EL puerto de Forks

Me sobresalte un poco al oir a alguien a mis espaldas, cuando volteo vi que era Sera.... el corazon empezo a detenerse....

--Hola Sera, bien y ustedes?--- dije sonrriendo

Le devolví el abrazo a Tanya con una sonrisa y le constesté, a ambas -Bien, solo he estado vagando por el mundo... o solo de Forks- dije encogiéndome de hombros.

--somos dos, que extraño que no nos encontraramos.... este pueblo no es tan grande--- dije y rei euforicamente, no se que me dio pero tenia ganas de reir

-yo estoy muy pero muy bien -les conteste me gustaria nadar -les dije mirando el agua tan cristalina tan hermosa

Solté una ligera risilla con Cate y luego escuché a Tanya -¿Segura? ¿No hará un poco de frío?- pregunté para disimular.

- cierto podria cojer un resfriado mejor no -le dije mientras daba un largo suspiro

---bueno si coges un resfriado, luego pasas un dia en cama pero hiciste lo que querias en el momento que querias, yo apoyo a que te bañes--- le dije a tanya muy emocionada

-mmm....no se no me gusta estar en cama -le dije -mmm.... y que han hecho? -le spregunte interesada aya que tenia mucho que no las veia

Sonreí de lado y escuché a Tanya -Bueno, nada, realmente...- respondí. En mi bolsillo sentí que algo vibraba y supe que era mi blackberry. Me había llegado un mensaje urgente -Oh, lo siento, debo irme, parece ser importante -dije mientras respondía al mensaje. Saludé con una sonrisa de disculpa a mabas y me fui de ahí.

---bueno entonces no te metas al agua--- dije luego vi la hora tenia que irme, se me habia olvidado hacer una tarea del instituto ---lo siento chicas me tengo que ir--- añadi apenada, llegue a mi coche y sali de ahi

- adios - les dije me quede sola y decidi mejor irme

Llegué al puerto como era ya un poco común. Me gustaba ese lugar, me encantaba ver el agua del mar. Suspiré y me senté en cierto punto del pueblo para poder observar bien el lugar. Me quedé perdida en mis pensamientos, con una ligera sonrisa en mi rostro. Me solté el cabello y dejé que ondeara en el viento.

Escuché a Marco llegar y suspiré. La verdad es que esperaba que llegara otra persona... no sabía quien, pero Marco no parecía la persona que estaba esperando. Aún así, tuve que saludarlo -Hola, Marco. Algo distraída... o la verdad es que no se... ¿y tú?- le pregunté enredando las palabras al hablar, ay que tenía unos pensamientos un poco agitados. Intenté olvidar todo y centrarme con Marco... o si llegaba, aquella otra persona, desconocida por mí.

Vi que Marco lanzaba el arcoiris al aire y suspiré. No estaba para sus cosas extrañas... pero no le diría nada. -No sucede nada...- le dije, haciéndole una seña para que se sentara conmigo en el puerto.

-No estoy triste, Marco...- le dije rodándo los ojos, y por cuanto me gustaría ir de compras, prefería estar ahí, con aquel presentimiento. Aunque quería conocer nuevas personas, y quizá fuera el centro comercial un buen lugar. Preferí quedarme ahí sentada viendo el mar -Me gusta más aquí- añadí con una sonrisa.

Miré a Marco alzando una cej. Quizá otro día le hubiera seguido el juego, pero hoy no estaba de humor... Ya no me encontraba con nadie serio en ese pueblo.
Reí de mi pensamiento, ya que era completamente mentira. Y de todos modos, mi seriedad no era muy grande. Negué la cabeza, para mi misma, como descepcionada de mi propio pensamiento. Cosa que me dio más risa. En ese momento pensé que me estaba volviendo completamente loca y que sería mejor que dejara de reír por mi bien mental y el de los demás.

Miré a Marco con una ceja alzada al ver que bailaba al ritmo de una música inexistente. Suspiré y simplemente miré hacia otro lugar, al reflejo de las estrellas en el agua.

Vi que Marco se iba. Decidí sair yo también de ahí, no tenía nada que hacer... Le di un último vistazo al ambiente y me monté en mi coche para dar un paseo por donde me llevara el viento...