Juegos recreativos.

Me quedé mirando al grupo de chicos que me miraban. Ví que se sentaba y me senté con él, "Son unos críos, no les hagas caso" dije mientras le daba un beso en la mejilla y colocaba unos cuantos mechones de su pelo.

La senté sobre mí - Es que me ponen de los nervios - nunca me había sentido así, la verdad es que los celos no eran lo mío, pero con ella era distinto, y yo sabía por qué. Ella estaba por encima de mis posibilidades, y que estuviera conmigo, para mí era un milagro, y no quería que encontrara a otro mejor y cambiara de opinión. Le di un beso en la frente, intentando dejar todos esos pensamientos.

Cogí su rostro con mis manos para que me mirara, "Tranquilo" dije mirándo sus ojos. Me acerqué lentamente le dí un beso dulce.

La miré de nuevo a ella, intenté volver a prestarla toda mi atención - Lo siento - no había hecho bien en centrarme tanto en los otros chicos, aunque no había podido evitarlo. Acaricié su cintura, intentando calmarme.

"No me pidas perdón, sólo te has preocupado por mí, eso no es malo" dije mientras pasaba mi mano por debajo de su camiseta para acericiarle.

Fdr: vuelvo en 20 minutos.

Escuché lo que me decía - No sé hasta qué punto me preocupaba por ti y no por mí - comenté mirando hacia un lado - Así que sí tego que pedirte perdón. Tengo que prestar menos atención al resto - la miré de reojo y sonreí tímidamente.

"¿Por tí? ¿Es que estás celoso de que me miren a mí en vez de a tí?" dije divertida intentando que se relajara el ambiente

Agradecí lo que intentaba hacer - No puedo creer que gasten las miradas en ti, teniendome a mí delante - contesté con una sonrisa. Acaricié su espalda de manera distraída, ya había conseguido olvidarme de ellos, de nuevo sólo ella ocupaba mi mente.

Sonreí al ver que se calmaba, lo cual dejó lugar a mis pensamientos. Su reacción... ¿Habían sido celos o simple protección? En cualquier caso, si lo pensaba de manera egoíste debía reconocer que me gustó, me hizo sentir especial para él... "Bueno, ¿A quién le toca?" pregunté levantándome.

- Creo que a ti - yo había desperdiciado mi último turno. Lancé una última mirada a los chicos, parecía que ya se habían olvidado de ella, así que por fin pude relajarme. Volví la mirada a ella y esperé a que lanzara.

"Si vuelvo a hacer un pleno, ¿Vas a volver a liarme?" dije divertida antes de darme la vuelta para coger la bola y lanzar. Esta vez, la jugada no fué tan buena, entre las dos tiradas, conseguí batir 6 bolos. M egiré para mirar a Ethan, "No he tenido tanta suerte como para repetirlo..." comenté encogiéndome de hombros

Escuché su pregunta y sonreí, vi que sólo tiraba seis bolos - Es una pena - dije finjiendo poner cara triste. Me levanté para tirar, la primera bola se perdió sin tirar nigún bolo, pero con la segunda hice pleno. Me giré sonriendo divertido - ¿Y ahora? - arqueé una ceja esperando su respuesta - ¿Qué he ganado?

"Un beso, pero no un show como el que hemos dado antes..." contesté divertida. Me acerqué a él con la intención de darle un simple beso, claro que no podría asegurar solo uno... Sus labios me volvían loca...

Escuché su respuesta y sonreí - Prometo ser bueno - dije levantando las manos en señal de inocencia. Empecé a besarla, manteniendo las manos lejos de ella, pero al ver que no se separaba las puse en su cintura y apreté su cuerpo contra el mío, no pude evitar echar una mirada al grupo de chicos, que de nuevo estaban mirando.

Seguí besándole, era mi perdición... Me encantaba notar sus labios calientes contra los míos. Puse mis manos en su cintura acariciándola pero me acordé de nuevo que no estábamos en un lugar demasiado privado... Me separé lentamente y dije mientras nuestros labios aún se rozaban "No me líes..." dije divertida, había sido yo, pero es que no podía evitar desear sus labios.

Disfruté sus besos, con su cuerpo pegado al mío, noté como ponía sus manos sobre mí. Me llevé una pequeña decepción cuando se separó, aunque en el fondo lo estaba esperando - Reconoce que ahora no ha sido culpa mía - dije con una sonrisa, acerqué mis labios de nuevo a los suyos y volví a besarla. Ya había probado sus labios y no iba a ser tan fácil conseguir que me separara de ellos.

Noté que me volvía a besar, intenté separarme, pero me fué imposible... Me acerqué a él pegando mi cuerpo al suyo, amoldando mi cuerpo a sus perfectas líneas, y seguí besándole, olvidando de nuevo todo lo que no tuviese que ver con él.

Noté cómo se pegaba a mí, sonreí interiormente. Miré de reojo al grupo de chicos, quería conseguir que se murieran de envidia, bajé mis manos hasta su trasero mientras seguía besandola. Sabía que estaba siendo un egoísta, que ahora mismo no estaba pensando en ella, pero no podía evitarlo, mi orgullo masculino siempre afloraba, y yo quería que ellos supieran que ella estaba conmigo, que era mía.

Noté sus manos en mi trasero, fué algo que me sorprendió, pero no dejaba de gustarme, con lo cual no iba a replicar... Subí mis manos a su cuello y continué besándole. Estaba a punto de profundizar más mi beso, pero empecé a escuchar los cuchicheos de la gente. Vale, era el momento de parar... Separé lentamente mis labios de los suyos, pero dejé mis manos en su cuello, "¿Por qué me vuelves tan loca?" pregunté con una sonrisa.

Noté sus brazos rodeando mi cuello, parecía que ibamos a perder el control de nuevo, pero ella paró, supongo que se acordaría de dónde estábamos. Yo no me moví, permanecí en la misma posición, no podía sacarme de la cabeza al grupo de chavales, ¿por qué me importaba tanto? ¿por qué sentía esa necesidad de marcar el territorio? Escuché lo que decía. - Es en venganza por volverme tan loco a mí - respondí con una sonrisa.- Creo que ha sido muy buena idea venir a jugar a los bolos - dije divertido.

Escuché lo que dijo y no pude evitar sonreir. "¿Te lo estás pasando bien...?" dije con una sonrisa pícara. Por mucho que lo intentara no lo podía evitar, tenerlo tan cerca me nublaba la razón...

Subí mis manos hasta su cintura, subiendo con ellas su camiseta, dejando la parte baja de su espalda al descubierto - Podría pasármelo mejor - dije acercando mis labios de nuevo a los suyos, les rocé suavemente, seguí la línea de su mandíbula, sin apenas tocarla, hasta que llegué a su oído - pero creo que sentirías demasiada verguenza - susurré en su oído, bajé mis labios por su cuello, y finalmente le dejé un beso en el hueso de su clavícula.

Escuché lo que me dijo. Así era imposible cortarse... Puse las manos sobre su cintura y le pegué a mí. Noté sus labios en mi clavícula y me estremecí. "Si me lo dices así, sabes que haces lo que quieras conmigo..." dije un poco fuera de mí...

Escuché sus palabras, no pude evitar sonreir, saber que ejercía ese efecto sobre ella era algo increible, aunque ella tambien lo ejercía sobre mí - Voy a dejar que mantengas la compostura - dije separandome lentamente de ella - pero no te acostumbres - dije con una sonrisa de suficiencia - Bueno, ¿cómo va la partida? - pregunté como si nada hubiera pasado, como si el juego fuera lo único que había en esos momentos.

¿Partida? ¿Qué partida? Yo ya sólo podía pensar en él... "Me toca, ¿no?" dije cuando un rayo iluminó mi mente... Me acerqué a coger la bola, y la lancé. Estoy segura de que si hubiese sido humana, hubiese tropezado mil veces en el corto trayecto, estaba desorientada... En la primera tirada la bola se fué por el carril, y en la segunda tiré sólo 2 bolos. Tenía la mente en otra cosa...