El Claro...

Capté su idirecta y sonreí. "Vaya, eso está muy bien. Yo soy arquitecta" le respondí con una sonrisa

- Así que tenemos una artista entre nosotros - dije sonriendo.- ¿Y sobre qué escribes? - Me quedé esperando la respuesta de Alice, no recordaba si me había dicho cual era su trabajo. Así que arquitecta, era un buen trabajo.

- Encantado de conocerte. Nos vemos - despedí a la chica con una sonrisa. Después me giré hacia Alice, ahora que estábamos solos tocaba hablar. - Bueno, ¿Qué es lo que has pensado? - le pregunté intrigado.

Escuché la respuesta de Seraphine y me despedí también: "Que la termines pronto"le contesté con una sonrisa. Parecía mi noche de suerte. Se que podría sonar egoísta por mi parte, pero me alegré de que nos hayamos quedado solos Ethan y yo. Escuché lo que Ethan me preguntó. "Creo que el riesgo me merecerá la pena" le contesté con una sonrisa

Parecía que había espantado a todo el mundo, cuando llegué aquí había varias personas y ahora solo estábamos ella y yo, pero a mí me bastaba. Escuché su respuesta y sonreí. Era eso lo que yo quería escuchar, aunque por su bien, hubiera preferido que hubiera contestado lo contrario. Puse mi otra mano en su cintura y la giré hasta que quedó frente a mí. Miré sus ojos - ¿Estás segura? - esperaba que utilizara esta última oportunidad para dar marcha atrás.

Noté como me giraba y quedaba frente a él. Noté como mi sangré quería subir a mis mejillas para sonrojarme, aunque evidentemente mi condición no me permitía esas cosas. Me quedé mirándole unos segundos, inhalando su esencia a pesar de que me quemara, notando sus manos cálidas en mi cintura..."Más segura que de que es de noche" le dije sonnriéndo

Escuché sus palabras y sonreí. Me quedé observando su sonrisa, era perfecta como todo en ella. Me incliné, acercando mi rostro al suyo, poco a poco, rocé sus labios sin apartar la mirada de sus ojos. La besé suavemente, cerré los ojos, intentando guardar cada segundo en mi mente.

Cuando me miró fijamente bajé la mirada avergonzada pero con la sonrisa aún en mis labios. Cuando noté que se acercaba a mí, la parte racional de mi mente instintivamente me gritaba "¡¡Peligro!!" una y otra vez, mientras que la otra luchaba por acortar la distancia que quedaba. En esos momentos agradecí que lo hubiese hecho poco a poco, porque me dio el tiempo suficiente para intentar calmarme. Noté el roce de sus labios, y la garganta comenzó a arderme más intensamente que nunca. Tenía su esencia en la boca, dejándome un gusto dulce y placentero. Cerré los ojos tranquilizándome lo más que pude y correspondí a su beso pero de manera ligera. Después de unos cuantos segundos noté como todo en mi mente se convertía en una mancha borrosa no dejándome pensar con claridad. Me asusté y me separé de manera seca...Lo había estropeado...No sabía que hacer para que no se sintiera mal..."¿No has escuchado algo?"pregunté como dando una excusa para parar. El hecho de que estuviese aterrorizada ayudó a que quedara muy convincente...

Estaba difrutando del beso hasta que ella se separó bruscamente. Me quedé mirandola sorprendido, ¿es que ella no quería? mi cuerpo se tensó por completo, no me esperaba para nada que hiciera eso. Escuché lo que dijo, yo no hábía oído nada, aún así miré alrededor en busca de algo. Me tranquilizó saber que no era por mí - Habrá sido el viento - dije aún mirando entre los árboles. Volví mi mirada a ella - Tranquila, yo te protegeré - dije divertido - Ya debes saber que no le tengo miedo al peligro.

"¿Estás seguro? yo...juraría que he oído algo..." aún no estaba preparada para más, mi mente seguía bastante aturdida. Le cogí de la mano y fuí hacia los árboles como simulando buscar algo. En otra situación sus comentarios me hubiesen provocado una risa irónica, pero estaba demasiado histérica como para eso...

La seguí, agarrando su mano con fuerza. - Eh, tranquila, estoy seguro de que no hay nada por aquí, pero puedo dar una vuelta por los alrededores si te quedas más tranquila. - La verdad es que no me hacía ninguna andar entre los árboles de noche, no porque pensara que hubiera algo, si no porque estaba oscuro y mi tobillo acababa de recuperar su tamaño habitual, no quería estropeármele de nuevo.

"¡NO!" dije más alto de lo que pretendía, estaba demasiado en tensión. "Podría pasarte algo Ethan..."le dije sonriéndole. "Mejor si nos alejamos del bosque, ¿verdad?" le dije arrastrándolo tras de mí a una zona más centrada del claro...

Me sobresalté con su grito - Vale, como quieras, aunque no creo que me fuera a pasar nada - dije despreocupado - sólo quería que te quedaras más tranquilo. - Fui tras ella al centro del claro, se estaba comportando de manera extraña, no entendía por qué. - ¿Seguro que estás bien? - pregunté preocupado. Me quedé mirandola.

"Si, si ¿por qué no iba a estarlo? es sólo que me pareció...ya sabes...oir algo" ahora que empezaba a recobrar el sentido empecé a sentirme bastante estúpida, fue entonces cuando surgió en mi mente la esperanza egoista de que esta fuese una de las cosas de las que Ethan no se acordara mañana. "Por cierto, ahora que ya sé tu secreto, me gustaría que me contaras como funciona lo de las pérdidas de memoria, ¿Cuándo empiezas a dejar de recordar?" le pregunté.

Me senté en el suelo. Sin soltar su mano tiré suavemente de ella, sentándola junto a mí. Escuché su pregunta, iba a ser difícil explicárselo, ni siquiera yo lo entendía. - Es difícil, no sé muy bien como va. - Masajeé mi entrecejo con el dedo anular.- A ver. No hay un momento exacto y tampoco lo olvido todo.. hay... momentos que recuerdo. A veces de repente me encuentro en un sitio y no sé cómo he llegado hasta allí.

Me senté junto a él cuando noté que tiraba de mí. "Aha" asentí "Y por ejemplo de ayer ¿qué recuerdas?" pregunté sin dejar de mirarlo

Solté su mano con suavidad Ahora quería que recordara. Empecé a masajear mi cerebro, haciendo un esfuerzo - Recuerdo... estar en un banco, y que tú te enfadabas. Creo que me pasé diciendo tonterías - la cabeza empezó a dolerme, fruncí el ceño intentando recordar algo más. Pero mi cabeza estaba en blanco - Creo que nada más - estaba enfadado conmigo mismo, eso era poco hasta para mí.

"Bueno, recuerdas lo esencial, ¡No te pases diciéndo tonterías!" le reprendí divertida

Me revolví el cabello - Intentaré contenerme, pero no prometo nada - dije divertido. Un recuerdo vino a mi mente y eché a reir - También te recuerdo a ti dentro de una fuente - dije sorprendido, a menudo que el recuerdo crecía en mi mente mi sonrisa se ensanchaba, había sido una buena tarde.

"Más te vale que no..."le dije divertida. "¡De todo lo que podías recordar recuerdas lo más vergonzoso!" le dije cruzándome de brazos y poniendo carita de enfadada. "¿Y de mi que recuerdas?"

Eché a reir - Yo no lo controlo - dije señalando mi cabeza. Su pregunta me pilló desprevenido, sabía que me la haría, pero no sabía qué debía contestar - ¿Quieres que te diga lo que he recordado yo solo o lo que he recordado gracias a la PDA? - quizá estaba con el gesto demasiado serio, pero no podía evitar sentirme mal hablando del tema.

"¿Qué tal primero lo que recuerdas tu y luego lo que recuerdas con tu PDA? ¿Es mucho pedir?" le pregunté poniendo carita de pena...

La miré sonriendo de lado - Tú puedes pedirme lo que quieras - dije divertido. Esperaba que no se lo tomara al pie de la letra. Cerré los ojos, esforzándome por recordar - Además de tu cuerpo mojado - dije divertido, para ganar tiempo - recuerdo.. te gusta la historia interminable... te recuerdo con una flor... - qué difícil me estaba resultando. Fruncí el ceño, tenía que esforzarme más - recuerdo tu risa... que te preocupas por mí...

"¡Qué chico más listo! ¿Te acuerdas bien de mi cuerpo mojado?" dije frunciendo el ceño pero con una sonrisa. "¿Y tu PDA qué dice de mi?"