El Parque ...

Escuché su respuesta, ella era aún peor que yo - Ya que yo sí me preocupo por ti, podrías contarme lo que has hecho hoy - dije intentando que mi tono de voz fuera afable, no quería que la tensión del momento fuera a más. Volví a mirarla a ella, volví a coger su mano, intentando relajar el ambiente.

FDR: Me encanta hablar contigo. (Si hoy digo alguna burrada no me lo tengas en cuenta, que estoy de mal humor)

"Nada en especial, ir de un lado a otro y poner al día cosas que tenía atrasadas... Es increíble que cuando me preocupo, me digas que no lo haga, y cuando no lo hago me echas en cara que no lo haga. ¿Podrías aclararte de una vez?" contesté divertida.


Fdr: Parece que hoy los dos cojeamos del mismo pie... así que tampoco hagas tú mucho caso a las tonterías que diga yo hoy...

- Es que hay formas y formas de no preocuparse - digo con un tono de voz neutro. Me quedo mirando su mano entre las mías, en el fondo tenía razón, estaba siendo algo contradictorio, pero de verdad que no quería que se preocupara por mí, pero tampoco quería que hiciera como si no la importara nada, lo más probable era que lo hiciera para picarme, pero aún así, me había sentido mal.


FDR: Menudo panorama...

"Lo siento, no estoy muy acertada hoy..." contesté dejando escapar un gran suspiro. "¿Me cuentas lo que has hecho hoy?" pregunto apoyando mi cabeza en su hombro.

- No sé lo que he hecho, no lo recuerdo - dije con la mirada baja - Sólo quería picarte - reconocí. Levanté la mirada, para posarla de nuevo en sus ojos - ¿Empezamos de nuevo? - pregunté con una tímida sonrisa. No habíamos empezado la conversación con buen pie, seguramente por mi culpa, así que tenía que intentar solucionarlo yo.

"Sí, por favor. He estado tonta desde el principio" contesté. Me llamó la atención la forma en la que habíamos arreglado lo que podía haber desembocado en una pelea de orgullosos. Parecía como si los dos hubiésemos visto el momento justo en el que teníamos que ceder.

Cogí su otra mano, juntandola con la otra. - He tenido un día horrible, tantas horas separado de ti - sonreí, de verdad la había echado de menos, a pesar de no recordar lo que había hecho, si recordaba la sensación de no tenerla a mi lado. - Así que ahora no voy a dejar que te separes de mí - solté sus manos y la agarré de la cintura, tiré de ella hasta sentarla sobre mí, rodeé su cintura con mis brazos.

"Yo también te he echado mucho de menos..." contesté abrazándolo fuertemente, pero intentando no hacerle daño. Apoyé mi cabeza sobre su hombro y añadí "No quiero separarme de tí"

Acaricié su pelo con suavidad. Estaba contento de que no hubieramos acabado mal, llevaba muchas horas separado de ella y quería aprovechar ahora que estaba aquí. Además era increible que nada hubiera cambiado, después de que ella me contara su secreto. Yo había pensado mucho en ello, en todo lo que era diferente en ella - ¿Puedo preguntarte algo? - mi voz sonaba nerviosa, no quería estropear el momento con mis preguntas.

"Lo que quieras" contesté mirándole curiosa.

- ¿Desde cuando eres... vampira? - me costó decir esa palabra, aún se me hacía raro que algo así fuera cierto. Me quedé mirandola, esperando su respuesta, quería saber cuánto tiempo hacía que ella existía. Ségún los libros, los vampiros existían desde hace miles de años, ¿cuándo habría nacido ella? ¿qué habría vivido?

"Desde el año 1834, aunque es de las pocas cosas que recuerdo con claridad. No sé por que, mis primeros recuerdos como vampira son algo difusos" contesté. "¿Es que has vuelto a leer historietas de vampiros?" pregunté divertida

¿1834? Casi 200 años, me parecía una cifra increible, mucho más de lo que me esperaba. Intenté que la sorpresa no se reflejara en mi cara. Escuché su pregunta - Bueno, quiero saber cosas de ti, y como tú no me las cuentas, tengo que sacar los datos de otra parte - respondí con una sonrisa. Empecé a acariciar su mano de manera distraída, su cuerpo me atraía incluso cuando no me daba cuenta.

"Joo. Siempre respondo a todas tus preguntas..." dije poniendo carita de pena. "¿Hay algo más que me quieras preguntar?" pregunté.

- ¿Estás segura de abrir la veda a las preguntas? Luego vienen los arrepentimientos - la avisé con una sonrisa. Medité unos segundos la siguiente pregunta que quería hacerle - ¿Cómo te convertiste en vampiro? - había muchas leyendas sobre eso, ahora que podía conocer la verdad, iba a aprovechar mi oportunidad.

Desido ir al parque para alejarme un poco de la tristeza que tengo como es que no puedo olvidar como susedio todo y como me senti tan inutil de no poder ayudarlo es tan frustrante me sente en una banca y escondi mi cabeza entre mis rodillas.

"Estaba sóla en mitad de algo que parecía un bosque, aunque no recuerdo el por qué. Recuerdo que estaba enfadada o triste o las dos cosas... y lo próximo que recuerdo es ver al vampiro que me convirtió. Se acercó lentamente a mí, yo ni siquiera intenté reaccionar, y me mordió en el cuello inyectándome la ponzoña. Los días siguientes a eso, no los recuerdo, sólo tengo flashes que me indican que permanecí en el bosque." expliqué. Era curioso que no me costaba hablar con él de estos temas, siempre pensé que serían demasiado incómodos.

Escucho atentamente su respuesta - ¿Y qué fue del vampiro que te convirtió? - pregunté curioso. Cuando pronuncié la última palabra pensé que quizá no la gustaba hablar del tema, no estaba seguro de cómo se sentía ella siendo vampiro - Si no quieres contestar a alguna de mis preguntas, no te preocupes lo entenderé - dije mirando sus ojos, recordé la conversación del otro día, me fijé detenidamente en ellos, no parecían demasiado oscuros, quizá a partir de ahora debía fijarme más en ello, para no agobiarla demasiado si tenía sed.

FDR: Me voy a ir enseguida...

"No lo he vuelto a ver, aunque no sé si estuvo conmigo durante mi transformación, ya que, como te he dicho no recuerdo mucho de esos días..." dije contestando a su pregunta. Escuché lo que me dijo "No me importa hablar contigo de estas cosas. Me gusta que me conozcas..." contesté con una sonrisa.


Fdr:¿Es obligatoriamente necesario que te vayas??

Respondí a su sonrisa con otra, me encantaba que ella quisiera contarme cosas, para ella sería un descanso, ya no tenía que estar todo el tiempo ocultando su secreto - ¿Cómo te sientes siendo vampiro? Quiero decir ¿Te gusta? - pregunté, visto desde fuera parecía algo genial, no morir, no sufrir ningún daño, ser perfecto físicamente, y tener todo el tiempo del mundo.


FDR: No es obligatorio, pero sí conveniente.

"Depende del día, creo. Pierdes muchas cosas, y hay días que me siento con más fuerzas para sobrellevarlo y otros en los que me odio a mí misma...". El parque ahora estaba prácticamente vacío, miré la hora y ví que no era demasiado temprano... "¿Qué te parece si nos vamos ya? Se está haciendo tarde..."

Fdr: Ok, pero no vuelvas a quedar tan temprano!!

Miré hacia el cielo, sí que parecía bastante tarde - ¿Vas a dormir conmigo de nuevo? - pregunté sonriente - Bueno, dormir, o lo que quieras hacer - dije entre risas.

FDR: Siempre quedo a esa hora, normalmente me quedo hasta más tarde, pero hoy estoy cansado.

"No podría pasar sin verte dormir..." contesté con una sonrisa.


Fdr: Yo ayer también estaba cansada...ejem...ejem. Te perdonaré por hoy, que me has pillado de buenas...

Sonreí. La besé suavemente. La puse de pie con cuidado, para poder levantarme yo tambien - ¿Vamos? - pregunté cogiendo su mano.


FDR: No se me volverá a ocurrir sugerirte que te quedes un rato más. Gracias por perdonarme, te compensaré. ¡Buenas noches! Has mejorado mi día.

"Vamos" contesté mientras salíamos de allí.


Fdr: Me encantó quedarme. Tú también has mejorado el mío. Que duermas bien!!