Biblioteca

Ví que se llevaba la mano al pecho. Juraría que le había dado flojito... Intenté mantenerme tranquila diciéndome que sólo intentaba quedarse conmigo, "Sé controlar mi fuerza a la perfección, y sé que no te he hecho daño..." contesté intentando sonar despreocupada. "¿Qué has cocinado?" pregunté curiosa

- Creo que me has roto una costilla - dije frotandome el lugar en el que me había golpeado - No estoy para hablar de comida ahora... - dije intensificando el gesto de dolor, me incliné hacia delante, apoyando las manos en las rodillas, como si no pudiera mantenerme erguido.

¿De verdad le había dado tan fuerte? Ya no estaba tan segura. Ví que se inclinada dolorido y no pudeevitar m+ponerme histérica, "Lo siento, será mejor que te lleve al hospital..." contesté cogiéndole de manera apresurada por la cintura para ayudarle hasta llegar a la salida. En ese momento me alegré de poder haber podido dejar el coche justo en frente de la biblioteca, cuanto menos andara mejor

Vi que al fin se preocupaba, lo había conseguido, una sonrisa cruzó mi rostro - Esta vez no me has hecho daño, pero te sirve de aviso para la próxima - dije mirándola con una divertida sonrisa.

Le ví sonreir y no me lo pude creer. Rodé los ojos con un suspiro y le solté, echando a andar hacia donde estábamos antes de su gran broma. Me crucé de brazos y me apoyé en una mesa sin llegar a sentarme sobre ella.

Obsevé su reacción, me la esperaba, y aún así había decidido hacer la broma, esperaba que se le pasara con facilidad. Me acerqué a ella y puse las manos en sus caderas - Era solo una broma, no te enfades... - dije inclinando la cabeza para mirar sus ojos, agachándome unos centímetros para poder hacerlo.

"Ja ja" contesté irónica. "Ha estado a punto de darme un ataque al corazón. Y fíjate si es grave, porque mi corazón no late..." contesté alzando las cejas

No iba a ser fácil, esperaba que estuviera exagerando, a mí no me había parecido algo tan preocupante - No ha sido para tanto, sólo era un hueso roto, no me iba a morir por un hueso roto - digo soltando una de mis manos de su cadera para acariciar su mejilla - Esto demuestras que te preocupas en exceso por mí - agarré con suavidad su cuello y le di un beso en la frente, sólo quería que me perdonara por la broma.

Realmente me había preocupado demasiado, pero no podía evitarlo. no era el hueso roto, era el hecho de habérselo provocado yo... Relajé mi rostro hasta esbozar una ligera sonrisa, "¿Preocuparme yo por tí? Por favor, todo ha sido puro teatro..." bromeé con aire despreocupado. Me pareció la mejor manera de evitar que el ambiente se tensara

Eché a reir al escuchar su respuesta, al parecer no se había molestado tanto - No sé cómo he podido pensar que podrías llegar a preocuparte por mí - dije, con el tono algo dolido, como si me afectara que ella no se preocupara.

"No lo sé yo tampoco, pero bueno, no pasa nada..." contesté con aires de orgullo a la vez que negaba con la cabeza, como si lo que él hubiese dicho no tuviese ni pies ni cabeza.

- Eso me duele más que el golpe - dije volviendo a llevarme la mano al pecho, aunque esta vez la dejé sobre el corazón - Pensé que lo nuestro era verdadero... - sacudí la cabeza y me giré, caminando hacia la salida.

Ví su reacción y me apresuré a cogerle por el brazo y darle la vuelta para que quedara frente a mí, "Lo nuestro es..." comencé la frase, pero a mitad de camino me arrepentí y la cambié sobre la marcha, "... más real que cualquier otra cosa". Me quedé mirando sus ojos durante unos segundos. ¿Cómo podía ni tan si quiera dudar de ello?. Sonreí levemente. "No vuelvas a hacerme creer que te he hecho daño..." contesté ladeando mi sonrisa

Noté que me agarraba y dejé que me girara, realmente tenía más fuerza que yo. Escuché el titubeo, al parecer iba a decir algo que prefirió callarse, seguramente debido al tema que habíamos hablado antes - Lo sé, jamás dudaría de que lo que siento por ti es real - dije con una sonrisa, mirando sus preciosos ojos. Oí lo que decía - Lo siento, te prometo que no volveré a hacerlo - dije poniendo mis manos de nuevo en su cadera.

Mi sonrisa terminó de dibujarse en mi cara al escuchar su respuesta. Noté sus manos en mis caderas y rodeé su cuello con mis brazos. "Más te vale" reclaqué deshaciendo el nudo de mis brazos para apuntale con mi dedo índice en tono amenazador. Por más que intenté permanecer seria, a penas lo logré unos segundos antes de echar a reir divertida, devolviendo mi brazo a la posición anterior

- Sí, mi sargento - dije soltando su cuerpo para hacer el saludo militar, para después volver a agarrarla. Me quedé mirandola con una amplia sonrisa plantada en la cara. Acerqué mis labios a los suyos y le di un beso largo y lento.

Eché a reir de nuevo al ver lo que hizo. Calmé mi risa al notar la manera en la que me miraba y terminé de acortar la distancia que separaba nuestros labios para devolver su beso de manera suave y sin prisa

Seguí besándola hasta que alguien tosió de manera mal disinmulada cerca de donde estábamos. Había olvidado de nuevo dónde nos encontrábamos, como siempre que estaba con ella. Me separé mirando hacia los lados, como si estuviera disinmulando, intentando no reir.

Escuché la tos que nos interrumpía, y con razón si teníamos en cuenta donde estábamos... Observé como él disimulaba, sin embargo yo no fui tan buena en ello y no pude evitar soltar unas risitas ahogadas, bajando la mirada y tapando mi boca con el fin de que no fueran demasiado escandalosas

La oí reir, la miré con una sonrisa divertida - ¿Qué tal si vamos a otro sitio? - pregunté con una sonrisa.

"Será lo mejor..." contesté a su pregunta. Intenté recobrar la calma de mis risas y cogí su mano para salir de allí

Intenté volver a poner un gesto serio, agarré su mano y caminé hacia la puerta, saludé a la bibliotecaria al pasar y salí de allí.

me fui a la biblioteca era tranqulla y alli podria trabajar