Isla del Faro

Te aconsejo no provocarme... contesté

"¿Por qué no?" pregunté desafiante al ver su respuesta tan brusca

Este pastelito de chocolate te puede provocar una indigestion... contesté echando a reir

"Tengo un estómago muy fuerte..." contesté de la misma manera anterior. "Además, sigo pensando que serías incapaz de hacerme nada..." añadí segura desviando mi vista hacia la arena

Lo cierto es que sería incapaz. contesté sonriente.Sé que en el fondo no tienes nada de despiadada. Tú si que eres un verdadero pastelito. bromeé.

No pude evitar echar a reir frente a la manera descarada en la que intentó volver mis palabras contra mí. Aún así seguí su juego, yo no era ningún pastelito. "Puedo llegar a ser la vampirita más despiadada que te hayas encontrado si me das la motivación pertinente..." contesté con un hilo de voz acercándome a su cara. Unos segundos después eché a reir volviendo a mirar al frente despreocupada, como si no hubiera dicho nada

Nunca me podría tomar en serio a nadie que se llama a sí misma vampirita. bromeé

"Tú mismo, no me creas..." contesté encogiéndome de hombros. Me volví a tumbar en la arena y me dí la vuelta y mirando hacia el lado contrario, con la cara apoyada en mis manos

Usé mi velocidad para ponerme rápidamente en el lado en el que Alice se había puesto mirando. Hola. dije sonriente.¿Por qué me das la espalda? pregunté

Reprimí una risita mordiendo mi labio inferior cuando le ví cambiarse de lado, "¿Acaso tengo que pedirte permido?" pregunté con tono altivo

¿No lo sabías? bromeé.Ha sido mi culpa entonces no habértelo comentado. Mil perdones. continué bromeando.

Alargué mi brazo y le dí un golpe en el brazo. No fué del todo ligero, pero sabía que no le haría daño. "Estúpido vampirito... Yo no tengo que pedirle permiso a nadie, y menos a tí" conteste en tono burlón

No sé qué me molesta más si lo del pastelito o lo del vampirito. contesté.Eres un as para los motes. añadí

"Te los mereces todos después de lo mal que me tratas..." contesté despreocupada. "Y soy un as para todo" le rectifiqué

Sabes que era broma. Me puedes llamar cómo quieras. contesté sonriente.Recordé en ese momento que tenía cosas que hacer y tendría que dejar esta conversación para otro momento. Lo siento mucho pero me tengo que marchar. Nos veremos pronto. me despedí mientras me levantaba de la arena y me metía en el agua para volver a Forks.

"Sí, si, dime que huyes de esta vampira despiadada y ya está..." contesté sonriente dándome la vuelta e incorporándome para verle meterse en el agua. Le ví sumergirse y perderse de mi vista. Volví a tumbarme y al rato cogí mi blusa larga, me la puse y salí de allí igual que había llegado

Llego a la isla del faro, todo esta tranquilo, aqui no hay nadie. Tengo un momento de tranquilidad, no es muy agradable, sentir demasiadas cosas a la vez. Extraño mi selva!!! Subo a la cima del faro, me quedo mirando el horizonte.

Llegué a la isla del faro. Era uno de mis lugares preferidos para descansar. Fui hasta la orilla y me tumbé empapado.

Nadé hasta la isla del faro. Últimamente me sentía muy bien en el agua, y la isla del faro era uno de los sitios que más recuerdos llevaba a mi mente. Este lugar para mí, era el guardián de momentos decisivos. Salí del agua y ví a Eleazar tumbado en la orilla, sin duda, le encantaba este sitio

Ví llegar a Alice.No hay manera... dije con poniendo cara de decepción al ver a Alice.Nunca aparecerá una sirena. añadí echando a reir.

Suspiré al escucharle y rodé los ojos, "Ya dejamos claro el otro día que soy mejor que una sirena..." contesté sentándome en la orilla

Claro... contesté intetando contenerme la risa.

Puse morritos de niña enfadada y me tumbé boca abajo subiendo los brazos por encima de mi cabeza y apoyando mi frente en ellos

No pude evitar soltar unas carcajadas.Era broma. Las sirenas están muy sobrevaloradas. bromeé

"Qué va, si el aroma a pescado que van dejando es genial... Por no hablar de lo pegajosa que es su cola... Increíbles totalmente" contesté haciéndome la ofendida, sin embargo, al repasar en mi cabeza lo que acababa de decir, no pude evitar echar a reir