El Parque ...

Ellie se cercó a mi y me habló.

-Oh, ¡hola! -le respondí- Si me acuerdo, ¿como has estado?

-Me encanta escribir, es todo un arte -respondí con una sonrisa.

Recordé cosas por las que había pasado escribiendo, y para reprimir los recuerdos le pregunté algo más a Ellie:

-¿Cómo has estado?

"¡Jajajaja! De seguro ha leído millones de obras mías" reí para mi interior.

-Claro, cuando termine mi último tratabajo te diré cual es, de esa manera podrás leerlo -le dije con una sonrisa.

-Eso sería genial, me encanta leer, es uno de mis pastiempos favoritos.

-Eso es genial, a mi siempre me ha gustado.

Reí para mis adentros y pensé en lo equivocada que estaba la chica. Yo solo le sonreí. Recordé que tenía una reunión con mi promotor en unos... ¡Oh! ¡Diez minutos!

-¡Oh! ¡Lo siento! Tengo que irme, ¡tengo una reunión muy importante!

Me levanté rápidamente de mi lugar y me despedí con la mano. Luego corrí a mi Peugeot y me fui lo más rápido que pude, sin chocar a alguien.

Entré y di una vuelta por el parque, parecía un buen lugar para quedarse. Me senté en uno de los bancos, saqué mi nueva PDA y me puse a estudiar mi pasado. Los recuerdos de la noche anterior me hicieron sonreir, aunque al final esa sonrisa desapareció. ¿Qué era lo que pasaba?¿Había sido culpa mía?

Me avergonzaba confesármelo a mí misma, pero esto era sin duda acosar...Ví que Ethan se sentaba en un banco que estaba a pleno sol. Genial, y encima las cosas se ponen difíciles... pensé. Decidí ir por la sombra hasta sentarme en el banco de enfrente, que estaba resguardado por espeso árbol. Estaba ensimismado en su nueva PDA, así que ni siquiera notó mi llegada. "¡Ey chico guapo! ¿Qué tal si te sientas conmigo?" le dije con descaro y entre risas.

Levanté la mirada y vi a Alice en el banco de enfrente, no la había llegar. ¿Estaba ahí cuando yo vine? La sonreí - Tiene usted mucha cara, señorita - grité desde mi banco. Al final me levanté y fui hasta donde estaba ella. Me senté a su lado con una sonrisa - Si es que no puedo negarte nada - dije resignado.

Por suerte aceptó venirse en vez de decirme que fuera yo al suyo...¡Bien, algo que sale bien! pensé. Sonreí por lo que me dijo. "¿Ya tienes tu querida PDA? que poco han tardado en arreglártela"

- Es una nueva, no podía vivir sin ella, pero no te pongas celosa, que entre ella y yo no hay amor - bromeé. Metí las manos en el bolsillo - ¿Qué tal te has levantado hoy? - pregunté, me quedé mirándola, estaba más guapa que ayer, si eso era posible. Estornudé, la noche en el lago me estaba pasando factura, pero había merecido la pena.

"¡Ah! entre vosotros sólo sexo, ¿no?" dije divertida. Interesante pregunta... "Bastante bien para la hora que era ayer y el frío que hacía al salir del lago..." le contesté. Le escuché estornudar y le dije "Veo que tu no tan bien...¿Estás muy resfriado?"

- Exacto - dije sin perder la sonrisa. Escuché atento su contestación - Es que me dejaste con las defensas bajas, y no he podido hacerle frente - dije entre risas. Me revolví el pelo, la verdad es que tenía bastante catarro - Pero mereció la pena - dije con una sonrisa. Paseé la mirada por el parque, hacía un día increible - ¿Te apetece dar un paseo? - pregunté.

Escuché lo que me dijo y no pude evitar reir. ¿Un paseo por el parque? ¿Por el parque a pleno sol? muy bien Alice... a ver como sales de esta... me dije a mí misma. Mi mente corría por todas las posibilidades que tenía en ese momento, entre todas las excusas...que por cierto, a cual más estúpida. Estaba tardando mucho en contestar...¡Rápido! me presioné. "¿Es que no te has dado cuenta? de verdad... ¡Qué poco observador...!" comencé haciendome la ofendida "Mi piel es demasiado pálida como para ir andando por ahí a pleno sol y sin protección... Tomar el sol sin protección envejece la piel y crea horribles manchas...por no hablar del cáncer ¿Es que quieres que en unos años esté llena de arrugas, manchas y lunares horribles?" con la lección teórica que le acababa de dar sobre riesgos del sol, no creo que me insistiera con tal de no volver a escucharla...

Esperé su respuesta y cuando esta llegó no pude evitar echar a reir. Cuando pude recuperarme del ataque intenté hablar - Creo que no voy a volver a salir a la luz del sol - volví mi mirada a ella - Dios no quiera que tu estupenda piel se estropee por que a mi me apetezca dar un paseo - Puse mi mano en su pierna, de forma despreocuapada.

Al ver que se reía no pude evitar soltar un suspiro de alivio. Me quedé un rato pensando en lo que acababa de decir y no pude evitar unirme a su risa... Noté el tacto de su mano en mi pierna y a pesar de que el pantalón evitaba que tocara mi piel podía sentir su calor, menos intenso por la tela, pero tal y como lo recordaba de ayer.

Escuché su risa y me quedé mirandola, me encantaba verla feliz. Me parecía increible que alguien como ella se hubiera fijado en mi, y que a pesar de todo siguiera a mi lado. Para mí era como un sueño, pero siempre que despertaba ella seguía allí, conmigo.

Ví como me miraba y no pude evitar bajar la mirada avergonzada pero con una amplia sonrisa. "Bueno, ¿Y qué tal tu día hasta que me has encontrado? porque ya sé que en cuanto me has visto, te ha ido perfecto" bromeé con tono de superioridad mientras levantaba la vista para mirarle.

Sonreí cuando ella bajó la mirada avergonzada. Escuché sus palabras - Y luego soy yo el que tiene el ego subido - dije divertido. - El día, bueno, bien, al menos la parte que recuerdo. Pero sin ti las horas pasan sin rumbo - le dediqué una sonrisa encantadora. - Básicamente he ido a la tienda de informática y a la farmacia a por algo para el resfriado - me encogí de hombros.- ¿Y tú imperfecto día sin mí?