Plaza de San Marco.

Me hubiese gustado comprar mi favorita, pero en vista de que no quería volver a entrar en la fuente, compré una que se le parecía. Pregunté al vendedor cómo se llamaba la flor. Me giré y observé como Ethan aún seguía riendose de mi. Me acerqué y una vez que estuve delante de él le dí la flor
"Espero que te gusten las calas, porque no pienso volver a entrar en la fuente" le dije sacándole la lengua.

La observé mientra venía con la flor en la mano, la situación era bastante divertida, una chica regalandole una flor a un chico. Cogí la flor y la miré con detenimiento - Una elección interesante - Cualquiera hubiera elegido algo más común o incluso la mítica rosa, en cambio ella había elegido esa. Esta chica empezaba a gustarme de verdad. - Creo que me conformaré con esta, soy demasiado bueno como para mandarte allí de nuevo.

"¿Bueno tú? no me hagas reir" dije con sarcasmo. "Me has hecho meterme en una fuente con el agua helada y con el frío que hace, eso no es ser un chico bueno..." dije divertida por la idea de que pudiese yo estar pasando frío...Dejé lentamente los zapatos en el suelo y me quedé fijamente mirándole: "¿Y ahora?"

- Soy un trozo de pan - puse cara de bueno para apoyarme. Cogí la chaqueta y me puse de pie, volví a ponérsela por los hombros - Espero que no te constipes, pero sólo tenías que haberte negado... - la miré de arriba a abajo, estaba bastante mojada. - Ahora lo que tú quieras - dije divertido, esperando expectante.

"Quítate tu jersey y dámelo, me conformo con eso" Puede que luego me sintiera algo culpable, pero por el momento le haría sufrir un poquito...

Volví a hacer el saludo militar, me quité el jersey y se lo di a ella. - A sus órdenes chica mala - sonreí de lado. Llevaba una camisa de manga corta bajo el jersey, no era mucho, pero tampoco tenía frio. - ¿Y ahora? - hice la misma pregunta que ella

Me quedé mirando como se quitaba el jersey fijamente. Le devolví su chaqueta y me puse su jersey. Olía a él. La garganta empezó a quemarme demasiado, será mejor que se lo devuelva... "Es igual, será mejor que te lo pongas o tu tobillo no será tu único problema..."dije mientras se lo devolvía. "Tu sabrás que cosa maquiavélica has planeado para mi"

Me quedé mirandola cuando se quitó el jersey - ¿Segura? Vas a quedarte helada - la miré preocupado, me sentía culpable. - ¿Sabes? Sí eres tan buena conmigo, no me dejas sacar mi mi vena oscura - la miré fijamente, estaba sorprendido de lo bien que estaba con ella, podía ser yo mismo sin necesidad de finjir, simplemente siendo como yo era, viviendo el presente. - ¿No eras tú la chica mala? Te dejo otra oportunidad para demostrarmelo - sonreí.

Inhalé aire menos impregnado en su esencia mirándo hacia otro lado y volví a ponerme el jersey, no quería que pensara que lo rechazaba porque si. Sonreí cuando me habló de su vena oscura, si supiera lo cerca que estaba yo de perder el control, de sacar la mía..."¿Seguro?" pregunté a su oferta "Quedarte con una chaqueta nada más me parece bien, además, la venganza se sirve en plato frío..." dije sacándole la lengua. "Venga, te toca, no hagas que me arrepiente..."dije riendo divertida.

- Tú verás - me encogí de hombros - pero luego no quiero quejas - la avisé. Me acaricié la barbilla pensativo, no sabía qué iba a pedirla ahora. Fruncí el ceño, me estaba costando tener otra idea - Vale - dije de pronto - Quiero que vayas a ese grupo de chicos y les preguntes la hora - hice una pausa y después añadí - y después le regales la flor al que te conteste - le devolví la flor y me senté en el banco de nuevo, esperando.

"No, he hecho esos esfuerzos para que te la quedes tú, no unos chicos que no conozco de nada..." Había empapado mi ropa, había hecho el ridículo y había dejado que se rieran de mí para regalarle esa flor ¿¿y quería que ahora se la diese a cualquiera?? Ni hablar. "¿Eso es lo que valoras mis regalos?"

Me sorprendí con la reacción de la chica, era algo que no me esperaba. - En realidad el regalo me lo he hecho yo a mi mismo, y no valoro muchos mis propios regalos - Sonreí de lado, era yo el que la había dicho que lo hiciera, ella no había decidido regalarme algo - Es o eso o darles algo tuyo, tú eliges - dije de forma chulesca - También puedes negarte, pero eso sería muy aburrido - negué con la cabeza.

"No eres tú el que se ha metido en una fuente mientras todos miraban" le repliqué. Aún seguía descalza, y prefería no parecer aún más loca, así que miré hacia los tacones que aún seguían en el suelo y me los puse. "Muy bien, si no la quieres, se la doy, al fin y al cabo que les iba a dar mío...¿mi camiseta?" dije mientras cogía la flor de entre sus manos. En mi mente se fue formando la venganza, no iba a ser tan divertido, pero era algo que en otras condiciones Ethan no me lo habría permitido...Comencé a reir imaginándome la reacción que tendrá cuando se lo diga...

- Pero yo tuve la idea, así que llevo razón - alcé el mentón orgulloso - No es mala idea, deberías darles la camiseta - dije mirándola pícaro. Sabía que no iba a hacerlo y yo tampoco pretendía que lo hiciera - No es que no quiera la flor, pero siempre puedo pedirte que me cojas otra - estaba bromeando, no iba a hacer que volviera a meterse en la fuente, ni siquiera yo era tan malo. La vi reirse, y me dejó sorprendido, no sabía qué era lo que estaba pasando por su mente, pero fuera lo que fuera, no parecía nada bueno.

Sonreí ante su mirada pícara. "Desagradecido" le dije sacándole la lengua antes de echar a andar. Caminé con paso ligero pero decidido acercándome a los chicos mientras me quitaba el reloj y lo guardaba en el bolsillo trasero derecho de mi pantalón. Puse la flor detrás de mi espalda y una vez allí les dije poniendo una encantadora sonrisa en mis labios: "Hola, ¿os importaría decirme la hora?" mientras los chicos buscaban sus relojes o sacaban el móvil para decirme la hora. Miré hacia donde estaba Ethan y le sonreí. El chico que estaba justo delante de mí fue el primero en decirme la hora: "las nueve y media", por lo que pensé en darle la flor a él. Le sonreí agradecida y dalargué la mano para darle la flor. "La simpatía tiene premio" le dije guiñándole un ojo. Creo que el chico llegó a estar incluso más avergozado que yo, porque ví como se ruborizada, lo cual lo tomé como una alarma para salir de allí pitando. Me volví caminando hacia Ethan mirándole fijamente.

Sonreí divertido cuando me llamó desagradecido. Iba a decirla algo, pero ella ya estaba caminando hacia los chicos. Me incorporé un poco en mi asiento para poder verlo mejor. Cuando se giró para mirarme la hice un gesto para que continuara y no se echara atrás. Mientras ella volvía hasta donde estábamos, yo me quedé mirando al chico al que le había dado la flor, estaba totalmente rojo, aguantando las bromas de su compañero. Volví a mirarla de nuevo a ella, sin poder aguantar una risita - Estoy seguro de que hubiera preferido que le dieras tu camiseta - al final eché a reir.

"Estoy segura de que él también" sonreí contestándole. "Bueno me toca, ¿no? y no vale echarse atrás, ¿eh?" No estaba muy segura de si llevar a cabo mi plan, me lo estaba pasando muy bien y no se como se tomaría lo que le iba a pedir ahora, de todos modos tengo que intentarlo...

Escuché lo que dijo, ahora estaba claro que no me iba a gustar lo que me pedía. Mi mente se temió lo peor, aunque esperaba que no fuera eso, porque no sabía qué era lo que iba a hacer. Suspiré - Te toca - dije resignado - un trato es un trato - me parecía que se me iba a acabar la diversión.

"Déjame ver tu PDA" fue lo único que dije. Me senté en el banco y me quedé mirándole esperando ver su reacción. Temía que se enfadara...

Mis peorestemores se cumplieron, me puse tenso, apoye los codos en las rodillas y escondí la cara entre mis manos, amasando mi pelo. ¿Qué iba a hacer? Habíamos hecho un trato, pero yo no podía dejar que ella lo viera, no quería que cambiara la imagen que tenía de mí, me caía demasiado bien. - No - respondí secamente - No puedo.

Ví que tal y como me temía no se lo había tomado bien. ¿Pero que puedes esconder que sea tan grave? Se me hacía difícil pensar que pudiera haber algo tan oscuro en él como para dolerle de esa manera. Preferí no insistir, no me gustaba verle así, admás me sentía culpable...¡Era él el que no cumplía el trato! me decía a mi misma para acallar las vocecitas de la culpabilidad, pero no surtía efecto.
"Lo siento, no debería haber sacado el tema de nuevo" dije mientras dejaba mi mirada fija en el suelo con un suspiro.

¿Por qué tenía que pasarme a mí? ¿Por qué mi vida no podía ser normal? Estaba harto de no poder hablar tranquilamente de mi pasado, de tener que finjir. Cerré los ojos, no quería seguir pensando en eso. Escuché su voz disculpándose - No hagas eso, no pidas perdón. Tienes derecho a preguntar lo que quieras, soy yo el que debe pedir perdón por no contestar. - Levanté la mirada para poder verla, con la disculpa en la cara.

Definitivamente no fue buena idea..."¡Eh!, no te preocupes, el día que estés preparado para hablar conmigo de eso me lo contarás y estaré para escucharlo" le dije mientras ponía mi mano en su hombro "de verdad, no estropeemos el momento con esto, no es importante, ¿ok?" dije intentando enmendar el error que había cometido...

- Prefiero seguir siendo el chico invisible - dije en un susurro. Me sorprendió cuando posó su mano en mi hombro, la tenía helada. Cogí su mano entre las mías, intentando calentarla - Estás helada, quizá lo de la fuente no fue buena idea - Me quedé mirando su mano entre las mías, era tan pálida y parecía tan débil...

Su movimiento me pilló demasiado desprevenida. Mis ojos no cabían en sus órbitas. Me asusté tremendamente cuando cogió mi mano. ¿Qué le iba a decir cuando mi mano siguiera helada durante todo el tiempo? Claro que la tenía helada ¡soy un vampiro! No sabía que hacer, la quemazón de mi garganta empezaba a rugir con más y más fuerza. Estaba tan nerviosa que se me empezaba a nublar la vista, empezaba a pensar con claridad...Cerré los ojos intentando calmarme estrujando mi frente con la mano que tenía libre. "Me duele la cabeza..."dije y con la mayor cautela que pude deslicé la mano que me cogió para que no se diera cuanta de que fue lo que causó mi reacción y me eché hacia atrás en el banco. Más vale que me calme, porque con la excusa que le he puesto es posible que se incline sobre mí o me toque instintivamente...