Frente al espejo.

Hola!!!!
Vengo a daros la brasa de nuevo xD
Otra vez me presenté a un concurso qeu era de escribir un relato corto en el tiempo que nos daban con el tema que aparece de título.
Aquí lo dejo y a ver qué os parece
Aviso!! es muy cortito!!



Estaba en una angosta habitación que solo era iluminado por un único foco situado en la mesita de noche.
Me levanté, y pude observar mi reflejo en el espejo de mi armario. Unos ojos rojos a causa del llanto, que me recordaba vágamente a los míos, me devolvían la mirada. Eché hacia atrás mi pelo, ahora enmarañado, dejando al descubierto mi rostro. Miré mi cuerpo, era delgada y desgarbada, mi altura era bastante inferior a la normal. ¿Cómo podía alguien interesarse así por mí? Mis párpados se cerraban y abrían con demasiada rapidez, cubiertos por unas gafas de pasta naranja. Una sonrisa triste se dibujó en mi rostro, pero desapareció enseguida al descubrir en mis dientes unas piezas metálicas, convirtiéndose en una mueca de disgusto.
En esos momentos las imágenes de las chicas perfectas, chicas con una rubia cabellera, ojos claros y cuerpo exhuberante, se aparecían en mi mente como la llegada de una terrible tormenta. Yo deseaba ser como esas chicas, preciosas, con un novio guapo y todo el mundo a sus pies, pero el reflejo que me devolvía el espejo era todo lo contrario.
Las lágrimas comenzaron a aflorar como un torrente de agua, deslizándose por mis mejillas hasta prderse en las grietas del suelo. Jamás había llorado tanto, nunca había derramado tantas lágrimas, pero acababa de descubrir que mi tan ansiado sueño, era un sueño inalcanzable.
Nunca tendría un novio que me quisiera, nunca tendría amigos,...
Miré una vez más al espejo.
¿Por qué todos teniamos que ser zombies de la sociedad? Éramos títeres de un conjunto de personas de las que es imposible escapar. En esta sociedad solo es válido lo perfecto pero, ¿quién determina qué es perfecto?
Sequé mis lágrimas con rabia y me dispuse a colocar mi cabello. Erguí la postura y mi vista se fijó en el espejo donde pude contemplar una radiante sonrisa de la chica frente a él. Una chica bajita y delgada, con gafas de pasta naranja y aparato en los dientes; pero ante todo, una chica con una gran sonrisa y sin lágrimas en los ojos, una chica feliz. Ella no era perfecta para la sociedad, pero ¿quién dice que ella no es perfecta?
Salí de la habitación con un claro objetivo; demostrar que la perfección no existe, solo existe la felicidad.

Es un exelente telato mostrando la verdad de las cosas lo personas piensan y nuca de dignan a hacelo eres una exelente escritora wow!!!