Calle Principal

Mordí con suavidad su cuello - Yo tambien te deseo - susurré entre jadeos, disfrutando de lo que hacían sus manos.

Sus palabras resonando en mi oído me excitaron aún más. Comencé a bajar mis manos, deslizando su ropa interior hasta quitársela y volví a posarlas en su espalda

La tumbé sobre el suelo de la fuente, me quedé mirandola con una sonrisa, paseé mis ojos por su cuerpo antes de volver a besarla. Acaricié su cuerpo hasta llegar a su ropa interior, que deslicé con lentitud hasta dejarla totalmente desnuda.

Dejé que me tumbara, haciendo que el agua de la fuenta mojara mi cuerpo. Noté como deslizaba mi ropa interior y sonreí de manera pícara, excitándome más con cada milímetro que él las movía

Terminé de desnudarla. Empecé a jugar con el agua y con su cuerpo, dejando que pequñas gotas resbalaran por su estómago, dejé de besarla para observar el recorrido de estas, acompañado por caricias de mis manos.

Noté como las gotas de agua recorrían mi cuerpo dejando un camino húmedo a su paso. Observé como sus manos seguían el camino marcado por el agua y dejé escapar leves gemidos de entre mis labios

Me tumbé sobre ella, poniendo cada uno de mis bazos a cada lado de su cabeza. Volví a besarla, lentamente, disfrutando de ella, de sus labios.

Devolví si beso intentando acompasar mi ritmo,aunque me costaba mucho, ya estaba totalmente fuera de mí. Paseé mis manos por sus costados acariciándole, de manera que las caricias lentas tranquilizaran mi prisa

Bajé mis besos por su cuello y su escote, para después volver a besar sus labios. Pegué mi cuerpo al suyo, con cuidado de no aplastarla.

Devolví su beso aumentando poco a poco el ritmo de mis besos, sin ser consciente de lo que hacía. No podía evitarlo, estar así con él y no desear cada vez más...

Aceleré mis besos mientras entraba dentro de ella, ahogando un gemido entre sus labios.

Noté como entraba dentro de mí y me estremecídejando escapar un gemido entre besos. Pasé mis manos a su espalda, dejando de lado las caricias, ya no necesitaba manetener el control

Mis movimientos eran lentos y firmes, mientras mis besos se acoplaban completamente a sus labios. El agua se movía a nuestro alredor, provocando un sonido tranquilizador que me ayudaba a mantener la calma.

Pasé mis besos por su cuello, intentando mantener el ritmo que él había mantenido. Concentrándome en no dejar ningún recoveco de su cuello su las caricias de mis fríos labios

Sentí sus besos por mi cuello, provocando que yo no dejara de soltar jadeos y gemidos junto a su oído. Sin darme cuenta mis movimientos se hacían más acelerado, bajé una de mis manos por su costado, hasta llegar a dejarla posada en su trasero.

Noté como sus movimientos se aceleraban poco a poco y dejé que mis jadeos escaàran de mi boca al ritmo de estos. Mis manos comenzabana presionar su espalda, hundiendo levemente mis dedos en ella

Empecé a acariciar su pierna mientras el ruido del agua me recordaba dónde nos encontrábamos. Era aún más excitante que en cualquier momento pudiera venir alguien y encontrarnos ahí, aunque esperaba que eso no pasara.

Elevé mi muslo ligeramente buscando sus caricias, buscando que sus manos recorrieran mis piernas con sus manos. Continué besando su cuello dándole de vez en cuando pequeños mordiscos

Solté un gemido de placer mientras apretaba sus piernas, mis movimientos ya se habían descontrolado por completo por culpa de sus besos - Me tienes loco - dije entre jadeos.

"Y tú a mí" contesté de manera entrecortada a pesar de que eran pocas palabras. Separé mis labios de su cuello disfrutando del placer que él me hacía sentir, mienras mis gemidos rompían tímidamente el silencio

Escuchar sus gemidos me descontrolaba aún más. Esta vez fui yo el que empezó a besarla el cuello, tratando de no dejarme llevar del todo por el placer que me hacía sentir.

Ladeé de nuevo la cabeza dejando que besara mi cuello. Mordñi mi labio inferior intentando que mi gemidos no llegaran a ser más sonoros, aunque el placer que hacía sentir hacía que no pudiera acallarlos. Me estaba volviendo loca

Regresé a sus labios, el lugar en el que más cómodos se sentían los míos. Mi cuerpo se movía con pasión, esperando que ella estuviera disfrutando tanto como yo.

Devolví sus besos de manera intensa mientras mis manos volvían a hundirse en su espalda, presionándole con fuerza, aunque sin hacerle daño. Notandi como el placer que sentía crecía y crecía cada vez más

Estaba a punto de llegar al climax. Mis movimientos eran muy rápidos y totalmente desesperados. Separé mis labios de los suyos para soltar un gemido de placer mientras terminaba. Apoyé mi frente en la suya, manteniendo nuestros cuerpos pegados, mientras mi respiración descontrolada trataba de volver a la normalidad.