Habitaciones.

Al acariciar mis brazos recordé que era mejor mantener estos alejados de él, por lo que los subí sobre mi cabeza intentando no tocar nada. Estaba fuera de mí y no quería romper algo

Noté que apartaba sus brazos, esperaba no tener que aguantar muchas disculpas por ello más tarde. Me concentré de nuevo en ella, notaba cómo estaba llegando al éxtasis.

Mis gemidos rompían el silencio de la habitación mientras mi espalda se arqueaba de placer. Busqué desesperadamente sus labios para saborearlos

Besé sus labios con deseperación, era todo lo que necesitaba. Ahogué un grito de placer en ellos, cuando acabé me tumbé junto a ella boca arriba. Me dolía la espalda, pero había merecido la espalda. Mi corazón latía descontrolado, y mi respiración era entrecortada.

Noté como llegaba al clímax y se tumbaba a mi lado. Me volví hacia él y acomodé mi cabeza en su pecho.

Pasé una mano bajo su cuerpo y empecé a acariciar su cuerpo desnudo - Nos ha costado - dije, recordando todos los intentos fallidos anteriores.

Me reí por su comentario, "Nunca pensé que encontrar la ocasión sería tan difícil como controlarme al hacerlo contigo" contesté divertida

Eché a reir - Dicen que lo bueno se hace esperar - respondí divertido. Acariciaba su espalda desnuda, ella tenía un cuerpo perfecto, yo no podía dejar de mirarlo.

"¿Y es cierto?" pregunté con una sonrisa mientras acariciaba su pecho

- Por supuesto, has tenido que esperar 200 años para encontrarme - repondí orgulloso. Me pareció escuchar un ruido fuera, cogí la manta con la que había estado tapado antes y nos cubrí a ambos. Me daba igual que a mí me vieran desnudo, pero a ella... Sólo de pensar que Eleazar pudiera aparecer en ese momento. Fruncí el ceño.

Me reí de su comentario orgulloso. Ví como cogía la manta para taparnos, "¡Justo lo que necesitaba! Tenía un frío..." dije divertida. Observé su expresión y le pregunté, "¿Qué te pasa?"

Sonreí levemente al escuchar su broma. Oí su pregunta - Nada, cosas mías - dije intentando evitar el tema, no era de lo que me apetecía hablar ahora. - ¿Quieres que te de calor? - pregunté abrazándola divertido.

¡Qué manía de ocultarlo todo! pensé al oir su respuesta, la cual por otro lado me esperaba... Intenté dejar el tema tranquilo y contesté a su broma, "Sí, por favor, me estoy congelando..."

Me alegré de que dejara el tema - Ven aquí, yo soy una estufa humana - dije poniéndola sobre mí, rodeé su cuerpo con mis brazos. Me encantaba sentir su cuerpo desnudo sobre el mío. Empecé a acariciar su espalda con una sonrisa en la cara. Me quedé mirando sus ojos, me encantaba, ella me tenía loco - Te quiero - dije mirandola.

Escuché que me lo volvió a decir y una amplia sonrisa dibujó mis labios. Pensé que posiblemente mañana no se acordaría, pero entendí que lo importante no era que se acordara, sino que lo volviese a decir... Mi sonrisa se ensanchó al comprender esto, "Yo también te quiero" dije mientras me acercaba a sus labios para darle un suave beso.

Tenía la sensación de que no era la primera vez que decía esas palabras, pero no me importaba, era lo que sentía por ella. No lo había sentido por ninguna otra chica, no había tenido tiempo, nunca había conocido a ninguna tan a fondo como a ella. Y oir que ella sentía lo mismo por mí, era todo un sueño, ya podía olvidarme de cualquier tío que quisiera algo con ella, ella estaba conmigo. Respondí a su beso, con un beso lento y suave.

Separé lentamente mis labios de los suyos y volví a apoyar mi cabeza en su pecho. Era increíble poder estar así con él. "No te haces una idea de lo mucho que echaba de menos poder estar así contigo..." dije mientras acariciaba distraída su brazo.

Sonreí cuando escuché sus palabras - Yo tambien lo echaba de menos - empecé a hacer círculos en su espalda con la yema de mis dedos - Pero ya sabes, yo estoy siempre disponible para estar así, tú y yo solos, sin interrupciones - subí una de mis manos para retirar un mechón de su pelo, que me estorbaba para poder contemplar su rostro perfecto.

"El problema es que parece que el mundo no está dispuesto a dejarnos tiempo para estar solos..." contesté. Últimamente parecía que en Forks había mucha más gente...

- Tendremos que colgar el cartel de no molestar - bromeé - El problema es que somos dos personas demasiado interesantes, deberíamos parecer tontos o algo así para que nos dejen tranquilos - dije riendo.

Escuché sus comentarios y me reí. "¡Qué privilegio! He conseguido que me incluyas en tus comentarios orgullosos..." bromeé a pesar de que sabía que me arrepentiría...

No pude evitar echar a reir al escuchar lo que decía - Es que de estar conmigo algo se te habrá pegado - respondí orgulloso. - En serio, voy a decir esto una vez, disfrutalo. Eres la chica más guapa, más inteligente y más perfecta que he tenido entre mis brazos en todos mis años de vida.

Escuché lo que me dijo y sonreí ampliamente. "Es una pena que no me digas esas cosas a menudo, no sabes lo que ganarías a cambio..." contesté con la sonrisa aún en mis labios, la cual parecía que se iba a quedar allí por bastante tiempo...

- ¿Ah, sí? - pregunté con una sonrisa pícara - ¿Qué sería eso que ganaría? Si merece la pena, creo que puedo esforzarme en seguir diciéndote lo guapa que eres.

"¿Qué es lo que pides a cambio?" pregunté rozándo mis labios con los suyos