Restaurantes.

Escuché su saludo y lo contesté con una sonrisa. -Buen Provecho- Le dije mientras me sentaba de manera comóda en la silla. -¿Al final qué pasó con la chica?- Pregunté mientras daba un sorbo a la bebida.

-Gracias.-Le digo mientras la observo desde donde está sentada, me pregunta por la chica, claramente se refería a Nessa.-Nada, no a pasado nada con ella.-Me encogo de hombros mientras entrelazo la pasta en mi tenedor, nunca había expresado mi interés por ella en alto, y menos delante de la gente, no me gustaba hablar de esas cosas.-Si quieres puedes sentarte conmigo.-Le digo indicando la silla libre que hay frente la mia.

Ya había empezado a sospechar de cosas extrañas. Suspiré y le indiqué al camarero en que mesa estaría. -Está bien- Me senté, ese día estaba totalmente comóda y muy tranquila respecto a todo lo qué pasaba. -El chico de los ojos lindos- Bromeé en bajo, ya qué todas las chicas lo habían calificado de esa manera.

-¡Oh nada!- Contesté soltando algunas risas. Era algo divertido. -Algún día me regalarás tu ojos- Dije en forma de ordén. Sus ojos tenían un color extraño. Por eso llamaba la atención. A las humanas las volvía locas. Sonreí ante eso.

-Bueno pero cambiamos de ojos, a ti te gustan los míos a mi los tuyos, no veo cúal es el problema...- Contesté dando otro sorbo a la pajilla. -¿Curiosos?¿Por qué?-Pregunté mientras lo miraba a los ojos.

-Unos ojos como si escondieran un secreto- Susurré. Luego lo miré. Era asombroso ver a los humanos comiendo. A mi la comida no me sabía a nada en especial. Llamé a la camarera. -Quisiera una bebida fuerte- Le pedí, desviando mi mirada de Matt.

-Oh, eso tendrás que descubrirlo tú- Dije mientras volví a posar mis ojos sobre él. Me causaba interés verlo comer. Ayer había estado comiendo pero no le paré en los más minímo. -Um.. Tal vez sea la persona más difícil para emborrachar- Bromeé divertida. Me saqué la chaqueta y la coloqué a su lado.

-No lo creo, una cara muy santa para hacer eso- Bromeé. Mi comida llegó. -Hablamos después- Dije con tono misterioso y sonreí pícaramente. Mientras salía de allí.