Isla del Faro

Se la notaba que no la hacia gracia. Me pongo la camisa y la miro.
- No me iría si no fuera estrictamente necesario, preciosa...
Apoyo mi frente en la suya.

*Me mire las manos algo canasadas y blancas y palidas sacando un espejo y mirandome mis dintes afilados sabiendo que podian cortar y esguinzar carne y hueso*

*Olfatee un olor algo extraño me jiro y veo una chica y digo*


Ola...-dije algo desanimado-te pasa algo?¿

La experiencia con el coche había sido increible. Ahora que por fin llegábamos a la isla me quedé mirando el gran faro con asombro. Nunca había estado allí, parecía un buen lugar para pasar el día. Salté del barco y me giré para ayudar a Alice a bajar, tenía que compensarla por no haber dejado de describir las maravillas de su coche durante todo el trayecto - Este sitio es increible, me alegro de que decidieras traerme aquí.- dije con una sonrisa amable.

Bajé con la ayuda de Ethan. "Me alegro de que te guste" dije mientras me acercaba a él para darle un ligero beso.

- Pero lo mejor es la compañía - Cogí su mano y empecé a caminar por la playa - ¿Vienes mucho por aquí? - Era simple curiosidad. Una isla prácticamente desierta era un buen lugar para estar... solos. Y no estaría mal saber si ella solía venir aquí con otro, cosa que no me haría ninguna gracia, porque el sitio me gustaba y no quería cogerle manía. Miré hacia el mar, ultimamente estaba sintiendo demasiados celos, nunca me había pasado, no soy nada posesivo, pero con ella era todo distinto.

Sonreí cuando escuché lo que me dijo. "He venido alguna que otra vez..." contesté mientras empezábamos a andar. Empecé a ponerme más nerviosa con cada paso que dábamos. Agradecí que no sospechara nada de por que había hecho planes para hoy.

Decidí no preguntarla con quien, no quería estropear el ambiente. Solté su mano para ponerla en su cintura, no sin antes poner la suya en la mía. - Yo no había estado nunca - comenté despreocupado - Tengo suerte de haberte conocido y que me enseñes lugares como este - seguí caminando a su lado, no necesitaba nada más que su presencia para que un lugar fuese increible.

Conseguí esbozar una ligera sonrisa por lo que dijo, estaba demasiado nerviosa para más... Empezaba a estar más que nerviosa, estaba aterrada. Ahora estamos bien, ¿Y si lo dejo para otro día?... empecé a pensar, ...¡No! me decía la parte racional de mi cabeza... "¿Lo has pasado bien hoy?"

- Muy bien - dije sincero - después del despertar que he tenido, parecía que el día no podía mejorarse, pero ya he comprobado que sí - añadí con una sonrisa. La sentía nerviosa, ¿Serían cosas mías? Seguramente, no había pasado nada fuera de lo corriente, no tenía sentido, al menos, no para mí.

"Me alegro" dije sin levantar la vista del suelo. "Ethan, tengo que hablar contigo" no sé de donde, pero conseguí encontrar el valor, al parecer me dolía no ser sincera con él más de lo que pensaba...

Me paré en seco - ¿Qué pasa? - pregunté preocupado. Ya decía yo que estaba nerviosa... ¿Es que había hecho algo? ¿Habría cambiado ella de opinión? Ahora el que estaba nervioso era yo. Me quedé mirándola expectante, esperando a lo que tenía que decir. Cada segundo que pasaba me ponía más nervioso, mi corazón latía a toda velocidad y el nudo que tenía en el estómago no ayudaba nada.

Noté como ahora él estaba igual de nervioso que yo, ¿Por qué tenía que haber dicho ya las palabras sin retorno? "Ethan, tengo que hablar contigo" repetía en tono burlón una y otra vez en mi cabeza... Si él estaba nervioso en escasos minutos iba a estar aterrado... No iba a funcionar... "Tranquilízate, si ahora estás así, en unos momentos tendré que llevarte a un hospital..." dije. Respiré tan hondo como me dejaron mis pulmones y me mordí el labio con fuerza. No sabía como empezar... "¿Sigues queriendo saber... todo de mí?" pregunté, aún tenía la esperanza de que se arrepintiera...

Escuché lo que me decía, ¿tan importante era lo que tenía que decirme? Intenté tranquilizarme, pero por mucho que ella me lo pidiera, ahora iba a ser imposible.- No voy a poder tranquilizarme hasta que me digas qué pasa - ¿Oí su pregunta? - Sí - estaba muy seguro de eso. ¿Es que acaso iba a contarme su secreto?¿Ese que estaba tan empeñada en ocultar? Mis nervios aumentaron, era algo importante, muy importante.

"Puedo escuchar tu corazón... ¿Estás seguro? Una vez que te lo cuente no habrá camino de vuelta..." pregunté prometiéndome que ese sería mi último intento de covencerle...

Empezaba a preocuparme, estaba demasiado empeñada en que dijera que no, pero yo quería saberlo, lo necesitaba. Queria entenderla - Seguro - dije mirándola fijamente.

"Está bien..." dije dejando salir de mi boca un largo suspiro. "¿Verdaderamente no ves ninguna diferencia entre tú y yo?" pregunté cogiendo su mano, con la intención de que notara mi piel helada. Subí su mano y la puse en mi pecho "¿No notas nada raro en mí?"