Habitaciones.

- Soy bastante consciente de eso - dije haciendo una mueca, procuraba no pensar en ello.

"¿Tanto se me nota?" dije divertida intentando que no se tensara el ambiente, su mueca no había sido divertida precisamente...

- Tienes unas arrugas por aquí... - dije señalando el contorno de sus ojos. Ambos nos esforzábamos para no acabar mal hoy, aunque nos estaba costando.

"Qué mal sabes conquistar a una chica..." contesté divertida

- Es que ya te he conquistado - dije con una amplia sonrisa.

"Me podría desenamorar..." contesté altiva intentando aguantar la risa, eso era imposible...

- ¿Podrías? - pregunté con las cejas alzadas. Quizá debería empezar a cortarme un poco, no podía seguir haciendo todo lo que hacía y pretender que ella siguiera aguantandome. Sin darme cuenta mi gesto se había tornado serio, y tenía el ceño fruncido. Me revolví el pelo, intentando volver al gesto despreocupado que tenía durante toda la conversación. Aunque estaba seguro de que mi gesto no habría pasado desapercibido para ella.

Ví como cambiaba su expresión, no lo decía en serio... "Me costaría demasiado..." contesté con una sonrisa. Cogí su mano para acariciarla intentando que la situación no se volviera tensa.

Sonreí al escuchar su respuesta - Me alegro - contesté, al notar su mano sobre la mía baje la mirada parapoder observar el contraste entre ellas. Aún seguía sintiendo la diferencia de temperatura como si fuera algo normal, sonreí cuando recordé que no le había prestado la atención suficiente a ese dato, lo había pasado por alto, cualquiera puede ser de temperatura baja.

Le devolví la sonrisa y noté como miraba pensativo nuestras manos. "¿Qué piensas?"

- En lo idiota que soy, cómo pude no darme cuenta de que eras diferente - contesté volviendo a mirarla sus ojos - Supongo que estaba distraído con otras cosas - añadí con una sonrisa pícara.

Me reí al escucharle, "La verdad es que me resultó extraño que nunca sospecharas nada hasta que... llegamos hasta cierto punto..." contesté. "La verdad es que si lo piensas, es normal, teniéndome delante es difícil pensar con claridad..." añadí de manera orgullosa

Sonreí al escuchar eso de "hasta cierto punto", recordé el punto en el que me lo había contado. - Sí, es mirarte y mi cerebro desconcecta y no me deja pensar - respondí en tono irónico. Empecé a hacer círculos en la palma de su mano.

"Lo sé" respondí orgullosa. Me dí cuenta en ese momento de todo el tiempo que llevábamos sólos en esa habitación... "¿No te parece extraño que nadie haya venido a interrumpirnos?"

- Eso sí que es raro - respondí mirando alrededor - Será porque sólo estamos hablando, estoy seguro de que si estuvieramos haciendo algo más... esto se llenaría - dije divertido.

"No estoy tan segura... podríamos comprobarlo..." contesté para provocarle

Sonreí - Creo que no deberíamos tentar a la suerte - dije intentando resistirme - Aunque la tentación es realmente grande - dije mirando su perfecto cuerpo.

"Curioso... Cuando no estamos solos te quejas, y cuando lo estamos no lo aporvechas..." contesté insistiéndole

- Es que sería demasiado duro quedarme a medias de nuevo - contesté recordando lo que nos pasaba ultimamente.

"Bueno, si no quieres intentarlo..." contesté mientras me incorporaba. "Hace calor, ¿no?" dije apartándo mi pelo hacia un lado dejando a la vista mi cuello. Intenté aguantar la risa por la excusa estúpida que había dicho, ¿calor yo?

Sabía lo que estaba intentando - Tendrás que esforzarte mucho más si quieres que con este calor me den ganas de hacer cualquier cosa - dije divertido.

Esta vez tendría que buscarle yo... Me volví hacia él y me acerqué de manera sensual hasta quedar sobre él, con una pierna a cada lado de su cintura. Rocé mis labios con los suyos, "¿Mejor?"

Me quedé mirandola, sin darme cuenta de que una sonrisa se había instalado en mi rostro - ¿Sabes lo que vendría bien para quitarme este calor? - pregunté con picardía - Podríamos aprovechar que tu cuerpo parezca recién salido de la nevera...

"Buena idea, ¿se te ocurre la manera de sacarle el máximo partido?" pregunté de manera pícara