Habitaciones.

La giré con cuidado hasta quedar frente a frente, puse sus piernas una a cada lado de mi cuerpo - Cierra los ojos - la pedí con una sonrisa divertida.

Escuché lo que dijo cuando estuvo frente a mí, me pareció extraño, pero aún así los cerré

Cogí su mano y la acaricié, la acerqué lentamente a mi pecho, dejándola sobre mi corazón, ahora tranquilo. Poco a poco fui llevando mis labios hasta los suyos, cuanto más cerca estaban, más rápido latía mi corazón. Rocé sus labios y después la besé suavemente. Despacio fui hasta su oído - Esta es una de las mejores cosas - susurré.

Sonreí al entender lo que hacía, para mí era increible notar su corazón acelerándose. Podía saber lo cerca que estaba de mí por el ritmo de su corazón. Escuché lo que me dijo al oído y sonreí, "Lo corroboro" contesté con la sonrisa aún instalada en mi cara. "¿Y qué más ventajas hay?" pregunté de nuevo

Me quedé pensativo - Ahora sólo se me ocurre esa, pero puedes ayudarme a descubrir el resto - sonreí mientras rodeaba su cintura, juntando mis manos tras su espalda.

Me quedé pensativa mientra rodeaba su cuello con mis brazos, "Dormir... Yo ya ni me acuerdo lo que se sentía, pero tiene que ser muy satisfactorio estar cansado y acostarte..."

- ¿Echas de menos dormir? - pregunté impactado ante tal revelación. A mí me parecía una pérdida de tiempo pasar ocho horas tirado en una cama, sólo porque mi cuerpo estaba cansado. Acaricié su espalda, haciendo círculos con las yemas de mis dedos.

- Pero sólo cuando tú estás a mi lado - respondí con una sonrisa. Bostecé - Vaya, ahora por hablar de dormir me ha entrado sueño - dije riendo.

Escuché lo que me dijo y sonreí. "Es muy tarde, hace rato que deberíamos habernos acostado..."

- Es que teniéndote a ti delante no puedo pensar en dormir - me tumbé, con ella aún sentada sobre mí - Este es uno de los inconvenientes de tener un cuerpo humano.

Escuché lo que me dijo y no sonreí. Me tumbé sobre él apoyando mi cabeza en su pecho, "Para mí eres perfecto..."

- Tú eres perfecta - susurré. Empecé a acariciar su espalda hasta que al final me quedé dormido.

Noté que se quedó dormido, me levanté con cuidado, me acerqué a mi armario y saqué una manta. No me había creído lo de la corriente de aire frío, pero por si acaso... Me tumbé con él y arropándole con la manta. Me quedé escuchando su respiración tranquila mientras pensaba en todo lo que había pasado hoy...

Me desperté de golpe, con la raspiración agitada, había tenido una pesadilla, no recordaba de qué trataba, pero tenía algo que ver con Alice. Miré instintivamente a mi lado, para ver si ella seguía allí.

Ethan parecía estar pasando por un mal sueño, estaba muy inquieto. Ví que se despertó de golpe, parecía asustado por algo. Pasé mi mano por su cintura para tranquilizarle, "Sólo ha sido un mal sueño..." le susurré al oído.

Empecé a tranquilizarme al ver que seguía allí. Normalmente no tenía pesadillas, era muy extraño. Pase una mano por su cintura y la besé en el pelo. Intenté recuperar el ritmo de mi respiración.

"¿Estás mejor?" le pregunté un poco preocupada, "¿Acaso has soñado con Eleazar?" pregunté divertida para que olvidara su pesadilla.

- Sí, estoy bien - Escuché su pregunta - No me hables de él - dije molesto. No me apetecía escuchar su nombre nada más despertar por la mañana - ¿Te gustaría poder soñar para soñar con él? - pregunté alzando una ceja.

Noté que no le sentó bien mi broma, "Me gustaría poder soñar para soñar contigo..." dije acercándome para darle un suave beso en los labios.

Besé sus labios, intentando olvidarme de todo. - Que mal despertar he tenido hoy - comenté, tumbándome de nuevo en la cama - Aunque esa frase me ayuda bastante a mejorar el día - dije con una amplia sonrisa.

Apoyé mi cabeza en su pecho cuando volvió a tumbarse y empecé a acariciar su pecho distraída, "¿Qué soñabas?" pregunté con curiosidad

Pasé un brazo por debajo de su cuerpo y empecé a acariciar su espalda - No lo sé, pero tú estabas allí. - Era todo lo que podía recordar - Había más gente, pero no recuerdo qué pasaba.

¿Habría soñado que le hacía daño? No me gustó la idea ni lo más mínimo, pero intenté desviar mi mente a otro tipo de pensamientos, no quería que me notara preocupada por eso... "¿Tienes hambre?" pregunté cambiando de tema

- No, que va - tenía el estómago revuelto, si comía algo ahora seguro que vomitaría - ¿Y tú? - pregunté divertido.