Biblioteca

Subí mi mano por su espalda, profundizando el beso. Por una vez estaba seguro de que no iba a olvidar este momento, jamás me había sentido tan bien junto a otra persona.

Me estremecí al notar su mano subiendo por mi espalda. Le agarré con más fuerza pegándome lo más que pude a él. Casi estaba a punto de perder el control, pero intenté tranquilizarme, no quería parar, mi boca no quería alejarse y ya casi no era dueña de mi cuerpo

Oí a alguien toser y me trajo de vuelta a la realidad. Me separé de ella, con mucho esfuerzo, y me quedé mirando sus ojos con una sonrisa en la cara - Creo que la bibliotecaria está esperando a que hagamos ruido para poder echarnos - dije divertido.

Cuando se separó de mí le miré extrañada hasta que me dí cuenta de que todo el mundo nos miraba ¡Había olvidado que estábamos en la biblioteca!. Bajé la mirada avergonzada, creo que si hubiese sido humana hubiera sido uno de esos momentos en los que la sangre de todo mi cuerpo se acumulaba en mis mejillas. A pesar de la verguenza no pude evitar reirme cuando escuché el comentario de Ethan. "No creo que sea la única con el espectáculo que acabamos de dar..." le contesté riéndome aún.

Escuché sus palabras, me encantaba oirla reir - Se quejarán. Encima de que no les hemos cobrado - bromeé. Cogí su mano y caminé hacia las estanterias, mientras la bibliotecaria nos miraba, hice como que miraba los libros - A la biblioteca se viene a estudiar, ¿no? Pues yo acabo de aprender mucho - dije divertido.

No podía parar de reir. Me tapé la boca intentando ahogar el sonido de mi risa. Ví que nos acercamos a una estantería y que se puso disimular mirando libros. "¿Y qué has aprendido exactamente?" le pregunté divertida mientras imitaba su disimulo.

La miré de reojo, era el momento de volver a ser el chico misterioso y evitar responder esa pregunta - he aprendido mucho sobre mí, como que me gustan las bibliotecas - contesté divertido. Saqué un libro de la estantería y empecé a ojearlo.

"No me lo puedo creer..." dije con el ceño fruncido pero con una sonrisa"...si ya había olvidado tus grandes respuestas. Si sólo has aprendido eso, quizá sea mejor que no volvamos a repetir lo de hace un momento..." terminé la frase mientras cogía un libro al azar y lo abría sin prestar la más mínima atención.

La miré alucinado cuando dijo que no ibamos a repetir más, pero luego volví a mirar el libro - No sólo he aprendido eso, pero es un ejemplo de toooooooodo lo que he aprendido. - dije divertido - Si no quieres repetirlo, me parece bien - hablé de manera despreocupada - Así no me despeinarás de nuevo - me sacudí el pelo orgulloso. Me di cuenta de que estaba volviendo a sacar mi orgullo a relucir, cerré el libro y volví a meterlo en la estantería - Lo siento - rodeé su cuerpo con mis brazos y besé su pelo, inspirando su dulce aroma.

Escuché lo que me dijo y no pude evitar fulminarlo con la mirada. Estaba apunto de replicarle cuando ví que cerraba el libro de golpe mientras me abrazaba y se disculpaba. En ese momento no podía estar enfadada con él. "Así me gustas más" le dije de manera cariñosa y con una sonrisa. "¿Ves como no es tan difícil dejar tu orgullo a un lado?"

- Uy, no veas lo difícil que ha sido - dije sinceramente, no era nada fácil. Dejé una mano rodeando su cintura, mientras la otra pasaba por los títulos de los libros, sin apenas prestarles atención. - Pero si es lo que quieres, intentaré esforzarme - La miré - Pero yo conseguiré algo a cambio,¿no? - pregunté divertido.

Escuché lo que me dijo. "¿Y qué quieres a cambio?" pregunté con curiosidad

Vi cómo la bibliotecaria seguía mirandonos, me estaba poniendo de los nervios, así que cogí su mano de nuevo y eché a andar hacia otra sección más oculta y bien lejos de la bibliotecaria - No he pensado nada en concreto - dije pensativo mientras caminaba. Cuando pos fin sentí que estabámos lo suficientemente lejos me paré y me puse frente a ella. - ¿Qué estás dispuesta a darme? - pregunté con picardía, mirandola a los ojos.

Ví que miraba a la bibliotecaria y me volví para verla yo también. Realmente estaba molesta. Escuché lo que me dijo mientras nos dirigíamos hasta otra sección. ¿Qué estaba dispuesta a darle? esa pregunta era fácil, todo, el problema era que esa no era la pregunta indicada, ¿Qué es lo que puedes darme?, esa sí seria la pregunta indicada. "Todo" le respondí, a pesar de no saber si podría cumplirlo

Me quedé en shock cuando cuando oí la respuesta, no era la que me esperaba, aunque la mejoraba con creces. Una sonrisa se instaló en mi rostro y mi corazón empezó a latir desbocado. Pero entonces la cruda realidad volvió a mí, habíamos pasado la tarde como si todo fuera normal, pero no lo era, la sonrisa desapareció y mi mirada se ensombreció. Me enfadé conmigo mismo, no tenía que haber dejado que esto pasara ¿y si la cagaba? No quería hacerla daño, y en mis experiencias pasadas siempre había acabado mal.

Ví como su expresión cambió de manera radical. Ya no sonreía. ¿Por qué? ¿Qué había hecho? Sin duda había contestado demasiado a la ligera a su respuesta. "¿Qué te pasa? ¿he dicho algo que no debía?" le pregunté preocupada

Volví a sonreir, aunque no sabía si quedaba muy sincero - No, es que... no quiero cagarla, ¿sabes? No quiero hacerte daño - podía haber mentido, pero pensé que era mejor que le dijera la verdad - No sé si es bueno que pienses eso - su respuesta me había demostrado lo que ella sentía por mí, y era mucho más de lo que yo esperaba.

"Lo siento, tienes razón. Será mejor llevar las cosas más despacio" contesté bajando la mirada. Para ser sincera conmigo misma, una parte de mi se alivió. Si esto hubiese llegado a más podría tener grandes problemas, me dije a mí misma viendo la parte positiva de las cosas.

"Hola, ¿qué tal?" contesté al ver a Seraphine

"Bien, por ahí conociendo Forks" contesté intentando sonar despreocupada

¡Ya la había hecho sentirse mal otra vez! Cogí su rostro - No es que no me guste que me hayas dicho eso - empecé a decir - Es que me gustas, y mucho, y me preocupo por ti - Pasé mis manos por su espalda y la abracé - No quiero que lo pases mal por mi culpa. - Me sentía fatal, estaba harto de no poder confiar en mí mismo, y de no poder dejar que los demás confiasen en mí. Vi llegar a otra chica y me separé de Alice, dejando una mano en su cintura - Hola - saludé intentando sonar despreocupado.

"Está bien, de verdad, no te preocupes" le contesté justo antes de que llegara Seraphine