Sala de estar.

Me quedo mirándole a los ojos con la respiración agitada- te quiero -digo en un susurro apenas audible.

Me quedo embelesada mirándole y cuando le abrazo escondo mi rostro en su cuello- nos vamos a casar... -susurro sin poder creermelo con una sonrisa.

- La verdad esque yo estoy como un flan -digo nerviosa mordiendome el labio inferior sonriente

Río al oir lo que dice y me acomodo sin querer separarme. Cojo el móvil de John para mirar por curiosidad la hora y veo que ya es muy tarde. Me levanto a todo correr empujando sin querer a John que seguía encima mío y busco mi ropa- lo siento, había quedado con tu madre para arreglr unas cosas antes de la boda... Ya no nos veremos hasta el altar.... -digo apenada, demasiadas horas sin verle. Me empiezo a vestir con prisas.

Disfruto de mi último beso de soltera- La novia siempre llega tarde! -grito riendo. Veo como se va y me muerdo el labio inferior pensando en él. Vuelvo a la "tierra" y recojo todas las cosas que habíamos tirado por ahí. Salgo corriendo al encuentro de mi suegra, que me iba a odiar por llegar tarde en un día tan importante...

Me apetecía estar en lugar tranquilo, sólos Ethan y yo, últimamente parecía ser todo un reto conseguir eso... Llegamos a la casa, tal como esperaba estaba vacía. Fuímos al salón y me senté en el sofá indicándole a Ethan que se sentara conmigo.

Me senté junto a ella, su casa aún me asombraba, a pesar de las veces que había estado allí - ¿Por dónde íbamos? - pregunté acercándome sensualmente a ella, aún estaba enfadado conmigo mismo por haber tenido que parar la noche anterior.

Puse cara pensativa, "¡Qué raro! Los vampiros no olvidamos nada prácticamente, pero... no consigo saber qué teníamos pendiente..." dije divertida

La tumbé suavemente en el sofá, puse una de mis manos en su cintura y acerqué mi rostro al suyo - Pues sí que andamos bien si soy yo el que tiene que acordarse de las cosas en esta relación - me sonó extraña la palabra relación, intenté que no se notara en mi gesto. Sonreí divertido, siempre estábamos con estos juegos, dejé mis labios cerca de los suyos - ¿Te acuerdas? - pregunté en un susurro.

¿Relación? ¿Había dicho relación? Sonreí a pesar de la sorpresa, no me desagradaba... "Aún no, puede que si haces algo más..." contesté divertida

Acerqué mis labios a los suyo y los besé con pasión, metí mis manos bajo su camiseta y acaricié su cuerpo. Me aparté de ella completamente, apenas si aliento - Ya no me acuerdo de qué seguía - dije divertido desde la otra punta del sofá.

Noté su beso y sus manos bajo mi camiseta, estaba disfrutando hasta que derepente... "¿Paras?" pregunté sorprendida. Escuché lo que dijo y sonreí de manera pícara. Me acerqué a él lo más rápido que pude, la verdad es que creo que no me vió moverme... Me puse encima de él y empecé a besarle desesperadamente, necesitaba sus labios.

Me asusté cuando apareció de repente sobre mí - Vas a matarme de un infarto - dije divertido. Cuando conseguí recuperarme respondí a sus besos. Metí de nuevos mis manos bajo su ropa, explorando su cuerpo.

Separé mis labios de los suyos, no pude evitar reirme al escucharlo, "Lo siento..." dije mientras me acercaba a su cuello para besarle.

- Si me recompensas así, te lo perdono - Sentí sus besos por mi cuello, incliné la cabeza hacia el lado contrario inconscientemente. Cerré los ojos disfrutando de aquellos besos, esos besos que me volvían loco, no podía imaginarme la vida sin ellos. Ella me gustaba tanto... por un momento la cabeza se me fue a otra parte, había cosas que era mejor no pensar. Volví a concentrarme en sus besos.

Recorrí su cuello con mis besos, saborear su piel de esta manera hacía que perdiera la razón. Metí las manos bajos su camiseta para acariciar su estómago, y las fuí subiendo lentamente hasta su pecho, de manera que la camiseta subía con mis manos, dejando al descubierto su cuerpo.

Sentí sus manos por mi cuerpo, tenía que hacer algo para dejar de pensar. Cogí su rostro con mis manos y volví a besarla, me concentré en eso, en sus besos, en ella.

Le devolví el beso aumentando el ritmo, necesitaba esto, le necesitaba a él... Apreté mi mano contra su pecho procurando no hacerle daño, mientras que mi otra mano pasó a su espalda acercándolo más a mí

Volví a tumbarme sobre ella. Apreté mi cuerpo contra el suyo, sin dejar de besarla. Bajé mi mano por su cuerpo, hasta llegar a su muslo.

Noté su mano en mi muslo y solté un ligero jadeo. Mis manos recorrían de manera desesperada su espalda, apretándole contra mí

Bajé mis besos a su cuello, saboreando cada centímetro de su piel. Mientras mi mano subía y bajaba por su cuerpo.