Sala de estar.

Si quieres te lo vuevo a pasar o como quieras si cres que un dia me puedes nesecitar - le dije sonriendo aunque recordaba como estava ayer y queria saber por que pero podria esperar hasta que el quisiera yo tenia tiempo y de sobra.

- Apúntamelo - dije sancando la PDA y dándosela a ella - Nunca se sabe lo que puede pasar - dije con una sonrisa. Esperaba que Alice no se molestara por esto, no parecía haberle sentado muy bien que me lo diera la primera vez. Acaricié el hombro de Alice.

tome su PDA y tecle mi numero y todos mis datos en donde me podia localizar y se la entregue aqui tienes y como has estado alice? -le dije mirando sus ojos ya uqe la recordaba con los ojos marrones almendrados y ayer me sorprendio.

Ví que le tendía a Tanya la PDA para que le diera su número. Esta vez no me sentó nada mal, supongo que antes simplemente me molestaba todo... pensé. Noté que acariciaba mi hombro y le miré con una sonrisa. Escuché la pregunta de Tanya, "Bien, gracias, ¿y tú?" contesté con una sonrisa amable.

Bueno en estos dias he estado recordando muchas cosas que no quisiera recordar pero no puedo evitarlo pero en todo lo demas creo que estoy bien -le dije con voz nostalgica y me deje caer en el sofa y meti me cabeza entre las rodillas.

Volví a guardar la PDA en el bolsillo. Vi la sonrisa de Alice, no pude evitar responderle con otra. Por fin podíamos estar bien de nuevo. Escuché lo que Tanya decía - ¿Y eso? ¿Estás bien? - pregunté, ella se habia preocupado por mí, ahora podía devolverle el favor.

en cierta parete -le dije me ardian los ojos otra vez trataba de llorar y lo unico que logre fueron unos sollosos sin una lagrima.

No conocía a Tanya demasiado, pero al verla así le pregunté, "¿Podemos hacer algo por tí?"

En realidad no nisiquiera yo puedo hacer algo por mi...... -le dije entre sollosos como odiaba ser tan debil y no controlar mis emosiones sera mejor que me vaya tengo qu ever a mi psicologo -les dije bromeando
bueno nos vemos despues se cuidad adios - les dije y les di a cada uno un beso en la mejilla y sali de alli.

Puse mi mano en su espalda - Puedes hablarnos de ello si lo necesitas - dije preocupado por ella, la vi marchar y la despedí con un gesto. Me quedé mirando a la puerta preocupado.

Ví que Tanya se despedía y nos daba un beso en la mejilla, me pilló un poco por sorpresa, "Adios Tanya" la despedí y la ví irse

Volví a mirar a Alice - Parece que no es una buena época para nadie - comenté mientras acariciaba su pelo.

"Al menos tú y yo lo hemos arreglado..." contesté apoyando mi cabeza en su pecho

- Aunque nos ha costado - acaricié su cintura, rescostándome un poco más en el sofá. - Pero lo importante es que lo hemos conseguido.

"No podría estar más de acuerdo..." contesté mientras pasaba mi mano por su cintura

- Te he echado de menos - me puse a hacer círculos en su cadera con uno de mis dedos. - ¿A dónde fuiste ayer? - pregunté curioso, en mi mente habían pasado varias ideas, pero quería saber cuál era la correcta.

"Yo también te he echado de menos...". Escuché su pregunta y agradecí que en esta posición no pudiera verme bien la cara... "Necesitaba dar un paseo, aclarar las ideas, supongo..." mentí. No me sentía bien haciendo esto, pero no veía la necesidad de contarle que Eleazar estaba conmigo en cuanto al cambio de la dieta cuando ya había abandonado la idea de llevarlo a cabo...

- Entiendo, a mí tambien me vino bien el paseo hasta casa - comenté despreocupado. Me quedé mirando su cuerpo, desde mi posición las vistas eran increíbles.

No pude suspirar aliviada pero de manera discreta para que no se diera cuenta... Por otro lado, casi me sentí peor... "Ambos necesitábamos despejarnos un poco..."

- Supongo... - la verdad es que no había conseguido dormir en toda la noche, pensando en ella - No dormí nada bien porque tú no estabas a mi lado...

"Eso te pasa por rechazarme..." contesté divertida, aunque ayer precisamente no me hizo gracia...

- No te rechazé a ti - respondí seguro. Había rechazado a lo que ella era ayer. - Pero he aprendido que no debería hacerlo nunca más. -dije esperando que el ambiente siguiera relajado.

"No es eso, si no te quieres quedar alguna vez, prefiero que me lo digas..." contesté, "Aunque me duela prefiero que seas sincero..."

- La sinceridad no me ha ayudado mucho esta vez - comenté con un tono de voz suave.

"Supongo que debí dejarte tu espacio antes de reaccionar así, pero es que no te puedes imaginar cuanto me dolió verte actuar así conmigo..." expliqué mirándole, "Yo sólo quería mejorar las cosas entre nosotros..."