Sala de estar.

Cuando encuentra mis labios, correspondo al beso con ansia. Subo más su camiseta hasta quitársela por completo. La tiro al suelo y vuelvo a besarle, jugando con su lengua.

Me quedo admirando su cuerpo hasta que noto sus besos por mi cuello. Al notar que me quita la camiseta me preocupo, aunque no lo hago perceptible, no sabía que cuerpo tendría después del parto, ni si quiera me había mirado. Comienzo a pasar mis manos por todo su pecho, acariciando cada resquicio de su torso.

Noto que para su mano y un pequeño quejido lastimero sale de mi garganta. Cuando noto sus besos sobre los mios vuelvo a besarle poniendo una mano en su cuello.

Bajo mis manos hasta llegar al borde de su pantalón, dónde me pongo a jugar con su cinturón, pero sin dejar los besos en su boca-

Correspondo a su jugueteo, divertida. Termino de quitarle el cinturón y empiezo a deslizar sus pantalones hacia abajo. Ahora solo podía pensar en él, él de todas las maneras.

Le ayudo a quitarme los pantalones. Pego mi cuerpo al suyo, queriendo sentirle junto a mí. Paso mis besos a su cuello y los bajo por su hombro y su pecho.

Me estremezco notablemente. Sus labios por todas partes, estaba empezando a volverme aun más loca. Llevo sus labios hasta los míos y le beso con ansia irrefrenable, no aguantaba más sin besarle. Hacía que perdiera la cordura.

Juego con su lengua, casi con desesperación. Pongo las manos en el borde de su ropa interior y se la quito

Por fín comenzabamos lo que llevabamos demasiado tiempo sin hacer. Busco sus labios con desesperación y la beso con ansia. Cojo una de las manos que me sujeta, apretándola.

Correspondo a sus movimientos cada vez más rápidos. Juego con su lengua con ansia. Bajo mis besos por su cuello y su clavícula.

La sensación de placer crecía todavía más al notar sus besos en mi cuello. Me muerdo el labio inferior con fuerza para no gemir y despertar a la niña-

Abro los ojos con gran esfuerzo al notar que me miran y veo a John mirándome. Sonrío y arqueo la espalda por el placer.