Sala de estar.

Ví como se hacía el dormido y fruncí el ceño. Tenía una estrategia infalible. Bajé mis labios y le dí un ligero mordisco en la tripa. "Si no te despiertas, tendré que torturarte..."

Noté su mordisco y abrí el ojo ligeramente, volví a cerrarle - Para mamá, aún no quiero levantarme - dije intentando no reir.

"Tú verás..." dije antes de apretar los mordiscos pero sin llegar a hacerle verdaderamente daño

Sentí que sus mordiscos se hacían más intensos - ¿Tienes hambre? - pregunté divertido.

"¿Me vas a hacer sacar la artillería pesada? Estoy segura de que no quieres que te haga consquillas..." bromeé con una sonrisa

- ¿Crees que hacerme cosquillas te ayudará a conseguir lo que quieres? - pregunté alzando una ceja.

"La verdad..." comencé con expresión pensativa, "...Sí" contesté antes de empezar a hacerle cosquillas

Esperé su respuesta. Me deshice como pude de ella, al ver que se ponía a hacerme cosquillas. Me levanté del sofá y me quedé de pie mirándola - Esto no es nada erótico, lo sabes, ¿no? -

Eché a reir ante su reacción. No podía parar, pero al cabo de unos minutos conseguir acallar las risas. "Parece que estoy algo confundida... ¿Por qué no me haces una demostración?" pregunté de manera pícara

La miré con una sonrisa divertida - No, no, tienes que aprender tú sola - contesté volviendo a acercarme a ella - Pero las cosquillas no funcionan - dije aún temiendo que me hiciera cosquillas de nuevo.

Cogí su mano haciendo que se tumbara a mi lado y acerqué mis labios a su cuello para besarlo, "¿Mejor?" pregunté separándome tan sólo escasos centímetros de su cuello y volviendolo a besar

Me tumbé de nuevo en el sofá, sentí su beso en mi cuello - Mucho mejor, pero aún así, aún no me convences... - dije travieso.

Me tumbé sobre él, con una rodilla a cada lado de su cintura y bajé mis besos por su pecho, "¿Y ahora?" pregunté entre beso y beso

- Vas mejorando - dije cerrando los ojos, disfrutando de sus besos, dejé mis manos a los lados de mi cuerpo, sin tocarla a ella.

Besé sus labios de manera tranquila, disfrutando cada segundo, mientras que mis manos bajaban hasta el borde de su pantalón jugando con él. "¿Y ahora?" pregunté de nuevo rozando mis labios con los suyos

Respondí al beso, mis manos de dirigieron a su cuerpo sin que yo pudiera controlarlas. Sentí como sus manos descendía, eso realmente ayudaba. No respondí, mis acciones respondía bastante mejor que mis palabras.

"Lo tomaré como un sí" contesté con una sonrisa pícara antes de volver a besarle, aunque esta vez de manera mucho más intensa.

Respondí a sus besos, subí mis manos por sus costados, levantando su camiseta hasta quitársela, al final ella había conseguido lo que quería...

Le ayudé a quitarme la camiseta y volví a besarle apasionadamente. Mis manos aún seguían bordeando su pantalón una y otra vez, como si esperaran el momento justo

De nuevo sentía que el cansancio llegaba a mí, no quería decepcionarla, pero no estaba seguro de poder hacer algo decente. Me separé de sus labios para poder hablarla- ¿Aquí? - pregunté como ella había hecho otras veces.

Estuve a punto de responderle con un beso, para continuar sin límites como siempre hacíamos, pero entonces recordé todas las veces que nos habían pillado, "¿Crees que puede venir alguien?"

- Teniendo en cuenta que es la sala de estar de una casa en la que viven un montón de vampiros... - dije incorporándome un poco, aún con ella encima. Tenía la respiración agitada, y estaba algo serio, realmente no quería parar, la deseaba, pero el miedo al fracaso era mayor que el deseo.

"Sí, tienes razón, será mejor parar..." contesté quitándome de encima de él

Me quedé mirandola, ella aún estaba sin camiseta, su cuerpo era perfecto, me hacía perder la razón. Me olvidé de todos mis reparos y me lancé hacia ella - Que les den - dije antes de besarla con pasión.

Sonreí de manera pícara al ver que se abalanzaba sobre mí y devolví su beso de la misma manera. Mis manos comenzaron a pasear por su espalda estrechándole contra mí. Le deseaba