije como si fuera obvio lo que estaba pensando.

"Sí, estamos en un baño..." contesté sin llegar a entender a qué se refería

Al parecer no era tan fácil de entender - Te estoy diciendo que eres la persona más perfecta que he conocido, metidos en un baño - expliqué sin perder la sonrisa.

Eché a reir al escuchar su explicación, "Pero es un baño muy bonito..." bromeé antes de volver a reir

- Oh, sí, el acabado es magnifico - bromeé antes de echar a reir como ella.

"¿Y las puertas? ¡De diseño seguro!" continué bromeando mientras señalaba la destartalada puerta

- Lo mejor son las baldosas - dije mirando al suelo, en bastante malas condiciones. La miré a ella de nuevo, con una amplia sonrisa, me encantaba.

Negué varias veces con la cabeza mientras una sonrisa inundaba mi rostro, "Estás loco, ¿lo sabías?" comenté divertida mientras le miraba

- Tú me vuelves loco - dije mirandola con una amplia sonrisa, la pegué aún más contra mí, abrazándome a su cuerpo, disfrutando de tenerla junto a mí, sólo para mí.

Me acerqué a él con una sonrisa y rocé mi nariz contra la suya en actitud cariñosa, "Eres increíble" le dije con un susurro

Sonreí al sentir cómo se rozaban nuestras narices - Lo que es increíble es que haya tenido tanta suerte contigo - dije con una sonrisa.

"Lo sé, te tocó la lotería..." contesté de manera orgullosa haciendo el gesto de apartarme el pelo del hombro

Eché a reir - Eso no puedo discutírtelo - Me sorprendía que ella hubiera sacado su orgullo, aunque fuera en broma.

Me reí con él y una vez que conseguí ponerme seria de nuevo le contesté, "¿Pero cómo? ¿No sacas tu orgullo para rebatirme?" pregunté sorprendida

La miré alzando una ceja - Eso te demuestra que no puedo mentir, que incluso cuando saco mi orgullo digo la verdad - dije con una amplia sonrisa.

Sonreí al escuchar lo que me contestó, "Eres perfecto, no sé qué haría sin tí..." contesté con una sonrisa

- Buscarte a otro, seguramente - dije mientras subía mi mano hacia mi cabeza para revolverme el pelo.