Tienda de los Newton

Río- si su madre está contenta seguro que no se queja -sonrío y me abrazo a su pecho. Miro el torso moviendo el dedo por el distraida.

- Por qe os ha dado a todos por decirme lo que deberia hacer? -un pequeño bostezo se escapa de mi boca y frunzo el ceño al habrme delatado yo sola.

Río ante su última frase- si, es lo que tiene que seas tan bueno... -vuelvo a bostezar de nuevo esta vez más fuerte- no me acostumbro a esto de dormir... -susurro acomodándome.

-Me conformo con que veles mis sueños -le sonrío y cojo su camisa tapándome como puedo. Le doy un besito en los labios.

Escucho la nana ensimismada oyéndole cantar, intentando no quedarme dormida. Poso mi otra mano en la suya y la llevo hasta mi vientre. Cierro los ojos sin dormirme disfrutando de estar asi.

Abro los ojos y subo mi mirada posandola en el. Disfrutaba tanto viéndole feliz ante todo aquello...

Sonrío al ver lo que hace y le beso. Me separo y me acurruco en su cuerpo abrazándole.- te qiero -consigo susurrar antes de irme quedando poco a poco dormida sin apartar la mano del vientre.

Me despierto y me froto los ojos con sueño. Abro los ojos y veo a John empanado. Sonrío ante su postura y me levanto con cuidado de no "despertarle". Me visto y pongo su camisa por encima de él. Le doy un suave beso en los labios- te amo -susurro. Recojo todo, quitando todo rastro que pudiera parecer que habiamos estado ahi, y salgo

Me paro frente al escaparate. No es que me interesara demasiado esta tienda pero no sabia que hacer para matar el aburrimiento. Me quedo mirando utensilios que no se ni para que sirven, como si esperase que de un momento a otro me pasara algo interesante...

Me despierté de repente, miré alrededor. Me encontraba frente a una tienda con cosas para la montaña, es que acaso pretendía irme de acampada, lo dudaba mucho. Miré a la chica que estaba allí, ¿la conocería? chuté una piedra con fuerza, frustrado.

Salgo de mis pensamientos al escuchar el golpe de una piedra. Me vuelvo y veo un chico. Por su expresión parece algo frustrado, me acerco y le pregunto:
"¿Estás bien?"

La escuché hablarme, la miré dudoso, ¿acaso me pasaba algo? Hice un rápido repaso a mi cuerpo, me dolía el tobillo, quien sabe lo que habría hecho - Creo que no, al menos nada importante - me acerqué más a ella, debía ser amable. La miré de arriba a abajo, estaba bastante bien, pero no me sonaba de nada, aunque eso no era raro. Me quedé mirando el escaparate - ¿Quieres irte de acampada? - pregunté observando los distintos artilugios.

Al acercarse más a mi inhalé dolorosamente su esencia, creo que últimamente no me he alimentado como es debido... aún así no retrocedí.
"Realmente no, ni si quiera conozco el nombre de muchos de estos artilugios...¡como para irme de acampada!" bromeo. "¿Y tú?¿Planeando una escapada?"

Me giré quedando apoyado en el cristal. - No hace falta saber cómo se llama, mientras sepas usarlo - Se me daba mal recordar nombres, caras y lugares, pero podía recordar cómo se usaba algo si lo había aprendido anteriormente, más que recordarlo, podía usarlo. - No me gusta escaparme sólo - sonreí de manera encantadora. Miré a la chica intentando hacer funcionar mi memoria - Puede que te suene raro, pero... ¿te conozco? -

Le miro y le contesto: "El problema es que para mí lo que hay en el escaparate son cachibaches sin nombre ni utilidad...". Me quedo un poco perpleja ante la forma de preguntarlo, pero no le doy más importancia de la que puede tener una frase hecha y le contesto:
"No, no nos conocemos, soy Mary Alice, pero llámame Alice. ¿Y tu eres...?"

- Si algún día te apetece ir de acampada no dudes en pedirme ayuda - miré de nuevo al frente. Vale, no la conocía, así que no tenía que preocuparme de si la había contado algo o si ella me lo había contado a mí - Yo soy Ethan - me acerqué ella y la di dos besos, suave y lentamente. Me separé sonriendo - un placer.

"Te tomo la palabra" le contesté con una sonrisa de lo más encantadora. Me tensé de inmediato en cuanto se acercó a mí. Su esencia quemaba sin piedad por mi garganta, pero eso no fue nada con el dolor que experimenté al notar el contacto de su cara con la mía. Cerré los ojos para calmarme y sin darme cuenta inhalé un largo suspiro de su esencia. Cuando se volvió a alejar intenté recuperar el sentido suficiente para contestarle: "Igualmente", sonriéndole de la manera más amble que pude en ese momento.
Miré hacia otro lado intentado tragar algo de aire fresco...era un poco inútil, aún así...Dejé que pasara un corto periodo de tiempo mientras recobraba la compostura y al final le dije: "¿Llevas viviendo aquí mucho tiempo?"